Alemania aprueba la retirada del DNI a sospechosos de yihadismo

El Gobierno está dividido por el almacenamiento de datos de comunicaciones individuales

El ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, en una manifestación contra la islamofobia el 5 de enero en Berlín. ODD ANDERSEN (AFP)

Tan solo una semana después de los atentados contra la revista Charlie Hebdo, el Gobierno alemán impulsa una iniciativa con la que pretende dificultar los viajes de islamistas alemanes a Siria o Irak, donde no solo pueden entrenarse en las filas del Estado Islámico (EI), sino también radicalizarse. El Consejo de Ministros ha aprobado el miércoles una reforma legal para retirar el carné de identidad a los radicales que participen en cualquier actividad terrorista.

La reforma es tan solo un paso más, porque los pa...

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Tan solo una semana después de los atentados contra la revista Charlie Hebdo, el Gobierno alemán impulsa una iniciativa con la que pretende dificultar los viajes de islamistas alemanes a Siria o Irak, donde no solo pueden entrenarse en las filas del Estado Islámico (EI), sino también radicalizarse. El Consejo de Ministros ha aprobado el miércoles una reforma legal para retirar el carné de identidad a los radicales que participen en cualquier actividad terrorista.

La iniciativa genera dudas legales y prácticas por la dificultad de su puesta en marcha

La reforma es tan solo un paso más, porque los pasaportes de los potenciales terroristas ya podían ser retirados. Ahora se añaden los carnés de identidad, que serán reemplazados durante un periodo de tres años por un documento identificativo que no sirva en el extranjero. La idea es evitar que los islamistas alemanes lleguen a Siria e Irak a través de terceros países —los miembros del espacio Schengen y Turquía—, a donde los europeos pueden viajar sin pasaporte. Las autoridades calculan que desde 2012 unos 600 alemanes se han desplazado para enrolarse en la yihad y tienen registrados a dos centenares de islamistas peligrosos en suelo alemán.

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“Hay que evitar de forma eficaz y duradera los viajes de personas que ponen en peligro la seguridad interior y exterior”, aseguró el Gobierno en un comunicado. El proyecto de ley recién aprobado deberá pasar ahora al Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento. Esta norma suscita dudas tanto legales como prácticas, por la dificultad de su puesta en marcha. “¿Podría, por ejemplo, usarse la nueva legislación contra un kurdo militante del PKK, organización que el Estado alemán considera terrorista, que fuera a luchar contra EI?”, le preguntaron al portavoz del Ministerio del Interior. El Gobierno solo acierta a responder que el proyecto de ley no está pensado contra colectivos determinados, sino para actuar contra los sospechosos de estar ligados a actividades radicales.

El ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, ya anunció el lunes que su departamento estudia adoptar este mismo mes medidas adicionales para dificultar la financiación del terrorismo, castigando incluso los pequeños donativos que sirvan para financiar la yihad.

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Maas, en cambio, se pronunció en contra de volver a adoptar el almacenamiento de datos de comunicaciones individuales. El ministro socialdemócrata rechaza esta medida por considerarla ineficaz en la lucha contra el terrorismo —su existencia en Francia no evitó los atentados de la semana pasada— y porque la Justicia ya ha dictaminado que no es acorde con las normas europeas. Pero este rechazo radical despierta sarpullidos en sus compañeros democristianos de la gran coalición, que defienden la utilidad del almacenamiento de datos. Una idea que comparte la canciller y líder de la CDU, Angela Merkel.

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