La salida del ministro de Exteriores copa la crisis de Gobierno forzada por Cameron

William Hague abandona el Foreign Office británico como primer paso para dejar la política

William Hague en julio de 2013.H-P. B. (REUTERS)

La crisis de Gobierno planeada por David Cameron para reforzar su Gabinete de cara a las elecciones legislativas de la próxima primavera se ha convertido al final en una fuga de viejas glorias. La más sonada ha sido la de William Hague, que ha pedido ser relevado al frente del Foreign Office como primer paso para su abandono de la política activa. Hague, que ha anunciado él mismo que no va a presentarse como candidato en las elecciones legislativas del año que viene, ocupará hasta entonces el cargo de líder de la Cámara de los Comunes, un ca...

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La crisis de Gobierno planeada por David Cameron para reforzar su Gabinete de cara a las elecciones legislativas de la próxima primavera se ha convertido al final en una fuga de viejas glorias. La más sonada ha sido la de William Hague, que ha pedido ser relevado al frente del Foreign Office como primer paso para su abandono de la política activa. Hague, que ha anunciado él mismo que no va a presentarse como candidato en las elecciones legislativas del año que viene, ocupará hasta entonces el cargo de líder de la Cámara de los Comunes, un cargo relativamente menor para un político de su peso al frente del grupo parlamentario de la coalición de Gobierno.

Los medios británicos coinciden en que no se trata de un cese, sino de una renuncia voluntaria, y que David Cameron le habría mantenido al frente de la diplomacia británica si ese hubiera sido su deseo. Aún no se sabe quién le sustituirá en el Foreign Office, aunque se consideraba como muy improbable que fuera George Osborne, el actual canciller del Exchequer y ministro del Tesoro, a pesar de que este ha dado señales de que le gustaría abandonar ese cargo tras las próximas elecciones si los conservadores continuaran formando gobierno.

Otra de las marchas seguras en esta crisis es la de Kenneth Clarke, que era hasta ahora ministro sin cartera y tampoco se presentará a las próximas elecciones, según ha anunciado él mismo tras cumplir 74 años. Responsable de Sanidad con Margaret Thatcher en 1988 y luego canciller del Exchequer entre otros muchísimos cargos ministeriales, Clarke es uno de los grandes de la política británica y uno de los poquísimos conservadores que se siguen declarando abiertamente europeístas.

También se dan por seguras la marcha de varios veteranos, como el ministro de la Policía, Damian Green; el de Universidades, David Willets; y el fiscal general, Dominic Grieve.

Cameron, que quiere rejuvenecer su Gabinete e incorporar a él más mujeres, tiene previsto ir anunciando hoy quiénes serán las caras nuevas del Gobierno. El primer ministro ha tenido elogiosas palabras para Hague, al que ha definido como “uno de los faros a seguir en el partido en la última generación”. Hague, que ha estado 26 años en el Parlamento, lideró con escaso éxito a los conservadores cuando perdieron el poder en 1997. Eran los mejores años de Tony Blair y Hague cometió el error político de competir en las elecciones de 2001 con un programa centrado en el antieuropeísmo y en oponerse al euro en un momento en el que los británicos no sentían ninguna inquietud por esos asuntos.

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