La 'número dos' del Gobierno sueco dimite tras ser sorprendida en estado de embriaguez

Ulrica Schenström, secretaria de Estado de Emergencia, fue fotografiada bebiendo y besándose con un periodista cuando estaba de guardia

Ulrica Schenström, secretaria de Estado de Emergencia y mano derecha del primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, dimitió ayer de su cargo tras el escándalo generado por la publicación de una foto en la que aparece besándose con un periodista y en estado de embriaguez cuando estaba de guardia.

El escándalo pone en cuestión la seguridad nacional y debilita la posición de Reinfeldt, que suma ya cuatro dimisiones en su Gobierno tras sólo un año en el poder.

Las imágenes, tomadas en un bar de Estocolmo por la noche, fueron publicadas la pasada semana por el tabloide ...

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Ulrica Schenström, secretaria de Estado de Emergencia y mano derecha del primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, dimitió ayer de su cargo tras el escándalo generado por la publicación de una foto en la que aparece besándose con un periodista y en estado de embriaguez cuando estaba de guardia.

El escándalo pone en cuestión la seguridad nacional y debilita la posición de Reinfeldt, que suma ya cuatro dimisiones en su Gobierno tras sólo un año en el poder.

Las imágenes, tomadas en un bar de Estocolmo por la noche, fueron publicadas la pasada semana por el tabloide Aftonbladet, pero el conservador Reinfeldt defendió a su colaboradora hasta que el miércoles el periodista implicado, Anders Pihlblad, del canal TV4, reconoció que ambos estaban embriagados y que habían consumido vino por valor de unos 1.145 coronas suecas (124 euros).

Schenström, de 35 años, reconoció ayer en un comunicado que su comportamiento había ido "irresponsable" y lamentó no haber explicado antes su "error" a la opinión pública y al primer ministro, que durante toda esta semana ha declarado que su secretaria de Estado, responsable directa en caso de una situación de emergencia, se encontraba en perfecto estado esa noche.

La cuestión de la seguridad nacional es un asunto espinoso en Suecia después del comportamiento negligente del entonces Gobierno socialdemócrata a raíz de la catástrofe del tsunami en el sudeste asiático en diciembre de 2004, en la que murieron más de 600 suecos.

Investigación

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Tras recibir duros ataques de la oposición en el Parlamento, Reinfeldt reconoció ayer que se había roto la confianza con su colaboradora y habló de "tragedia" y de uno de los momentos "más duros" en su carrera política. El primer ministro había sido raramente visto en público con Scheström, considerada una de las artífices de su victoria en las elecciones de 2006.

La Fiscalía General del Estado ha abierto una investigación a Schenström, por supuesta dejación en sus funciones, así como al periodista, para averiguar si ha recibido sobornos. La Comisión Constitucional del Parlamento estudiará también el incidente, a petición del opositor Partido del Medio Ambiente.

En apenas un año en el poder, el Gobierno sueco de centro-derecha ha vivido varios escándalos políticos, que han llevado a la dimisión de tres ministros. Las titulares de Comercio, Maria Borelius, y Cultura, Cecilia Stegö Chilò, dejaron el cargo unas semanas después de asumirlo por irregularidades en su economía privada, y el ministro de Defensa, Mikael Odenberg, renunció hace dos meses por desacuerdo con la política de recortes en su departamento. Los expertos aseguran que "los márgenes de Reinfeldt disminuyen con cada nuevo escándalo", según ha comentado el politólogo Ulf Bjereld, politólogo de la Universidad de Goteborg, entrevistado por la agencia sueca TT.

Ulrica Schenström, junto al primer ministro sueco, Fredrik ReinfeldtAFP

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