Blair consigue frenar la moción para investigar la guerra de Irak en los Comunes

Los nacionalistas de Escocia y Gales proponían analizar la intervención de Reino Unido en el conflicto

Manifestación contra la intervención británica en Irak, frente al edificio del Parlamento británico, en Londres.AP

El primer ministro británico, Tony Blair, ha conseguido que no prospere la moción presentada por los nacionalistas de Escocia y Gales en la Cámara de los Comunes para exigir una investigación del Parlamento británico de la guerra de Irak y sus consecuencias. Blair se ha opuesto tenazmente a cualquier investigación parlamentaria sobre los prolegómenos y consecuencias de la invasión con el argumento de que socavaría la moral de las fuerzas armadas y daría alas a los insurrectos iraquíes.

La cámara de los Comunes británica ha rechazado la moción con una diferencia de 25 votos; en total, 27...

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El primer ministro británico, Tony Blair, ha conseguido que no prospere la moción presentada por los nacionalistas de Escocia y Gales en la Cámara de los Comunes para exigir una investigación del Parlamento británico de la guerra de Irak y sus consecuencias. Blair se ha opuesto tenazmente a cualquier investigación parlamentaria sobre los prolegómenos y consecuencias de la invasión con el argumento de que socavaría la moral de las fuerzas armadas y daría alas a los insurrectos iraquíes.

La cámara de los Comunes británica ha rechazado la moción con una diferencia de 25 votos; en total, 273 diputados han votado a favor, frente a los 298 en contra.

La victoria del no es importante para Blair, debido a que la intervención de su Gobierno en la guerra de Irak ha sido cuestionada incluso dentro su propio partido. La ministra de Asuntos Exteriores, Margaret Becket, que ha sido la encargada de abrir el debate, ha insistido en la legalidad de la guerra y en la mejoría de Irak tras la captura de Sadam. Es la primera vez desde julio de 2004 que el tema de Irak ocupa el debate de la Cámara británica.

La moción, presentada por el Partido Nacional escocés (SNP) y el partido nacionalista galés, reclamaba la creación inmediata de un comité parlamentario -formado por siete diputados veteranos- que analizara la política británica relacionada con el conflicto iraquí.

A pesar de contar con una mayoría de 25 escaños en la Cámara, los Laboristas han visto cómo una veintena de sus miembros han votado en contra de la postura de Blair, es decir, a favor de la moción. También lo han hecho los conservadores, los liberales-demócratas y los partidos nacionalistas.

Sin embargo, algunos de los diputados laboristas que en su momento se opusieron a la intervención militar, como Ian Lucas, hoy se han mostrado a favor de esta petición. "Me opuse a la guerra en Irak porque creía que era algo equivocado, pero ahora pienso que no podemos dejar a la gente en Irak e irnos hasta que no hayamos acabado nuestro trabajo".

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En cambio su compañero de formación, Jeremy Corbing, opuesto tanto a la guerra como a la política de Tony Blair sobre Irak, ha exigido respuestas sobre la legalidad de la guerra y sobre el hecho de que se impidiera a los inspectores de la ONU seguir investigando. "En enero de 2003 impedimos que los inspectores de Naciones Unidas volvieran a Irak para inspeccionar y ahora queremos respuestas sobre ello". "Hay que examinar nuestras conciencias y aprender las lecciones necesarias".

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