De bastión guerrillero a capital antisubversiva

En Puerto Boyacá, conocida como la Capital Antisubversiva de Colombia —así se proclama en una valla a la entrada de esta ardiente población a orillas del río Magdalena—, están los mausoleos de otros dos de los fundadores del bloque paramilitar que ayer se desmovilizó: Pablo Emilio Guarín, congresita liberal que en los años ochenta defendió abiertamente la acción paramilitar, y Henry Pérez. "Si a la vera del camino hallaren mi cádaver, no lo recojan: déjenlo para que los buitres de las FARC lo devoren. Recojan mis ideas, mis banderas y sigan adelante", escribió Guarín poco antes de ...

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En Puerto Boyacá, conocida como la Capital Antisubversiva de Colombia —así se proclama en una valla a la entrada de esta ardiente población a orillas del río Magdalena—, están los mausoleos de otros dos de los fundadores del bloque paramilitar que ayer se desmovilizó: Pablo Emilio Guarín, congresita liberal que en los años ochenta defendió abiertamente la acción paramilitar, y Henry Pérez. "Si a la vera del camino hallaren mi cádaver, no lo recojan: déjenlo para que los buitres de las FARC lo devoren. Recojan mis ideas, mis banderas y sigan adelante", escribió Guarín poco antes de la emboscada que le costó la vida, en 1987.

Paradójicamente, en su juventud Guarín fue militante del Partido Comunista, como gran parte de la población de esta región que en los años setenta fue bastión de las FARC. Las cosas cambiaron cuando empezó el secuestro sistemático de ganaderos por parte de la guerrilla. Según Isaza, "todos los ganaderos de la región " apoyaron la causa antiguerrillera.

"No quedan más autodefensas del Magdalena Medio. Salvo que quedaran en Puerto Boyacá, porque me parece que entregaron [armas] muy poquita gente allá", aseguraba el viejo anticomunista hace dos días a una periodista de El Tiempo.

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