Reportaje:

El portaaviones que nadie quiere

La Corte Suprema de India prohíbe la entrada en sus aguas del 'Clemenceau', antiguo buque insignia de la Armada francesa y carne de desguace

El último viaje del portaaviones Clemenceau, orgullo de la Armada francesa, se ha convertido en una odisea. El antiguo buque insignia de la flota gala zarpó del puerto de Toulon el pasado 31 de diciembre con destino al Estado indio de Gujarat, donde estaba previsto que fuera desmantelado. Pero la travesía ha resultado más azarosa de lo esperado. Primero fue asaltado por miembros de Greenpeace en aguas del Mediterráneo. Más tarde fue retenido en el canal de Suez por las autoridades egipcias. Y ahora la Corte Suprema india ha prohibido su entrada en sus aguas territoriales hasta tome una ...

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El último viaje del portaaviones Clemenceau, orgullo de la Armada francesa, se ha convertido en una odisea. El antiguo buque insignia de la flota gala zarpó del puerto de Toulon el pasado 31 de diciembre con destino al Estado indio de Gujarat, donde estaba previsto que fuera desmantelado. Pero la travesía ha resultado más azarosa de lo esperado. Primero fue asaltado por miembros de Greenpeace en aguas del Mediterráneo. Más tarde fue retenido en el canal de Suez por las autoridades egipcias. Y ahora la Corte Suprema india ha prohibido su entrada en sus aguas territoriales hasta tome una decisión definitiva.

¿Qué ha convertido el Clemenceau en un buque maldito? La respuesta es sencilla: según los grupos ecologistas el portaaviones contiene cientos de toneladas de materiales tóxicos, incluidas 500 toneladas de amianto, lo que podría poner en peligro la salud de los trabajadores que, en condiciones previsiblemente precarias, se ocupen de su desguace. Además, alegan que el traslado del buque viola de forma flagrante la convención de Basilea sobre el transporte de residuos peligrosos.

La organización ecologista considera que el buque debe ser desmantelado en Francia, donde la tecnología haría menos peligroso su desguace, en vez de exponer al cáncer a cientos de trabajadores indios y consideró un gran éxito el asalto al buque que protagonizaron dos de sus activistas el pasado día 12. Paralelamente, las autoridades egipcias retuvieron el buque en la entrada norte del canal de Suez, a la espera de recibir "toda la documentación necesaria sobre el portaaviones", en una aparente muestra de firmeza.

Pero el portaaviones también superó esa prueba. En una decisión criticada y calificada de "política" por los ecologistas, el Gobierno de El Cairo autorizó finalmente el paso del buque por sus aguas. Pero cuando parecía que todos sus problemas quedaban resueltos, la Justicia india ha puesto un último obstáculo en su camino hacia el desguace. Se espera que los jueces tomen una decisión definitiva el próximo 13 de febrero. Si siguen el dictamen dictado por los expertos de la Corte el pasado 6 de enero, el Clemenceau deberá volver a Francia. Hasta esa fecha el buque que nadie quiere espera su sentencia en algún lugar del Índico.

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