El presidente chino arremete contra la influencia de la democracia occidental en su país

Hu afirma en el 50 aniversario de la Asamblea Popular que "seguir los sistemas occidentales puede llevar a China a un callejón sin salida"

El presidente chino, Hu Jintao, ha descartado hoy la introducción del pluripartidismo en su país, al tiempo que ha arremetido contra la influencia de la democracia occidental con motivo del 50 aniversario de la Asamblea Nacional Popular (ANP, legislativo), en un discurso destinado a contentar a todos los sectores del Partido Comunista de China (PCCh), el único permitido desde 1949 y del que también es secretario general. La intervención de Hu, que ha sido reproducida por la agencia oficial Xinhua, ha estado marcada por un tono patriótico e incendiario que rompe con su talante reformista.
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El presidente chino, Hu Jintao, ha descartado hoy la introducción del pluripartidismo en su país, al tiempo que ha arremetido contra la influencia de la democracia occidental con motivo del 50 aniversario de la Asamblea Nacional Popular (ANP, legislativo), en un discurso destinado a contentar a todos los sectores del Partido Comunista de China (PCCh), el único permitido desde 1949 y del que también es secretario general. La intervención de Hu, que ha sido reproducida por la agencia oficial Xinhua, ha estado marcada por un tono patriótico e incendiario que rompe con su talante reformista.

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"La historia ha demostrado que seguir los sistemas occidentales puede llevar a China a un callejón sin salida", ha señalado Hu en referencia a la alternancia de distintos partidos políticos en el poder y a la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Desde que China inició su proceso de reforma y apertura económica en 1978, los observadores occidentales están a la espera de que el país asiático avance hacia las reformas democráticas después de medio siglo de dictadura leninista. Aun así, Hu ha reiterado la creencia difundida por Pekín entre sus ciudadanos de que China es un país democrático en el que "el pueblo dirige la nación".

Mientras, las fuerzas del orden mantienen a 36.000 potenciales manifestantes detenidos en un gimnasio de Pekín, víctimas de los desequilibrios sociales, para evitar altercados con motivo de la reunión del PCCh mañana. "No debemos olvidar los fallos del sistema burgués establecido por Sun Yat-sen (1911)", señaló Hu, que también ha tenido palabras para recordar un pasado colonial espinoso para la sensibilidad china. "Quienes intentaron salvar entonces el país lo sumieron en un estado colonial con múltiples crisis después de 1840, como resultado de la invasión de los poderes occidentales y de la clase feudal".

La guerra ente Hu y Zemin

El aniversario tiene lugar en medio de una supuesta guerra entre Hu y su antecesor, Jiang Zemin, en la actualidad líder de la Comisión Militar Central (CMC, máximo órgano castrense), que no quiere retirarse definitivamente del poder sin hacer historia después de su mandato continuista. El discurso de Hu, que se produce tan sólo un día antes del inicio del cuarto plenario del XVI Comité Central del PCCh, está destinado a fortalecer el ya potente papel del Partido frente a las tímidas reformas tanto en su seno como en algunos gobiernos locales. "El sistema de la ANP es un gran invento en el que se integran los principios del marxismo con las actuales condiciones de China", ha señalado Hu.

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La Asamblea, a veces denominada "parlamento chino", reúne a 3.000 delegados, un número demasiado elevado como para llevar a cabo debates serios y donde reina la unanimidad respecto a las decisiones gubernamentales, por lo que algunos lo califican como "un gran salón de té". El Comité Permanente de la ANP está formado por 156 miembros, de los cuales sólo 20 son delegados a tiempo completo que decretan e interpretan leyes, mientras que no existe ningún otro órgano que supervise si sus actuaciones son o no constitucionales.

Tras ese ataque frontal contra los sistemas occidentales, Hu ha modificado su discurso y ha vuelto a la consigna de los últimos meses: fortalecer el imperio de la ley. "Es un deber conseguir la prosperidad y la felicidad del pueblo y establecer un nuevo sistema político democrático", ha indoicado Hu después de que la semana pasada pusiera en marcha un primer sistema de elección de los candidatos a liderar el PCCh destinado al acceso de los empresarios. Hu ha reiterado la importancia de un "sistema socialista con características chinas", que en realidad significa la apertura de China a la economía de mercado, aunque por primera vez ha añadido a este cliché la palabra "legal".

El presidente chino, Hu Jintao, durante su discurso ante la Asamblea Nacional Popular.AP

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