La Fiscalía rusa investiga el desplome del parque acuático de Moscú que dejó 28 muertos
Testigos presenciales han afirmado que se escuchó una explosión antes del derrumbe, aunque el alcalde de la ciudad asegura que no se trata de un acto terrorista.- 28 personas han perdido la vida y más de 100 han resultado heridas
Ya son 28 las personas que han fallecido a causa del derrumbe de una cúpula de cristal de 5.000 metros cuadrados que cubría las piscinas infantiles del parque de atracciones acuáticas en Moscú. La Fiscalía rusa ha abierto una investigación.
El techo se derrumbó en la tarde del sábado por causas aún no aclaradas; las primeras hipótesis lo atribuyen a un fallo en la estructura o a la acumulación de nieve en la cúpula. Cuatro de los 28 cadáveres desenterrados de entre los escombros son niños. Los servicios sanitarios de Moscú han informado además que 110 personas, 25 de ellas también niño...
Ya son 28 las personas que han fallecido a causa del derrumbe de una cúpula de cristal de 5.000 metros cuadrados que cubría las piscinas infantiles del parque de atracciones acuáticas en Moscú. La Fiscalía rusa ha abierto una investigación.
El techo se derrumbó en la tarde del sábado por causas aún no aclaradas; las primeras hipótesis lo atribuyen a un fallo en la estructura o a la acumulación de nieve en la cúpula. Cuatro de los 28 cadáveres desenterrados de entre los escombros son niños. Los servicios sanitarios de Moscú han informado además que 110 personas, 25 de ellas también niños, se encuentran hospitalizadas.
Todo indica que es más que probable que aumente el número de víctimas. Según Iuri Lujkov, alcalde de la capital rusa, había alrededor de 1.300 personas dentro del parque cuando tuvo lugar el desplome.
Las primeras informaciones afirmaban que una explosión había precedido al derrumbe. Pero el alcalde ruso ha afirmado que "ya está demostrado que lo ocurrido no es un acto terrorista".
Huir en bañador
Akvapark, un complejo de 20.200 metros cuadrados, es el parque acuático más grande de la capital rusa, y tiene capacidad para cerca de 2.000 personas; sus piscinas y saunas, rodeadas de rocas y vegetación tropical, suelen estar llenas los fines de semana.
En esos momentos el edificio era un hervidero de ambulancias del que los visitantes trataban de escapar presa del pánico. Muchos de ellos sólo llevaban puesto el bañador, aunque en la calle la temperatura era inferior a los 17 grados bajo cero. Entre tanto, los equipos de rescate trataban de levantar los escombros en que ha quedado convertido el techo del edificio por si hubiera más personas atrapadas bajo ellos.