DOS AÑOS DESPUÉS DEL 11-S

Bush pide más atribuciones para luchar contra el terrorismo en el aniversario del 11-S

Estados Unidos recuerda de forma contenida a las víctimas de la tragedia

La política estadounidense orbita desde el 11 de septiembre de 2001 alrededor del vacío dejado por el derrumbe de las Torres Gemelas, y aunque el segundo aniversario de los atentados que acabaron con la vida de casi 3.000 personas en Washington y Nueva York se había pensado desde el Gobierno como un acto íntimo sin otro protagonista que no fuera el dolor privado de los familiares de las víctimas, la potentísima capacidad hipnótica que esta herida ejerce sobre el subconsciente del país ha disparado la cobertura de los medios y los gestos políticos.

En Nueva York, la cicatriz del tamaño d...

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La política estadounidense orbita desde el 11 de septiembre de 2001 alrededor del vacío dejado por el derrumbe de las Torres Gemelas, y aunque el segundo aniversario de los atentados que acabaron con la vida de casi 3.000 personas en Washington y Nueva York se había pensado desde el Gobierno como un acto íntimo sin otro protagonista que no fuera el dolor privado de los familiares de las víctimas, la potentísima capacidad hipnótica que esta herida ejerce sobre el subconsciente del país ha disparado la cobertura de los medios y los gestos políticos.

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En Nueva York, la cicatriz del tamaño de 16 campos de fútbol que dejó el World Trade Center ha vuelto a convertirse en lugar de peregrinación para los familiares y amigos de las víctimas. Allí, como ya sucedió hace un año, han leído el nombre de las personas que perdieron la vida en los ataques. En el momento exacto en el que los aviones secuestrados impactaron contra los dos edificios, el silencio ha congelado el corazón de la ciudad; fuera, sin embargo, aunque con la mirada puesta en el retrovisor, la vida seguía entre los gigantes de cemento y vidrio.

Bush pide manga ancha

"Hoy, de nuevo, somos una ciudad que sufre", ha recordado el alcalde, Michael R. Bloomberg, en la zona cero. Pese a que dos años después el aniversario se había planeado como un acto privado, los gestos políticos se han reproducido todo el día, tanto en Nueva York como en Washington, donde el Pentágono ha planeado dos ceremonias sencillas para recordar el ataque contra su sede y el secretario de Estado de Defensa, Donald Rumsfeld, ha recalcado que "la lucha por la libertad continúa". También ha habido un momento para la memoria en Shanksville, donde un cuarto avión se estrelló contra un prado cuando se dirigía hacia Washington, al parecer derribado por los pasajeros al saberse condenados a morir en un misil homicida, según informa The New York Times.

Quizá el que mejor ha aprovechado el momento originado por los atentados ha sido el presidente, George W. Bush, que, con las miras puestas en las elecciones del año que viene, no perdona una oportunidad para referirse al momento que cambio definitivamente el curso del país y de su Gobierno. Hoy, en un discurso conmemorativo, ha pedido al Congreso que "desate las manos de las autoridades" ampliando el margen de maniobra de la Patriot Act. Esta ley, aprobada con el viento de los atentados en sus velas, fue denunciada por las organizaciones de derechos civiles, y criticada, aunque levemente, por la oposición demócrata, al poner en peligro los derechos de los ciudadanos (a los que ahora es más fácil espiar por su propio bien) y de los detenidos acusados de terrorismo.

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Una persona contempla dos piscinas de agua en la zona cero, un homenaje a las víctimas del derrumbe de las Torres Gemelas.REUTERS

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