ACOSO A SADAM

Bush presiona a sus aliados para que participen en el ataque a Irak

EE UU ha iniciado ya contactos con medio centenar de países sobre su intención de participar en la ofensiva

ELPAIS.es

En vísperas de la histórica cumbre de la OTAN en Praga, el presidente de EE UU, George W. Bush, ha elevado la presión sobre sus socios europeos para que apoyen su estrategia belicista con Irak. El presidente ha dejado claro que desea una coalición para lanzar una operación contra el régimen de Bagdad, aunque se ha comprometido una vez más a consultar a sus aliados antes de tomar una determinación definitiva.

"Si se hace necesaria la decisión de utilizar la fuerza, consultaremos a nuestros amigos y esperamos que nuestros amigos se unan a nosotros", ha dicho el presidente en Praga. Para a...

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En vísperas de la histórica cumbre de la OTAN en Praga, el presidente de EE UU, George W. Bush, ha elevado la presión sobre sus socios europeos para que apoyen su estrategia belicista con Irak. El presidente ha dejado claro que desea una coalición para lanzar una operación contra el régimen de Bagdad, aunque se ha comprometido una vez más a consultar a sus aliados antes de tomar una determinación definitiva.

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"Si se hace necesaria la decisión de utilizar la fuerza, consultaremos a nuestros amigos y esperamos que nuestros amigos se unan a nosotros", ha dicho el presidente en Praga. Para animar a los indecisos, Bush ha trazado un panorama bastante pesimista, diciendo que "cualquier país libre, incluidos los de Europa, es un objetivo potencial", para el terrorismo internacional y los "regímenes forajidos" que les apoyan.

Recién llegado a la capital checa, el presidente estadounidense no ha dejado escapar la oportunidad de hacer un llamamiento a los países aliados, en especial a los europeos, para que abandonen su actitud indiferente ante Bagdad. "Si la voluntad colectiva del mundo es fuerte, podremos conseguir el desarme [de Irak] de manera pacífica. Pero si Irak decide no desarmarse, EE UU encabezarán una coalición para desarmarle", ha declarado Bush tras entrevistarse con el presidente checo, Vaclav Havel.

Es más, fuentes del Departamento de Estado (ministerio de Exteriores) de EE UU han indicado hoy que ya se han iniciado los contactos con alrededor de 50 países sobre su eventual participación en la coalición militar contra Irak. En este sentido, Bush ha dejado muy claro que no quiere posiciones en el seno de ninguna organización, sino que "cada país debe tomar la decisión por sí mismo".

La reunión de Praga, histórica porque por primera vez se celebra en un país del antiguo Pacto de Varsovia tiene como objetivo fundamental la entrada de siete nuevos socios, pero Bush no ha ocultado su interés porque se discuta el asunto del desarme de Irak, pese a que no se incluye en el orden del día. Por ello, espera que salga de la Cumbre una declaración de apoyo a la resolución 1441 de la ONU.

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Mentiras

El presidente estadounidense ha elevado también la presión sobre Sadam Husein, a quien ha avisado que debe declarar "completa y verazmente" todas las armas de destrucción masiva que tiene. "Si niega que ese arsenal existe, habrá iniciado esta última fase con una mentira. El engaño no será tolerado en esta ocasión. Los retrasos y el desafío invitarán a las más graves consecuencias", agregó, en referencia al plazo del 8 de diciembre para que Irak declare a la ONU sus armas de destrucción masiva.

Los jefes de la misión abandonan Irak

Los jefes de la misión de Naciones Unidas, el sueco Hans Blix y el egipcio Mohamed El Baradei, han salido esta madrugada de Bagadad después de haber arrancado a las autoridades iraquíes el compromiso de cooperación con las inspecciones de armamento. Los jefes de la misión de desarme se han encargado, durante dos días, de preparar durante dos días la llegada de los inspectores, prevista para dentro de una semana -el próximo día 27- y han abandonado el país a bordo de un avión militar de la ONU.

La marcha de Blix y ElBaradei de Irak se produce en un momento especialmente delicado para las relaciones entre la ONU y Estados Unidos. Ayer, el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, criticó a la Organización e intentó quitar importancia a las declaraciones de su secretario general, Kofi Annan, sobre los ataques de las aviaciones estadounidense y británica cerca de la zona.