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Cinco lugares del Mediterráneo que quedan a un paso para empezar una nueva vida en 2021

Cambiar de aires y vivir de manera ‘slow’ es posible sin viajar a la otra punta del mundo. El espíritu del mare nostrum, el mismo que da origen a Larios, es la clave para que el próximo año sea mucho mejor que el actual.

Es una frase recurrente siempre, pero aún más durante 2020: “Me marcho de la ciudad”. ¿Quién no ha pensado o verbalizado eso mismo durante los últimos meses? En efecto, la vida en la gran ciudad ha dejado de tener sentido para mucha gente, a la vez que el auge del teletrabajo hace que no sea imprescindible estar a media hora de una oficina, y la idea de establecerse en un lugar más apacible, con un estilo de vida más pausado, nos atrae cada vez más. Pero, si nos planteamos en serio este propósito, no es necesario quemar nuestras millas aéreas ni tener que hacer el cálculo horario cada vez que queremos llamar a nuestros amigos desde algún lugar recóndito de Tailandia. Hay otras opciones más cercanas para hacer de 2021 una experiencia diametralmente opuesta a 2020.

El Mediterráneo es uno de nuestros bienes más preciados, más de 1.600 kilómetros de costa (sin contar las islas) repletos de lugares de ensueño, accesibles y cercanos, perfecto para empezar una vida mucho más calmada. Es el origen de una gastronomía y una cultura envidiada en todo el mundo, en el que el tiempo es algo mucho más relativo que en las grandes urbes de hormigón. Larios 12 es el ejemplo perfecto de esa cultura: su toque a cítricos y azahar están impregnados del espíritu natural y relajado de la costa mediterránea. Con ese ejemplo en mente, seleccionamos cinco destinos mediterráneos en los que podemos empezar una auténtica vida slow en 2021 como la que promueve Larios con su nueva campaña.

La marca de ginebra puede convertirse en tu cómplice perfecto. Para ayudarte a conseguir que tu vida cambie de ritmo el año que se avecina, ha puesto en marcha un concurso que premiará al ganador o ganadora con un apoyo económico de 10.000 euros para que tanto tú como tus amigos podáis disfrutar de una casa a orillas del Mediterráneo. Para participar, simplemente adjunta el ticket de compra de una botella de Larios 12, Larios Rosé o Larios Citrus en la web de Larios y comenta tus motivos para empezar esa nueva vida. El ganador del concurso se anunciará en enero. Para que vayas brindando por un nuevo año mucho más slow, aquí te damos una idea de lugares idílicos que te quedan bien cerquita.

Serranía de Ronda, paraíso blanco

A apenas dos horas en tren desde Madrid tenemos un lugar desde el que podemos estar a la vez a tiro de piedra de todo lo que pasa y poder desentendernos de los rígidos horarios en un entorno idílico. La serranía de Ronda, una comarca de Málaga a pocos kilómetros de la costa, está salpicada de idílicos pueblos de casas blancas y lugares de belleza espectacular, desde Ronda y su espectacular “tajo” y su pasado romano hasta localidades más pequeñas para perderse en sus calles como Gaucín o Júzcar. Es también el lugar donde nace la ginebra Larios.

Costa valenciana, tierra de azahar

Cerca de una de las ciudades que más está creciendo dentro de nuestro país en actividad cultural, y siempre un punto neurálgico de la buena vida, hay muchas opciones para vivir algo más apartado de la actividad pero poder volver a un centro urbano repleto de opciones siempre que queramos. Pueblos como Alcossebre, con su Sierra de Irta, un pequeño paraíso que une playa y montaña en apenas unos kilómetros, es una de esas opciones que nos harán pensar que estamos a años luz de la vida ajetreada. El Saler, con un buen número de kilómetros de playa y a apenas 15 minutos del centro de Valencia en coche, es otra. Aquí podremos perdernos siempre que queramos sin alejarnos demasiado de lo que pasa en el mundo, entre playas, buena gastronomía y las flores de azahar con las que dar fragancia a una copa de Larios 12.

Denia y Jávea, entre la playa y la montaña

Siguiendo un poco más hacia el sur en nuestro recorrido mediterráneo llegamos hasta Alicante, una región que también alberga unos cuantos lugares en los que establecerse para llevar otro ritmo de vida. Entre ellos, dos pueblos costeros, Denia y Jávea, que si bien en verano son un hervidero de actividad, en invierno destacan por su tranquilidad, buen clima y abundante oferta para vivir en contacto con la naturaleza. Los limones y limas de sus huertas, además, son el complemento ideal para un suave y refrescante gin tonic de Larios 12. Entre ambas poblaciones encontramos el Parque Natural del Montgó, coronado por el monte de 753 metros de mismo nombre y un entorno perfecto para practicar senderismo. La ruta de los 15 miradores de Jávea también nos puede deparar grandes paradas desde las que contemplar el Mediterráneo y mejores momentos de desconexión; sobre todo los más inaccesibles, como el de Cala Blanca (con sus calitas para hacer esnórquel) o el del Castell de la Granadella (con las ruinas de un imponente castillo al borde del mar).

Las Negras, desconexión total

Si lo que buscamos es ir un paso más allá y encontrar un lugar que, aunque cercano en la distancia, nos haga sentir que estamos a miles de kilómetros, Almería es nuestro destino ideal. Entre su famoso desierto de pasado cinematográfico y unas playas kilométricas y poco dadas a las multitudes, hay un buen número de pueblos en los que establecerse y olvidarse de la muchedumbre. Las Negras, rodeada del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, es uno de ellos. A 50 kilómetros de la capital de la región, y con apenas 350 habitantes, es un lugar privilegiado de casas blancas y un buen número de playas y calas cercanas en las que perderse y redescubrir el Mediterráneo.

Menorca, la fuga perfecta

La isla menos explotada de Baleares es también una de las más bellas, y la opción ideal para aquellos que quieren escaparse del ruido y de las prisas de manera permanente y entregarse a la vida slow al estilo mediterráneo que promueve Larios 12. Entre sus numerosos pueblos para perderse del tiempo, la escarpada costa del norte y las calas espectaculares del sur, localidades como Mahón y Ciutadella son enclaves perfectos para comenzar un nuevo estilo de vida y, en especial durante el invierno, escapar de las multitudes.

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