Toda la belleza de un paisaje escarchado en la muñeca
Inspirándose en los bosques invernales de las montañas de Kirigamine, la firma japonesa Grand Seiko presenta unos nuevos modelos que aúnan años de experiencia en la mecánica de la alta relojería con el atractivo de piezas de artesanía únicas
Desde su fundación en 1960, la firma relojera Grand Seiko se propuso aunar la más alta precisión con la belleza y el cuidado por los detalles característicos de la tradición japonesa. En esa búsqueda para encontrar el equilibrio perfecto entre una mecánica exacta y perdurable y la creación de piezas de artesanía únicas, a finales de la década de 1960 llegó uno de sus grandes hitos. Con el desarrollo del sistema V.F.A., siglas en inglés de Very Fine Adjustment’, la compañía conseguía alcanzar una precisión de una frecuencia mensual de ±1 minuto. Apenas unos años después, comenzó a desarrollar Spring Drive, una combinación del sistema tradicional de muelle con los avances electrónicos más avanzados. En 2004, presentó su calibre Spring Drive 9R65, que unía la cuerda automática con una tecnología de movimiento capaz de una frecuencia mensual de ±15 segundos, con lo que logró establecer un nuevo estándar. Siguiendo esa tradición, Grand Seiko presenta ahora un nuevo calibre, Spring Drive 9RB2, que integra la nueva U.F.A. (Ultra Fine Accuracy), que mide su exactitud no por semanas o meses, sino a lo largo de un año.
Esta nueva generación, que incluye los modelos Grand Seiko SLGB003 y SLGB005, reúnen una frecuencia anual de ±20 segundos, que los convierte en los relojes de pulsera con muelle más precisos de la actualidad, con un diámetro de caja de tan solo 37 milímetros. Una innovación en el interior que se refleja en el exterior en un diseño artesanal que se inspira en los paisajes naturales de Japón para lograr una pieza única.
Al este del Shinshu Watch Studio, el lugar de nacimiento de los relojes Spring Drive y de cuarzo de Grand Seiko en la prefectura de Nagano, se encuentran las montañas de Kirigamine, una zona que en los meses de invierno se caracteriza por la crudeza helada de sus paisajes. Cuando la escarcha que cubre los árboles recibe la primera luz del día, se crea un resplandor violeta que es la inspiración detrás del modelo SLGB005. Fabricado en un acero inoxidable de alta resistencia a la corrosión, el Ever-Brilliant Steel, su dial de un tono violeta profundo remite a esa belleza efímera de su lugar de origen, que se aclara gradualmente hacia el centro, revelando una textura que evoca el paisaje arbolado que emergen con la luz del amanecer. A través del fondo de su caja de cristal de zafiro, el acabado del movimiento se inspira en la escarcha de invierno, con piedras preciosas que representan las estrellas sobre las montañas de Shinshu.
Diseñada para un mayor confort, la caja de 37 milímetros de diámetro cuenta con un centro de gravedad bajo, mientras que su pulsera, con un ancho que supera la mitad de diámetro de la caja, asegura un ajuste equilibrado en la muñeca. Una pieza de precisión y artesanía que verá la luz en una edición limitada de 1.300 unidades, disponibles en las boutiques de Grand Seiko a partir del mes de noviembre, con un precio de 11.000 euros.
Por su parte, el modelo SLGB003 parte de esa misma inspiración de los paisajes helados de Shinshu, pero las esferas de ambas creaciones optan por recrear esos bosques cubiertos de escarcha con unas técnicas de acabado que crean tonos azul pálido cambiantes con la luz. La esfera del SLGB003, en High-Intensity Titanium, cuenta con un matiz azul plateado, combinada con un segundero azul templado que realza su belleza.
Ambos relojes se encuadran en la colección Evolution 9, una continuación del Grand Seiko Style que comenzó con su afamado 44GS de 1967. La caja presenta el pulido Zaratsu, característico de la firma japonesa, que proporciona un acabado de espejo libre de distorsiones. La versión de titanio incorpora un nuevo cierre de microajuste en tres pasos que permite incrementos precisos de 2 mm para una mayor comodidad. Este modelo SLGB003 ya está disponible a un precio de 12.000 euros. Dos piezas de ingeniería relojera y de artesanía exclusivas para los amantes de la perfección técnica y el refinamiento estético que conecta con la sensibilidad heredada de la tradición japonesa.