Pedri prueba que se puede contribuir a la circularidad también desde el fútbol
El centrocampista del FC Barcelona se suma a la apuesta por la circularidad de Decathlon para darle una segunda vida útil al equipamiento deportivo que cae en desuso

“¿Cuántas vueltas al mundo te ves capaz de dar con un balón en los pies?”, preguntan a Pedro González, Pedri, durante el rodaje de la campaña de circularidad de Decathlon. “Pues mira, si te digo la verdad, parece que ninguna”, responde, socarrón, el futbolista tinerfeño al comprobar que la pelota con la que estaba haciendo acrobacias mientras le filman se le acaba de escurrir entre las piernas. Todo el mundo ríe, empezando por él mismo.
Pedri parece fluir en la vida cotidiana con la misma naturalidad y elegancia que le caracterizan en la cancha. Hoy no lleva puesto ninguno de los disfraces de superhéroe con que nos hemos acostumbrado a verle desde que irrumpió en la élite, ni la casaca del Fútbol Club Barcelona ni la de la selección española. Hoy va de paisano y juega para Decathlon. En concreto, para una campaña con la que animar a darle una segunda vida útil al equipamiento deportivo que tenemos aparcado en un rincón, camino del desguace. Decathlon está dando a conocer su iniciativa Buyback, que consiste en comprar ese material (sobre todo, piezas de gama media o alta, como bicicletas o máquinas de fitness) y devolverlo al mercado, en lo que fuentes de la marca describen como una decidida apuesta por la circularidad. La campaña consiste, en efecto, en que Pedri anuncie que cuelga las botas. Pero no para abortar su carrera de manera prematura, sino para ofrecérselas a Decathlon y garantizarles así esa nueva vida que está en la base de los modelos de negocio circulares.
El futbolista, relajado y ocurrente, rueda una tras otra una serie de tomas en las que finge leer el periódico, acuna el balón sobre los hombros como si fuese una foca amaestrada, da pedales sobre una bici estática o disputa un partido de tenis imaginario. Son las siete de la tarde en el estudio de filmación de un polígono industrial de la periferia de Barcelona. Pedri ha entrenado esta mañana y en pocas horas volverá al archipiélago canario para enfrentarse a uno de los equipos de su vida, la Unión Deportiva Las Palmas, pero ahora toca asumir su papel de embajador de Decathlon y comprometerse con el medio ambiente, una de las causas sociales que le tocan más de cerca: “Yo crecí en una isla, Tenerife, que vive de sus paisajes, de que sus playas, volcanes y montes conserven un aspecto perfecto y sigan atrayendo a los turistas”, nos cuenta luego en un aparte en el que contestará a nuestras preguntas corto y al pie, con un verbo pausado, concreto y preciso. “Desde muy pequeño me inculcaron la importancia de cuidar ese tesoro natural de que disponemos. Pero es que, además, tenemos la obligación de dejárselo lo mejor que podamos a los que vendrán detrás, nuestros hijos y nietos”.
La sostenibilidad ha venido siendo una constante tanto en sus colaboraciones publicitarias como en las iniciativas solidarias en que participa. Con 19 años, por ejemplo, fue la imagen de una campaña solidaria para repartir botellas de agua reutilizables entre los niños de la escuela de fútbol del pueblo en que nació, Tegueste. Decathlon, según nos cuenta, forma parte de su vida desde siempre: “Mis padres me llevaban muy a menudo a una de sus tiendas, en Tenerife, y yo era feliz en aquel espacio tan grande, rodeado de balones y ropa deportiva. Me recuerdo jugando a fútbol yo solo en un rincón, supongo que me dejaban hacer porque era bien chiquito y no armaba mucha bulla”. Tras crecer en un hogar en que abundaban las prendas de Decathlon, Pedri ha acabado enrolado por la marca deportiva para participar “en una campaña que quiere crear conciencia sobre un problema muy importante, la gran cantidad de residuos que genera el consumo excesivo, y proponer una solución tan eficaz y tan eficaz y tan sencilla como vender lo que ya no usamos para que pueda ser reutilizado”.
Él mismo, según explica, ha adoptado la circularidad como uno de sus nuevos hábitos de consumo: “Estoy intentando no tirar nada. Regalo la ropa que ya no me pongo o los juguetes y el material deportivo que no utilizo a cualquiera, familiar, amigo o quien sea que vaya a darle una segunda vida”. En su opinión, resulta útil que los personajes públicos se comprometan con causas de interés social como la transición a una economía más sostenible: “Después de todo, lo que hacemos tiene una enorme repercusión, llega a muchísima gente, y creo que esa influencia social hay que utilizarla de manera responsable. Me parece estupendo que la gente pueda descubrir nuevas opciones de economía circular gracias a una campaña protagonizada por un futbolista de élite”.
Antes de reincorporarse al rodaje, Pedri encuentra tiempo para hablar de fútbol: “Estamos haciendo una estupenda temporada, tal vez la mejor desde que llegué a Barcelona. Veo al equipo muy bien y creo que este año podemos hacer grandes cosas, pero de poco servirán el buen juego y las buenas sensaciones si al final no ganamos algún gran título”. Su excepcional rendimiento ha hecho que analistas como Julio Maldonado, Jorge Valdano o Alfredo Relaño empiecen a referirse a él como uno de los mejores centrocampistas del mundo, si no el mejor. Él atribuye este salto cualitativo a la continuidad: “Toco madera, pero lo más importante es que me están respetando las lesiones y tengo la confianza del entrenador, de manera que, por primera vez en unos años, he podido jugar muchos partidos seguidos. Además, aunque suene extraño decirlo, porque aún soy muy joven, creo que he madurado y acumulado mucha experiencia. Siento que ahora entiendo mucho mejor el fútbol, conservo la calma, tomo mejores decisiones”. Más aún, pese a jugar en el eje del centro del campo, más alejado de la portería contraria de lo que en él era habitual, las cifras de goles y asistencia alcanzadas a estas alturas son las mejores de su carrera: “Veo puerta con más facilidad, sí, pero nunca seré un gran goleador. En todo caso, puedo aspirar a estar entre los máximos asistentes. Siento que mis asignaturas pendientes son que debo asumir más responsabilidades y mejorar en el aspecto defensivo, porque mi nueva posición lo exige, pero también he hecho progresos en esos aspectos”. Su superpoder, la cualidad que le hace distinto sigue siendo, en su opinión, “la capacidad de pensar antes de recibir la pelota”, ese GPS mental de altísima precisión que le permite discernir en todo momento cuál es la posición de sus compañeros, qué puede hacer y cómo hacerlo. “Es algo instintivo”, concluye.