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Ovnis, asesinatos brutales y tensión sexual sí resuelta: así fue el episodio que arruinó estas 10 series de éxito

La legendaria ‘Luz de luna’ desembarca en Filmin con su categoría de clásico afectado por un mal que han sufrido otras grandes ficciones como ‘True Blood’, ‘Dallas’, ‘The Walking Dead’ o ‘Los Serrano’: un día sus guionistas fueron demasiado lejos

LUZ DE LUNA - A mediados de los ochenta, cuando todavía sorprendía que una actriz de cierto renombre trabajase en televisión, la Cybill Shepherd de 'Taxi Driver' y 'La última película', dio con el papel que la consagraría: Maddie Hayes, una modelo que ya ha vivido sus mejores días y tras recibir una herencia envenenada se ve al frente de una ruinosa agencia de detectives por la que pulula el encantador David Addison, o sea, Bruce Willis cinco minutos antes de convertirse en una estrella de Hollywood. Apoyada en la química entre ambos y en unos diálogos rapidísimos que recordaban a Hawks y Wilder, 'Luz de luna' se convirtió en un éxito instantáneo. ¿Cuál fue el giro de guion que defraudó a la audiencia? Es un caso tan paradigmático que dio lugar a lo que se conoce como “la maldición de Luz de Luna”, definida por Urban dictionary como: “Cuando la pareja televisiva que quiere y no quiere estar unida finalmente se une y arruina el programa”. Tras tres temporadas de tensión sexual no resuelta entre David y Maddie, los productores decidieron que había llegado el momento de entregarles a la pasión y el acontecimiento se anunció como: “Se acabaron los comentarios entre líneas. Esta noche serán entre sábanas”. Más de 60 millones de espectadores estadounidenses vieron como el muro entre ambos se venía abajo a ritmo del 'Be my baby', de las Ronettes. Se besaron, se abofetearon y consumaron su pasión sobre la moqueta haciendo añicos cuanto elemento decorativo se encontraban a su paso. La secuencia se ha convertido en un clásico, pero supuso un punto de inflexión para la audiencia, que a partir de entonces bajó en picado. No se puede culpar sólo al esperado revolcón: series como 'Friends' o 'Bones' han sobrevivido con éxito a la misma estrategía. En el fin de 'Luz de luna' incidieron más factores. En ese momento Shepherd estaba embarazada de gemelos y Willis arrancando su exitosa carrera en Hollywood, lo que obligó a crear tramas por separado, algo que iba en detrimento de la mecánica del producto. Más que la resolución de la tensión sexual, lo que arruinó 'Luz de luna' fue la desidia de sus intérpretes y la falta de recursos de los guionistas a la hora de esbozar nuevas tramas que enganchasen al público. La serie continuó dos temporadas más, pero sin el éxito previo. ABC Photo Archives (Disney General Entertainment Con)
DEXTER - En una serie centrada en los crímenes de un asesino en serie justiciero ni el amor ni las relaciones parecían estar destinados a tener un papel relevante. Sin embargo, la historia de Dexter con su encantadora vecina Rita y su abrupto e inolvidable final acabó conquistando a los seguidores del forense especialista en salpicaduras de sangre de la comisaría Miami-Metro. ¿Cuál fue el giro de guion que defraudó a la audiencia? Si bien su faceta como inesperado padre y esposo no soliviantó a sus fans, sino que se sintió como algo coherente con el personaje, si resultó desconcertante que su hermanastra Debra descubriese como por ensalmo que estaba enamorada de él. Dexter, el psicópata metódico, y Debra, la policía intempestiva, mantenían una relación excelente, pero en ningún momento nadie pudo intuir que entre ellos hubiese algo más que afecto de hermanos. Ni el risible final de la serie fue más desconcertante que escuchar a Debra declararse a Dexter. Resultó especialmente anticlimático, ya que lo que los seguidores esperaban ansiosos es que ella descubriese la verdadera naturaleza de su hermanastro y ese momento fue opacado por unos sentimientos que aparecieron de la nada. "Fue desagradable y vergonzoso, la culminación de seis temporadas en las que los guionistas se burlaron de Deb”, lo describió 'Buzzfeed'. Los guionistas, por su parte, se mostraron sorprendidos por el hecho de que la audiencia no tuviese reparos en aceptar que él fuese un asesino que descuartizaba a sus víctimas, pero se escandalizasen porque una mujer con la que se había criado, pero con la que no compartía sangre, se enamorase de él. Pero ni siquiera que ambos actores estuviesen casados durante el rodaje tranquilizó a una audiencia que supo que aquel disparate significaba el principio del fin de la coherencia. CBS Photo Archive (CBS via Getty Images)
DALLAS... - El culebrón estadounidense por antonomasia se apoyaba principalmente en la tensa relación entre los hermanos Ewing, el seráfico Bobby y el malvado J.R., unos modernos Caín y Abel con sombrero vaquero. Durante la mayor parte de su larga trayectoria, 'Dallas' había disfrutado de un dominio de los índices de audiencia impensables, fue un fenómeno televisivo y social que provocó que su protagonista Patrick Duffy empezase a escuchar los cantos de sirena de Hollywood. Tras anunciar su deseo de dejar la serie definitivamente, los guionistas optaron porque Bobby, su personaje, falleciese tras ser atropellado en el final de la octava temporada. Trescientos millones de espectadores de todo el mundo asistieron a su funeral televisivo. ¿Cuél fue el giro de guion que defraudó a la audiencia? El fallecimiento de Bobby provocó un bajón en la audiencia que intentó ser revertido por los productores con uno de los movimientos más audaces de la historia de la televisión. En los últimos momentos de la novena temporada a Pamela, la viuda de Bobby, la despertaba el sonido del agua, caminaba hacia el cuarto de baño y allí se encontraba con un sonriente Bobby. “La escena de ducha más famosa desde Psicosis”, la llamaron los medios. Según contó después Duffy, ningún otro protagonista, ni siquiera la mayoría de los directivos de CBS, estaban al tanto de la escena. Había sido editada una hora antes de que se emitiese y rodada con tanto secretismo que ni Victoria Principal, la actriz que interpretaba a Pamela, sabía lo que pasaba en la ducha. El ya legendario fin de temporada dejó a los espectadores con la duda de si habían visto al verdadero Bobby, lo que era un disparate, si se trataba de un impostor o de una pesadilla. Tres meses después salieron de dudas y se quedaron estupefactos: Bobby estaba vivo y toda la temporada no había sido más que una noche en la cabeza de Pamela. “Además de hacer que todos los episodios de la temporada pasada carezcan de sentido, fue un engaño para el público”, lamentaba la prensa especializada. Aquella no muerte afectaba a todas las tramas de la temporada, algo que no gustó a los actores implicados y tampoco a la audiencia, que sintió que hasta en los culebrones hay líneas rojas. Los productores no entendían tanta animosidad cuando el recurso del sueño ya se había utilizado en 'The Bob Newhart Show', aunque en el caso de la legendaria telecomedia estadounidense tenía justificación, ya que se trataba de una comedia y ningún espectador sintió que habían jugado con sus sentimientos. CBS Photo Archive (Getty Images)
...Y LOS SERRANO - Como los retos, hasta los absurdos, están para superarlos, en España los guionistas de 'Los Serrano' decidieron copiar una de las secuencias más célebres de la historia catódica, pero no para borrar una temporada, sino ocho. Si los espectadores pensaron que la muerte del personaje de Belén Rueda en la temporada seis había sido un auténtico shock, la serie le dio la vuelta con el final (ya definitivo) de la temporada ocho, en la que su viudo, el personaje de Antonio Resines, decide suicidarse y, acto seguido, despierta para descubrir que todo había sido un sueño y la acción vuelve cinco años atrás, con todo el reparto (Lucía incluida) vivito y coleando. Con todo, el mayor despropósito es que sus creadores consiguieron argumentar que había sido una idea original y no mentar ni a Bobby Ewing ni a Bob Newhart. A día de hoy, "el sueño de Resines" sigue siendo controvertido. Jose R. Aguirre (Cover/Getty Images)
ANATOMÍA DE GREY - El resultado de mezclar 'Urgencias' y 'Melrose Place' le proporcionó a Shonda Rhimes su primer gran éxito y a la cadena ABC un producto casi inagotable que sigue vigente tras 21 temporadas, aunque la presencia de su protagonista Meredith Grey haya pasado a ser casi testimonial. ¿Cual el giro de guion que defraudó a la audiencia? “Este desastre de 'Anatomía de Grey' sigue siendo la cosa más salvaje de la televisión”, sentenció 'Collider'. Es mucho decir en una serie médica que tuvo un capítulo musical, un tirador que aterrorizó al hospital y a Christina Ricci sujetando durante horas una bomba en el cuerpo de un hombre. Pero el episodio del accidente aéreo de la octava temporada significó un antes y un después en una serie acostumbrada a los excesos, especialmente porque significó la muerte de personajes principales y sus daños colaterales aún resuenan en un hospital que cambió su nombre a partir de aquel incidente. Fallecieron Lexie, la medio hermana de Meredith, y Sloan, el rival en belleza de McDreamy, Arizona perdió una pierna, Derek creyó que jamás volvería a operar y Christina Yang se sumió en una crisis que le hizo perder la voz. Demasiadas emociones para una serie que muchos habían empezado a ver por su contenido erotico festivo y la sinuosidad de los residentes. Frank Ockenfels (Disney General Entertainment Con)
LOS COLBY - El éxito de 'Dinastía', la heredera glamurosa de 'Dallas', donde no había petróleo ni vacas, solo oro y caviar, y en la que nadie osaba vestir vaqueros so pena de destierro, dio lugar a una continuación de la serie que seguía los pasos de Fallon, la hija de Blake Carrington y Alexis y uno de los personajes más populares de la serie, a la que rodearon de estrellas del Hollywood clásico como Charlton Heston y Barbara Stanwick. ¿Cuál fue el giro de guion que defraudó a la audiencia? Fallon llegó a 'Los Colby' tras sufrir amnesia y toparse casualmente con sus primos de California, un argumento bastante convencional tratándose de un culebrón. Y cuando la serie no obtuvo la audiencia esperada a pesar de la fuerte apuesta económica que la cadena había realizado, hubo que buscar otra manera más rocambolesca aún de devolver a Fallon a 'Dinastía'. Lo que se les ocurrió demuestra lo infravalorado que está el trabajo de los guionistas de culebrón. En medio del desierto de Mojave —lo que hacía una hija de Alexis adentrándose en tan polvoriento confín era la gran pregunta de aquella noche— Fallon se encontraba... ¡un ovni! Y del ovni descendía un amable extraterrestre que la invitaba a subirse a su nave. Dicen que hicieron falta varias tomas porque la actriz Emma Sams no podía contener la risa. Y eso que ya había muerto y resucitado y se había enamorado de su hermano antes de saber que lo era. Las audiencias de 'Dinastía' tampoco mejoraron con el retorno de Fallon y el incidente del ovni, del que en la serie no se habló demasiado, se convirtió en una señal clara de que nadie dentro de la producción seguía creyendo en ella. ABC Photo Archives (Disney General Entertainment Con)
DOCTOR EN ALASKA - Empezó como un relleno de la programación veraniega que sólo iba a durar ocho capítulos y acabó convirtiéndose en uno de los títulos claves de eso que se llama “televisión de culto”. Las andanzas de un médico “comprado” por un exastronauta terrateniente que se ve obligado a abandonar su vida de urbanita feliz para saldar su deuda estudiantil y sustituir su amado Queens por los inhóspitos paisajes de Alaska ganó 27 premios Emmy y fue vendida en España con el desconcertante eslogan de “una 'Twin Peaks' para gente normal”. ¿Cuál fue el giro de guion que defraudó a la audiencia? Paradójicamente no hay mayor condena para una serie que su éxito, o al menos era así cuando la televisión se consideraba un demérito en el currículum de un actor y estos sólo las utilizaban para alcanzar un papel en la gran pantalla, algo que les llevaba a abandonar las series que las encumbraron en cuanto recibían la primera llamada de Hollywood. Algo así sucedió con 'Doctor en Alaska'. Rob Morrow era un desconocido cuando interpretó al doctor Fleischmann, pero en cuanto la popularidad de la serie le convirtió en una cara conocida no dejó de intentar abandonarla casi con tanta intensidad como su personaje pretendía abandonar Cicely. Empezó desapareciendo paulatinamente y dando margen a que otros personajes menos carismáticos tuviesen mayor relevancia hasta que, finalmente, se fue. Quien llegó al “París del norte” fue el doctor Capra y su mujer. Ambos, al contrario que el de Queens, estaban genuinamente encantados de estar allí, algo diametralmente opuesto al espíritu de la serie, que afectó a las audiencias y precipitó su cancelación. CBS Photo Archive (CBS via Getty Images)
DR. HOUSE - Siguiendo la tradición de series médicas que funcionan como un procedimental policíaco, 'House' fue un éxito desde la primera temporada. Los profundos ojos azules de Hugh Laurie, un trasunto poco disimulado de Sherlock Holmes, insoportable, adicto, brillante, egoísta y un expendedor de frases lapidarias, conquistó a la audiencia de medio mundo, también a la española donde se convirtió en un fenómeno y en una de las principales bazas de Cuatro en España. ¿Cuál fue el giro de guion que defraudó a la audiencia? A partir de la cuarta temporada la serie fue deslizándose por la pendiente de la autocomplacencia. Los misterios médicos ocupaban cada vez menos espacio frente a las derivas emocionales de los protagonistas. El lupus, el Crohn y el Munchausen por poderes fueron orillados por las interminables rupturas y reconciliaciones de Chase y Cameron y la ironía, la genialidad y el sarcasmo de House reemplazados por mera falta de educación y decisiones incomprensibles. El momento más bajo de la serie llegó cuando, al final de la séptima temporada, House, en un ataque de celos, empotró su coche en la casa de la doctora Cuddy, su principal apoyo hasta entonces y su interés romántico recién consumado. Aquella incomprensible reacción supuso la última aparición de Cuddy en el programa y su falta (así como la falta de oremus de los guiones) fue minando una serie a la que en su temporada final ya nadie prestaba demasiada atención. NBC (NBCUniversal via Getty Images)
TRUE BLOOD - La adaptación de la novela de Charlaine Harris hizo que los veranos de mediados de los 2000 fuesen muy divertidos. Gracias a la invención de la sangre sintética, los vampiros podían vivir integrados en la sociedad y en Bon Temps, el pueblo en el que transcurría la serie, convivían con cambiaformas, hombres lobo y ménades aficionadas a las orgías campestres. En 'True Blood' había sangre, pero sobre todo había sexo y mucha carne a la vista, como mandan los cánones de las ficciones sureñas. ¿Cuál fue el giro de guion que defraudó a la audiencia? Hace unos días los nostálgicos de Bon Temps se llevaron una encantadora sorpresa al ver a Alexander Skarsgård brevemente en 'Lo que hacemos en la sombras', una referencia a su recordado vampiro Eric Northman en 'True Blood', el vampiro que se ponía mechas y tomaba el sol desnudo. Eric era uno de los vértices del triángulo amoroso que vertebraba 'True Blood' junto al circunspecto vampiro Bill y la humana Sookie. La versión desprejuicidada de 'Crepúsculo' empezó a perder parte de su gracia cuando se nos hizo saber que aquel amor que hacía temblar, a veces literalmente, los cimientos de Bon Temps, estaba basado en una característica de la sangre de Sookie... ya que era un hada y no la única persona normal del pueblo, lo que echaba por tierra toda la fascinante historia de amor interespecie sobre la que se sustentaba la serie. MPTV.net
THE WALKING DEAD - La adaptación de la novela gráfica de Robert Kirkman insufló nueva vida al universo de las ficciones de zombies y consiguió audiencias millonarias. En 'The Walking Dead' el asunto no iba tanto de tratar de revertir el fenómeno o encontrarle explicación (de hecho los zombies son casi el menor problema de los pocos no afectados): el verdadero enemigo son el resto de los cada vez más deshumanizados supervivientes. ¿Cuál fue el giro de guion que defraudó a la audiencia? Resulta casi grotesco quejarse del exceso de violencia en una serie sobre zombies, pero cuando en el inicio de la temporada siete se emitió el capítulo en el que eran asesinados Glenn y Abraham la audiencia quedó devastada. No era una muerte ajena a la historia original, pero el cariño que los espectadores sentían por Glenn —el propio Kirkman fue retrasando cada vez más esa baja en los cómics, incapaz de decir adiós a su creación— supuso un punto de inflexión en la serie. "¿Alguien más piensa que la muerte de Glenn en 'The Walking Dead' arruinó todo el espectáculo?", se preguntaban en las redes sociales. “Sí, dejé de ver la serie tras ese episodio porque sentí que era una escena injustificada” fue uno de tantos comentarios que suscitó el capítulo. La brutalidad con la que ambos personajes mueren a manos de Negan y su bate Lucille ya estaban en el cómic, pero la cálida interpretación de Steven Yeun había convertido a Glenn en uno de los centros morales de la ficción. “Había muchas otras opciones que habrían sido menos controvertidas, pero matar a Glenn fue como si el corazón y el alma de 'The Walking Dead' fueran arrancados”, sentenció la web Screen Rant.©AMC/courtesy Everett Collection (©AMC/courtesy Everett Collection / Everett Collection / Cordon Press)