Una esfera congelada: lo nuevo de Bell & Ross es un homenaje a la belleza del frío
El nuevo BR-05 Skeleton Arctic Blue emplea un sofisticado método para alumbrar un efecto estético inédito
En los últimos años la relojería tradicional ha dado pasos de gigante. Cajas de formas inéditas, complicaciones aparentemente imposibles, esferas esqueletizadas o convertidas en espectáculos en miniatura... La novedad para este invierno de Bell & Ross, la firma francesa fundada por Bruno Belamich y Carlos Rosillo, es un ejemplo de esos nuevos horizontes que resultaban impensables hace solo una década. Basta echar un vistazo a su caja, recorrida por destellos azulados, para entenderlo: es como si la esfera se hubiera congelado, o como si un pequeño paisaje alpino se hubiese encapsulado en el interior de la caja.
La nueva edición limitada de la marca se llama BR-05 Skeleton Arctic Blue y es un pequeño tour de force, tal y como explica Belamich, que además ejerce como Director Creativo de la casa. “La idea detrás del acabado Ártico de la esfera es jugar con un diseño que pueda verse como hiperrealista o abstracto. El realismo del hielo agrietado puede dar la ilusión de estar volando sobre un lago helado. La esfera parece tallada en un trozo de hielo. Las líneas blancas grabadas también pueden percibirse como un motivo abstracto sobre un fondo azul transparente. Se mire como se mire, la magia del diseño funciona”.
Por supuesto, llegar a este aspecto final ha requerido un proceso ingenioso y complicado. Sobre una placa. Sobre una placa de cristal azulado se han hecho incisiones láser que evocan las grietas de un lago helado. La tampografía ha servido para añadir matices blancos que recuerdan a la escarcha. El resultado es un trampantojo esmerilado, un ejercicio de poesía contenido en una caja de 40 milímetros potenciada por la forma cuadrangular de esquinas redondeadas que ha hecho famosa a la marca, y que se inspiró en primer lugar en los instrumentos de navegación de los aviones. Este nuevo modelo pertenece a su colección BR-05, la más urbana, elegante y relajada de todas. El brazalete integrado lo hace aún más fácil de llevar.
En el interior de esa caja de aspecto gélido y cálido al mismo tiempo, la luz atraviesa el movimiento gracias a su concepto esqueletizado, recorrido por una luminosidad suave. Y lo que se ve es un movimiento de manufactura, mecánico automático con reserva de marcha de 54 horas. Esta edición está limitada a 250 piezas, por lo que solo está disponible en las boutiques Bell&Ross (como la de Madrid, en la calle Serrano 86) y en su propia tienda online.