Borreguito, acolchados, punto y otras ideas para vestir bien en invierno
Hay vida más allá del jersey de ochos y los guantes de esquí: en esta guía de estilo dominan los colores suaves y las reinterpretaciones de la ropa de trabajo
Arrecia el invierno y desde ICON traemos una selección de prendas pensadas para hacer frente al frío con estilo. Hay clásicos imbatibles, jerséis y plumíferos de diseño tradicional, y también productos para protegernos de pies a cabeza. Esta temporada triunfan los tonos beis y tierra, pero con incursiones ocasionales de detalles llamativos. Los cortes interpretan siluetas clásicas, pero constatan el éxito de la ropa de trabajo como el nuevo estándar para vestir en cualquier ocasión. Reina el espíritu práctico y las inspiraciones deportivas o urbanas se han tamizado hasta conformar lo que podríamos llamar una nueva elegancia relajada. Tome nota.
En caso de duda, las fibras naturales siempre son una apuesta segura. Y este jersey de Emidio Tucci (en El Corte Inglés) apuesta por el cachemir, una lana especialmente ligera y especialmente poderosa frente al frío. El corte recupera el modelo clásico de cuello vuelto, y el color es un rojo oscuro perfecto para elevar el ánimo en una temporada dominada por los tonos tierra y neutros.
Otro clásico del entretiempo que salta sin problemas al invierno. Esta cazadora de efecto piel es Mango Man y su diseño, con cuello camisero y bolsillos frontales, es una versión pulida y ligera de la chupa de motorista.
El canalé es el rey de los tejidos de punto, pero no hay motivos para no buscar alternativas originales como esta. Se llama punto waffle, porque su estructura de puntadas en pequeños cuadrados recuerda al aspecto de un gofre. El gorro beis es Pull&Bear.
Esta chaqueta de sherpa, llamada así por la forma de su cuello de borreguito, es una versión suave y esponjosa del corte clásico trucker, con estampado de cuadros y varios bolsillos. Es de la firma estadounidense Gant y tiene un corte holgado, perfecta para vestir como capa superior. Ponga un toque de grunge en su vida.
El chaleco acolchado es una de las prendas más versátiles que existen. Aquí, Carhartt WIP, firma pionera de la ropa de trabajo americana, le resta solemnidad con un estampado que recuerda al camuflaje. Llévelo como una capa intermedia, bajo un abrigo o gabardina, o como prenda superior para lucirlo en todo su esplendor.
También en el mundo de las bufandas hay tendencias. Las hay de tejidos técnicos y naturales, con distintos tipos de punto, en colores flúor y en tonos tierra. Y luego hay clásicos perennes como los cuadros escoceses. Esta bufanda es Lloyd’s (en El Corte Inglés) y es 100% de lana.
El frío pone a prueba la piel, y es entonces cuando conviene tener una crema de manos para llevar a todas partes. En la firma australiana Aesop han ideado este bálsamo aromático llamado Eleos que, como todos los productos de la casa, tiene un olor botánico irresistible, además de aceites y mantecas vegetales que aportan hidratación y protección.
El borreguito es una textura interesante e inevitable en cuanto llega el frío. Su tacto esponjoso esconde propiedades térmicas incuestionables: es un tejido calentito, perfecto para proteger el cuello. Por eso esta chaqueta Mango Man lo incorpora en tono en contraste.
Unos buenos guantes siempre vienen bien. Y estos, de Marc O’Polo, están destinados a durar años. Elaborados con piel de cabra, la más suave y flexible para proteger las manos, cuentan con forro térmico de poliéster y puños de lana natural para mejorar el ajuste. No querrá otros.
El borreguito puede estar presente en un detalle concreto, un cuello o el forro de un bolsillo, pero también recorrer toda la superficie de la prenda. Esta chaqueta Pull&Bear es puro espíritu urbano: cuello camisero, proporciones generosas y bolsillos extragrandes.
La prenda ideal es la que apenas requiere mantenimiento. Y estos pantalones ni se manchan ni se arrugan. Son el nuevo modelo de Dockers, Signature Iron Free Khaki, cuya tecnología Stain Defender® repele las manchas de líquidos de base acuosa, como vino o café. Idóneos para ir siempre hecho un pincel, llueva o truene.