El arte de inventar un material: Audemars Piguet presenta su nuevo carbono forjado
Con menos resina y más precisión, esta innovación tecnológica se estrena en la colección Royal Oak Concept, la más experimental de la relojera suiza
En ocasiones, lo que parece un simple cambio de color puede esconder todo un proceso de investigación e innovación. Esto es especialmente aplicable al mundo de la relojería, donde cada nuevo matiz o material exige nuevos ajustes en un sistema de producción que mezcla alta artesanía y tecnología punta. Es lo que sucede en la nueva incorporación a la colección Royal Oak Concept, la más avanzada de Audemars Piguet. La firma suiza fundada en Le Brassus llevaba más de ocho años sin emplear el carbono en sus relojes, y ahora lo reintroduce de un modo insólito en el sector.
En primer lugar, conviene destacar que el carbono CFT no es un material convencional, sino uno desarrollado en los laboratorios de Audemars Piguet durante cinco años. Este material no poroso es un carbono forjado que permite obtener un color especialmente intenso porque lo que se colorean son las fibras de carbono (lo normal es aplicar el color en la resina). En este primer modelo, ese tono es un negro de extraordinaria profundidad, inédito en la industria, y que también es más resistente a la humedad, el calor y los impactos gracias precisamente a su menor contenido en resina. Se ha empleado en la carrura, que es la parte media de la caja del reloj, y la más importante, porque contiene el mecanismo y condiciona el resto de elementos. Además, cuenta con pigmentos luminiscentes azules que le aportan un aspecto futurista y misteriosos, y que le da una singularidad especial: como las etapas de la fusión se realizan a mano, cada carrura tiene pequeñas diferencias.
También es futurista e hipnótica la esfera esqueletada o la cerámica negra presente en el bisel, la corona, los pulsadores y el fondo. Con detalles en azul eléctrico, el Royal Oak Concept cronógrafo con Ratrapante GMT Fecha Grande de 43 milímetros con calibre 4407 es una suerte de compendio de funciones interesantes que conviene detallar en condiciones. El cronógrafo flyback permite poner a cero el contador y reiniciarlo sin necesidad de pararlo. Al mismo tiempo, el mecanismo ratrapante permite medir tiempos intermedios gracias a una aguja adicional que se puede detener de forma independiente. La función GMT muestra la hora en un segundo uso horario, y la fecha grande, de aspecto digital pero corazón analógico, permite una mejor legibilidad. El resultado es, como afirman desde la marca, una máquina de precisión fácil de utilizar y que demuestra lo bien que entiende y aplica la vanguardia esta firma relojera nacida en 1875 en Le Brassus.