Inspirados en la naturaleza y la elegancia del ballet: los esenciales para este invierno no son nada básicos
COS, la firma epítome de elegancia silenciosa y contemporánea, pone rostro a sus nuevas propuestas de otoño-invierno con una colección de espíritu neoyorquino que celebra su identidad atemporal
¿Se puede sorprender con un básico? Pocas firmas como COS han conseguido hacerlo. La marca con sede en Londres ha dado forma a un sorprendente imaginario colectivo en el que confluyen la coherencia, la atemporalidad y la innovación. Mucho antes de que abusáramos de la etiqueta de lujo silencioso, sus diseños ya premiaban las siluetas pulidas, la factura artesanal y la calidad imperecedera. Premisas presentes tanto en su nueva colección otoño-invierno como en su arquitectónica propuesta Atelier.
“Creo que siempre buscamos la atemporalidad. Pero también hacer que la persona que lleva nuestras prendas parezca que no hace ningún esfuerzo”, aseguraba su Directora de Diseño, Karin Gustafsson, al final del desfile otoño-invierno 24 /AW24, celebrado en el marco de la Semana de la Moda de Nueva York. La firma, que asegura tener el espíritu sofisticado de la Gran Manzana, eligió el histórico Astillero Naval de Brooklyn para desembarcar sus propuestas de la colección AW24. Una travesía bajo el sol de septiembre, que para muchos arrancaba en un ferry desde Manhattan y culminaba en un escultórico laberinto, donde se sucedían unos looks inspirados en la naturaleza –tanto en las texturas de los tejidos como en la paleta neutra, con ligeras concesiones al verde y al burdeos– y el movimiento.
La colección masculina se despoja de la sencillez que se espera de un básico, reinventando los esenciales que todo hombre debería tener en el fondo de armario. Lo hace con un golpe de efecto, a través de cortes modernistas y técnicas de superposición de capas. Una propuesta de sastrería fluida para vestir las 24 horas del día y experimentar con las texturas de los tejidos: los pantalones de pernera de barril se combinan con delicadas camisas de seda drapeada o, en su versión más urbana, con cazadoras oversize repletas de detalles de cuero o borreguillo; las prendas de punto texturizadas, contrastan con las líneas impolutas de las camisas sastre; mientras que los trajes monocromáticos potencian su personalidad junto a capas de cashmere y abrigos de lona. ¿La prenda estrella? Un abrigo de espiga que combina con todo.
COS también aprovechó la ocasión para revelar las novedades de Atelier, la colección cápsula que vio la luz en octubre de 2022, con algunas piezas que se presentaron en el primer show de COS en NYFW con la colección otoño-invierno 22. Inspirada en la elegancia del ballet –Gustafsson estudió la obra de Pina Bausch–, la firma trasladó las ideas de movimiento y fluidez sobre los patrones y materiales. El resultado es una serie de prendas de volúmenes suaves y drapeados refinados que parece desplomarse sobre el cuerpo.
Esta temporada, el denim apuesta por tonos crudos y siluetas amplias, a juego con cazadoras bomber de punto. Las camisas fluidas hacen match con pantalones sastre estructurados, mientras que los chalecos de lana se llevan con camisa blanca y americanas de doble botonadura. Conjuntos totalmente versátiles que alcanzan su máximo exponente en unas camisas de cuellos y botones extraíbles. Los bolsos de piel plegable y los mocasines de piel de poni completan este cuerpo de baile perfectamente otoñal.
Ante el objetivo del prestigioso fotógrafo Karim Sadli, el actor y dramaturgo Colman Domingo, arropado por el intérprete Christopher Abbott, el músico Aidan Bissett o los modelos Taemin Park y Dara Weye ponen rostro a una elegante campaña que celebra los valores de la firma y, sobre todo, la individualidad de quien viste sus prendas.