Arón Piper, un tímido superestrella en la portada de mayo

“A los 17 o así dejé la mala vida y me vine a Madrid a perseguir un sueño”, cuenta Arón Piper.” Antes no tenía futuro, no tenía nada. Mi futuro era acabar preso. Tuve una época antes de Élite, ya aquí en Madrid, que no me podía montar en e metro. De repente me daban ataques de pánico fuertes. A día de hoy quedan algunos posos. Pero estoy muy bien”. Es protagonista de la portada de ICON en mayo que mañana llega a los quioscos. Ha cambiado, todo lo que er...

“A los 17 o así dejé la mala vida y me vine a Madrid a perseguir un sueño”, cuenta Arón Piper.” Antes no tenía futuro, no tenía nada. Mi futuro era acabar preso. Tuve una época antes de Élite, ya aquí en Madrid, que no me podía montar en e metro. De repente me daban ataques de pánico fuertes. A día de hoy quedan algunos posos. Pero estoy muy bien”. Es protagonista de la portada de ICON en mayo que mañana llega a los quioscos. Ha cambiado, todo lo que eran dudas hoy es aplomo, protagoniza series y películas, es un cantante de música urbana que acaba de volver de una gira europea y, sobre todo, asegura haber superado sus miedos y sus ansiedades.

Comparte número con otros actores jóvenes que también han crecido mucho muy rápido. Es el caso del inglés Sam Clemmett, que protagoniza Queen Charlotte, nueva entrega de Los Bridgerton, o del francés Paul Kircher. Y con gente que vivió ese ascenso meteórico y sobrevivió, como el Dj y productor Alan Braxe, que recuerda cómo hace 20 años su amigo Thomas Bangalter, de Daft Punk, le ayudó a sobrellevar que uno de sus temas, Music Sounds Better With You, vendiera de golpe millones de copias. Pero también aparecen personajes como Álex Brendemühl, actor catalán de 50 años a quien le seduce la idea de llevar un perfil bajo. A lo lejos, discreto, ha rodado más de cien películas en cinco idiomas diferentes. Ser casi invisible es su método interpretativo: “Creo que uno de los secretos para seguir resultando creíble en los personajes que interpretas es mantener tu identidad un poco escondida. Tener una actitud abstracta o neutra de cara a poder transformarse en personaje”, explica. O personas alérgicas a los consejos: cuando el escritor Andrew Sean Greer ganó, contra todo pronóstico, el premio Pulitzer por su novela cómica Less, su agente le felicitó con una advertencia breve pero innegociable: “No hagas una segunda parte”. Less está perdido llega ahora a las librerías.

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