ICON PARA JOHNNIE WALKER

Este Whisky siempre es un buen regalo navideño (y Winston Churchill nos daría la razón)

Con una botella elegante de líneas cuadradas y un sabor ahumado y balanceado, Johnnie Walker Black Label merece su puesto en las ‘wishlist’ navideñas y las celebraciones más especiales. Si por algo es famoso es por su capacidad para mezclarse.

Ni grandes envoltorios ni papeles estridentes, hacer un regalo es una cuestión personal y esa es la única premisa que debemos seguir: demostrar que conocemos muy bien a su destinatario. Lo aseguran desde Johnnie Walker que, en estos más de 200 años de historia, han convertido sus lujosos whiskies escoceses en un infalible navideño. Para aquellos que lo tienen todo —Mark Twain aseguraba que demasiado de un buen whisky raramente es suficiente—, pero, sobre todo, para aquellos que tienen muy claro lo que quieren.

Elaborado con whiskies puros envejecidos durante un mínimo de 12 años y sabores de los cuatro rincones de Escocia, Johnnie Walker Black Label es, según el autor de La Biblia del Whisky, Jim Murray, el Everest de los destilados de lujo y uno de los referentes en el arte de mezclar. Capaz de convencer tanto a Winston Churchill —el ex primer ministro británico llegó a pintarla en un bodegón que salió en 2020 a subasta en Sotheby’s—, como a Joan Holloway, el fabuloso personaje al que dio vida Christina Hendricks en Mad Men; su botella de líneas cuadradas evoca elegancia, magnetismo y experiencias.

Este blend de sabor suave y balanceado, es el protagonista de una historia que nada tiene que envidiar a los cuentos de Navidad: la feliz ocurrencia de un pequeño y obstinado comerciante que a principios del siglo XX, cuando la mayoría de tiendas ofrecían destilados puros y poco consistentes, decidió mezclarlos hasta dar con una bebida única y memorable. Legaría la fórmula y su vocación a las siguientes generaciones de la familia, que lo convirtieron en el escocés más vendido del mundo. Porque los pasos de su elegante caminante son así de impredecibles, regalar una botella de Johnnie Walker Black Label es hacer una promesa de futuro, por los momentos que están por llegar y compartir.

Tiempo de experimentar

Si la marca de un buen whisky es su versatilidad, Johnnie Walker Black Label, con su gusto suave y ahumado, es el secreto para elevar y celebrar los momentos navideños que están por venir.

El clásico: Johnnie Walker Black & Soda

Para disfrutar del sabor ahumado y suntuoso de este whisky, llena un vaso alto con cubitos de hielo y agrega 25 ml de Johnnie Walker Black Label. Rellena hasta el tope con agua con gas y decora con una rodaja de limón. Listo para brindar.

El purista: Johnnie Walker Black Old Fashioned

El trago que serviría Don Draper en una cena navideña —o por el que se ausentaría de ella—. Pon un cubo de azúcar en un vaso y mézclalo con un chorro de Amargo de Angostura, hasta que se disuelva. Llena el vaso con hielo, agrega 50 ml de Johnnie Walker Black Label y decora con una rodaja de naranja.

Nivel experto: Johnnie Walker Black Sour

Con el espíritu cálido y ensoñador de su inventor, Eliot Stubb, un mayordomo británico que atracó en el puerto chileno de Iquique, con el sueño de tener su propio bar y servir cócteles como este; Johnnie Walker Black Sour es perfecto para dártelas de barman esta Navidad. Llena una coctelera con cubos de hielo, añade 50 ml de Johnnie Walker Black Label, un chorro de Amargo de Angostura, 25 ml de zumo de limón, 17.5ml de almíbar y una clara de huevo. Agítalo con ritmo y sirve en un vaso alto.


Para principiantes: Johnnie Walker Black Cola

Porque no hay mejor forma de iniciarse en la cultura del whisky que de la mano de un sabor familiar, llena el vaso con cubos de hielo, 50 ml de Johnnie Walker Black Label y cubre con Cola hasta el tope. Decora con una rodaja de lima y a celebrar.


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