Artesanía y hologramas
El nuevo proyecto de Salvatore Ferragamo es una plataforma de realidad virtual que permite personalizar zapatos sin renunciar al toque humano
“Yo sabía identificar la belleza del futuro y estaba preparado para acogerla”. En las últimas páginas de Zapatero de sueños, la autobiografía de Salvatore Ferragamo, el artesano del calzado más famoso y revolucionario del siglo XX se preguntaba por el porvenir de la marca que había fundado, y por la tensión entre la máquina –en este caso, la de coser– y la mano del hombre. A mediados de los años cincuenta, cuando escribió estas palabras, el debate entre artesanía y tecnología era un tema caliente en la actualidad italiana. Y, sin duda fue un debate fructífero, porque de él surgió esa fu...
“Yo sabía identificar la belleza del futuro y estaba preparado para acogerla”. En las últimas páginas de Zapatero de sueños, la autobiografía de Salvatore Ferragamo, el artesano del calzado más famoso y revolucionario del siglo XX se preguntaba por el porvenir de la marca que había fundado, y por la tensión entre la máquina –en este caso, la de coser– y la mano del hombre. A mediados de los años cincuenta, cuando escribió estas palabras, el debate entre artesanía y tecnología era un tema caliente en la actualidad italiana. Y, sin duda fue un debate fructífero, porque de él surgió esa fusión perfecta entre el hombre y la máquina llamada Made in Italy.
La fórmula del milagro económico italiano fue aparentemente sencilla: utilizar la artesanía donde fuera necesario, y la tecnología allá donde no llegara la mano del hombre. Y, en cierto modo, eso es lo que propone el movimiento más reciente de Salvatore Ferragamo, que hoy es una firma global de moda y estilo de vida que, siguiendo las palabras del fundador, sabe hay que mirar siempre al futuro y no ponerle puertas al campo.
El centro de este proyecto es Tramezza, una colección de zapatos para hombre que incluyen desde un modelo de hebilla hasta un mocasín, pasando por elegantes diseños tipo Oxford. Son productos hechos artesanalmente con piel de calidad en los talleres italianos de la marca, igual que llevan haciéndose desde hace décadas. Pero lo que ha cambiado, en una era marcada por la distancia física y la transformación de nuestros hábitos, es la manera de adquirirlos y, sobre todo, de personalizarlos.
En eso se basa el proyecto Tramezza – Future of Craft, una iniciativa en la que Ferragamo ha colaborado con Microsoft y con Hevolus, su socio tecnológico. El resultado es un entorno de realidad virtual que permite al cliente personalizar sus zapatos hasta el máximo detalle, y ver el resultado de sus elecciones de manera tridimensional. No es una exageración: la experiencia se puede vivir desde cualquier ordenador o Tablet, pero en las tiendas Ferragamo y en los eventos para clientes se mejora gracias al uso del dispositivo holográfico HoloLens 2 de Microsoft. Una vez elegido, el encargo irá, como siempre, a los talleres artesanos donde Ferragamo confecciona su calzado desde hace años. Esos procesos no han cambiado ni un ápice.
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