Nos hurgan los higadillos. Sin anestesia
La sociedad, dice José K., vive en un paralizante estado de catalepsia, consciente del insufrible dolor pero incapaz de moverse. Somos como enfermos a los que se van arrancando poco a poco sus derechos
La sociedad, dice José K., vive en un paralizante estado de catalepsia, consciente del insufrible dolor pero incapaz de moverse. Somos como enfermos a los que se van arrancando poco a poco sus derechos
Entre el oportunismo y el enfrentamiento hay otros caminos para el acuerdo
Los que están matando la lectura alegan que esta muere por sí sola
La nueva declaración entierra el debate sobre los 'valores asiáticos'
El reluciente y veloz tren va cargado con parte de los genios que deberían arreglar esto y que ni encerrados se entienden
Ricardo Darín solo instaba a Kirchner a actuar de reconciliadora en un país en el que hay viejos amigos que no se pueden sentar a la misma mesa por diferencias políticas
El Gobierno ha concedido 468 indultos, pero David Reboredo sigue penando por dos papelinas de heroína una vez rehabilitado
Faltan mensajes con la necesaria grandeza que de un poco de aliento a los millones de dramas diferentes que ha causado la crisis
La competitividad no está aumentando por una mayor eficacia sino por el empobrecimiento de la población
Una queja sobre gazapos científicos, de muy distinta envergadura, coincide con un debate en el digital sobre si se puede ser culto sin saber de ciencia
Las dudas sobre la independencia de Al Jazira no justifican el retirarla de los sietmas por cable y satélite
La relación Gobierno-Generalitat debe activarse con medidas de construcción de confianza
Los poderes dispensan al presidente reelecto de toda investidura hasta su regreso de Cuba
Controversia sobre la presunta moneda salvadora del 'abismo fiscal' en EE UU
El imperativo de igualdad y solidaridad exige reformar el Sistema Nacional de Salud para que este no sufra una deslegitimación progresiva. La privada no es de mala calidad; es simplemente insolidaria
La generalización de los ordenadores provocó el sueño de poder trabajar fuera de la oficina y con más rendimiento. Ahora se ve que quienes se llevan el trabajo convierten su hogar en un “taller clandestino”
Los registradores interferirán en nuestras vidas y en su propio beneficio
No son obra solo de los extremistas y afectan al conjunto de la sociedad
La Conferencia Episcopal vive en una situación contraria a la Iglesia de los pobres