Vestidos hechos con velas de barco o ropa de pescador adaptada: Mallorca da cobijo a nuevos talentos del diseño nacional
El evento Mallorca Design Day, que se celebra este viernes en Inca, se consolida en su tercer año como escaparate para premiar las propuestas de diseñadores emergentes
La inspiración puede llegar mirando por la ventana un día de invierno, observando los desechos que pueblan una playa cercana. Así le surgió a Begoña Chaves la idea de crear una colección de ocho looks con más de una veintena de piezas basada en la ropa tradicional de los marineros y de las mujeres que tejen las redes de pesca al llegar a puerto en Euskadi. Esta diseñadora de Ondarroa (Vizcaya) de 53 años se ha alzado este año con el Premio Nacional de Diseño de la tercera edición del Mallorca Design Day que celebra su acto ...
La inspiración puede llegar mirando por la ventana un día de invierno, observando los desechos que pueblan una playa cercana. Así le surgió a Begoña Chaves la idea de crear una colección de ocho looks con más de una veintena de piezas basada en la ropa tradicional de los marineros y de las mujeres que tejen las redes de pesca al llegar a puerto en Euskadi. Esta diseñadora de Ondarroa (Vizcaya) de 53 años se ha alzado este año con el Premio Nacional de Diseño de la tercera edición del Mallorca Design Day que celebra su acto central este viernes en la Fábrica Ramis de Inca, en el centro de la isla.
Un certamen que se ha consolidado como una de las grandes citas de la moda en la isla en su tercer año y que pretende promocionar a nuevos talentos del diseño a nivel internacional. El evento ha incluido por primera vez un galardón dedicado al interiorismo, charlas divulgativas y degustaciones de comida. “Nos dimos cuenta de que había mucha gente estudiando diseño, en las islas y otros lugares, pero poca visibilidad. Decidimos crear esta plataforma para intentar promocionar a los nuevos creadores” explica Raquel Arañón, empresaria con larga trayectoria en el mundo de la moda y profesora en la Escuela de Diseño de Baleares que dirige el encuentro. Los premios de moda se dividen en tres categorías: nacional, internacional y balear. El jurado ha recibido candidaturas desde todas las comunidades autónomas y desde países como México, Estados Unidos, Chile, Italia y Ecuador, buena muestra de que la crisis provocada por la pandemia no ha restado ganas a los jóvenes talentos.
El diseñador Modesto Lomba, presidente del jurado, considera que las crisis “siempre provocan que aflore el talento” y buena muestra de ello son los trabajos presentados este año, que tenían que estar inspirados en el lema “Salvar el mar”. “Esta crisis ha aflorado la creatividad en todos los sentidos. La creatividad en sí misma, para emprender. Dicho de otra forma, con el estómago lleno a veces uno tiene poca creatividad” explica Lomba, que opina que Mallorca siempre ha tenido “un potencial creativo histórico muy interesante” que se refuerza, precisamente, por el hecho de ser una isla donde se centraliza aún más el arte.
Con la premisa de reflejar el mundo oceánico planteó sus ocho looks Begoña Chaves, que incluye en su muestra desde pantalones a ropa de baño, gorros o faldas inspiradas en las personas que trabajan en el mar. “Es el primer concurso que gano. Creo que me puede dar visibilidad y ser un empujón para mi trabajo” explica Chaves, que hace dos años terminó sus estudios de diseño después de dejar el trabajo que tenía para montar un atelier en Ondarroa con el que elabora prendas bajo la marca Resiliant. La colección, llamada Salitre, que le ha valido el premio está realizada con materiales que ya tenía, todos biodegradables y con la intención de combatir “todo el daño que se le está haciendo al mar”.
Con la colección Mímesis elaborada con velas de embarcaciones en desuso las argentinas Camila Medina y Agostina Mucanna se han llevado el premio en categoría internacional. La colección de ocho looks surgió de su trabajo en la Facultad de Diseño de la Universidad de Buenos Aires y de una lluvia de ideas sobre cómo sería el mundo en 50 o 100 años y lo que pasaría si los polos se derritieran. “Dentro de esa búsqueda, empezamos a ver que había velas de barco en desuso e intentamos darle una segunda vida” explica Camila, que detalla que la colección presenta una veintena de moldes geométricos en una elaboración “sin desperdicios” que fomenta la reducción del impacto ambiental y que permite no generar stock de producto. Para las dos creadoras el galardón fue “una sorpresa enorme” que esperan que dé un impulso a sus carreras.
Este viernes se darán a conocer a los premiados con el galardón balear y se podrán ver los desfiles y las colecciones mediante una pasarela audiovisual por la pandemia. La directora del certamen afirma que este punto de encuentro para la moda y los nuevos diseñadores ha nacido con vocación de futuro. “Cuando juntas a mucha gente creativa en un concurso, el estar codo a codo con otros creativos que también están contando su versión permite estimularse a través de lo que tienes al lado, con un trabajo de otro que tiene una visión de la que quizás no participas” concluye Lomba.