Sin posado oficial, pero con visita cultural: los Reyes y sus hijas pasean por la Sierra de Tramuntana
Tras llegar a Mallorca el fin de semana, don Felipe y doña Letizia se dejan ver con sus hijas, Leonor y Sofía, por primera vez esta temporada de verano
Los reyes Felipe y Letizia llegaron a Mallorca a finales de julio para empezar ese tiempo distinto, entre estar de vacaciones y aparecer en ciertas actividades oficiales, que les acompaña cada mes de agosto. Si el fin de semana el Rey se dejó ver en su competición de vela homónima y la Reina en la clausura de un festival de cine (el primer acto tras...
Los reyes Felipe y Letizia llegaron a Mallorca a finales de julio para empezar ese tiempo distinto, entre estar de vacaciones y aparecer en ciertas actividades oficiales, que les acompaña cada mes de agosto. Si el fin de semana el Rey se dejó ver en su competición de vela homónima y la Reina en la clausura de un festival de cine (el primer acto tras la muerte de su abuela, Menchu Álvarez del Valle, el pasado día 27), fue el miércoles 4 cuando ambos se mostraron en público acompañados de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Este año y por segundo consecutivo parece que la Familia Real va a evitar el clásico posado en los jardines del palacio de Marivent y el saludo oficial ante la prensa. En cambio, lo han transformado en visitas culturas donde a la vez que conocen la isla se dejan retratar por los fotógrafos e intercambian algunas palabras, breves, con los informadores. Una especie de pacto implícito por el que los Reyes se prestan a ser fotografiados para luego ya disfrutar de sus vacaciones de forma privada. De hecho, después de Mallorca se desconoce, como es habitual, cuál será su destino.
Felipe, Letizia, Leonor y Sofía visitaron la sierra de Tramuntana, que hace ahora 10 años fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y el santuario de la Virgen de Lluc, patrona de Mallorca, en el municipio de Escorca, al noroeste de la isla y a unos 40 kilómetros de Palma. La familia llegó con el Rey conduciendo su coche, y bromeando a su llegada: “Se me habían olvidado las curvas”, decía, en alusión a lo sinuoso del trazado. Allí los recibieron los presidentes de Baleares, del Parlament autonómico y del Consell de Mallorca, Francina Armengol, Vicenç Thomàs y Catalina Cladera, además del alcalde de Escorca, Antoni Solivellas.
Los cuatro visitaron la antigua casa rural de Ca s’Amitger, donde vieron una exposición sobre el valor medioambiental y cultural de la zona, para después seguir caminando hasta el monasterio, del siglo XIII, que ya el rey Alfonso XIII había visitado en 1929. Allí pudieron ver la actuación del coro infantil de los Blauets de Lluc junto al prior del lugar, Marià Gastalver. Más tarde ascendieron por la llamada Subida de los Misterios, un sendero por el que los peregrinos acceden hasta un mirador con vistas a la sierra.
En total, la visita duró alrededor de una hora y media donde los cuatro se mostraron sonrientes bajo las mascarillas. La Reina y sus hijas se han dejado ver con conjuntos parecidos en azul y blanco y con alpargatas. Doña Letizia, como es habitual, ha hecho un par de guiños a la moda y la artesanía local y también a la solidaridad, sacando un abanico con el logo del décimo aniversario de la declaración de la sierra de Tramuntana como patrimonio de la Unesco, y también vistiendo unas alpargatas de la firma mallorquina Espardenyes Torres y un bolso de tela de Bolsas FQ, creadas como forma de ayuda a la Asociación Catalana de Fibrosis Quística.