Dakota Johnson desvela los secretos que oculta su casa
La actriz reside en Los Ángeles, en una vivienda rodeada de bambúes, que perteneció al guionista Ryan Murphy, llena de fotos familiares y en la que colecciona vinilos
Dakota Johnson es tímida y muy celosa de su intimidad. “¿Por qué tengo que permitir que la gente me vea en mi casa? No me puedo creer que os esté dejando entrar en mi hogar”, dice, medio en broma medio en serio, la actriz durante una entrevista para la revista estadounidense Architectural Digest. En ella Johnson muestra parte de la vivienda —su dormitorio, situado en la segunda planta, prefiere no...
Dakota Johnson es tímida y muy celosa de su intimidad. “¿Por qué tengo que permitir que la gente me vea en mi casa? No me puedo creer que os esté dejando entrar en mi hogar”, dice, medio en broma medio en serio, la actriz durante una entrevista para la revista estadounidense Architectural Digest. En ella Johnson muestra parte de la vivienda —su dormitorio, situado en la segunda planta, prefiere no enseñarlo— que compró en Los Ángeles (California, Estados Unidos) hace cinco años, donde predomina la madera, en la que entra mucha luz y que está repleta de discos, fotografías e instrumentos musicales.
Se trata de la primera casa que compró y que antes pertenecía a Ryan Murphy, creador de series como Glee o American Horror Story. “A él también le gustaba mucho, pero su familia se hizo más grande y se mudó”, explica Johnson mientras se encuentra en el salón, un lugar donde suele relajarse, leer, tocar el piano y escuchar música, con una colección de vinilos que tiene “ordenados alfabéticamente”. La estancia está decorada principalmente con muebles vintage entre los que se mueve su perro Zeppelin, que juega con un dinosaurio de peluche.
Para trabajar usa su despacho, donde acostumbra a leer los guiones de sus películas y donde mantiene alguna reunión. Destaca en esta habitación su gran colección de libros, entre los que se detiene para enseñar unos que le envió la cantante y poetisa Patti Smith, que además le dedicó. “Le dije: ‘Me encanta tu poesía. Adoro tu trabajo’. Y ella me escribió unos breves comentarios en cada uno de estos libros”, recuerda mientras abre uno de los ejemplares.
Es en esta misma sala donde Johnson revela ser una gran admiradora de la serie de Netflix Stranger things. Tiene hasta una figura de uno de los personajes: “En la segunda temporada no sale Barb, se olvidaron de ella. Es una pena”. También da a conocer el apodo que utilizaban para referirse a ella cuando trabajaba para la casa Chanel: Punkrock. “Pensaba que era gracioso”. La pared está decorada con varias fotografías, entre ellas una polaroid en la que aparece el escritor Hunter S. Thompson, el mejor amigo de su padre, el actor Don Johnson, y que fue como un padrino para la intérprete. También enseña una fotografía en blanco y negro de su abuela, Tippi Hedren, en su casa de Shambala, en el desierto de Mojave (Estados Unidos), acompañada de uno de sus tigres.
A continuación da paso a la cocina, donde asegura pasar horas cocinando. En ella predomina el color verde y está decorada con una vajilla que no ha usado todavía. “Nunca entendí por qué existen personas que coleccionan un montón de platos. Pero esto es muy guay. Aquí estoy yo entre un montón de platos”, admite muy sorprendida de su cambio de parecer.
Por último, muestra su pequeño jardín repleto de vegetación y flanqueado por altos bambúes. “Crecen muy deprisa y mis vecinos están en guerra conmigo”, explica la actriz, tomándoselo con humor, porque las plantas son perfectas para preservar su intimidad. En el exterior tiene piscina y jacuzzi climatizados, árboles frutales y una mesa y varias sillas hechas con madera del jardín de Winston Churchill, que fue el primer ministro británico durante la Segunda Guerra Mundial. “No estoy mintiendo y creo que es de lo más guay”, dice riéndose en una entrevista en la que a pesar de su timidez ha ido desvelando poco a poco algunos aspectos interesantes de su personalidad y su vida.