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De la crisis de la V República a las cuentas alemanas

Xavier Bertrand, presidente del Consejo Regional de Hauts-de-France, Hanno Pevkur, ministro de Defensa de Estonia y Wolfgang Schmidt, ex ministro alemán de Asuntos Especiales, dialogaron en el WIP en torno a las vicisitudes diversas que atraviesan estos tres miembros de la UE

Francia está atrapada en un laberinto inédito. La crisis política que atraviesa desde hace algo más de un año ha provocado el derrumbamiento en ese tiempo de cuatro gobiernos y una fragmentación parlamentaria inédita en la historia de la V República. A eso se suman factores económicos, una deuda descomunal, un malestar creciente de las clases medias y una sensación de inseguridad que alcanza instituciones sagradas en una República laica como el Museo del Louvre, que sufrió hace una semana el peor robo del siglo a plena luz del día. Algunas voces, como la de Xavier Bertrand, tres veces ministro, presidente de la región Alta Francia y candidato a las elecciones de 2027, prefieren no sumergirse en el pesimismo. “Nuestras instituciones son sólidas, más que una parte de nuestra clase política. Hemos conocido crisis muy fuertes antes. Y para ser honestos, no estamos al principio del quinquenato de Emmanuel Macron”, señala en una entrevista con EL PAÍS durante las jornadas del WIP.

Bertrand, político experimentado, acaba de anunciar que se presentará a las elecciones de 2027. Y piensa hacerlo, sin cometer los errores de 2021, cuando no logró imponerse en las primarias del centroderecha. El político, un hombre moderado que conoce la fórmula para batir a la ultraderecha de Marine Le Pen (lo hizo en las elecciones regionales) cree que los franceses hoy solo “quieren estabilidad y soluciones”. “Vivimos el auge de los movimientos extremos que aprovechan la cólera de la gente. Pero no tienen respuestas, y eso es lo que debemos aportar”, apunta.

Bertrand recuerda como en Alta Francia el RN reculó disminuyó sus apoyos hasta un 16%. “Es así porque mejoran los resultados económicos, la tasa de paro es la más baja en 40 años y trato de ayudar y acompañar a quienes trabajan con los recursos que tengo. Las crisis democráticas y políticas se deben a la desesperanza de las clases medias. Durante mucho tiempo prosperaron fuertemente: la vivienda, las vacaciones, el poder de adquisición. Hoy el sentimiento es que siguen haciendo esfuerzos, pero son los únicos. La convicción es que sus hijos vivirán peor que ellos”, apunta.

Uno de los indicadores para entender esa evolución es el sistema de pensiones. También la polémica reforma que impulsó Emmanuel Macron y que ahora el primer ministro, Sébastien Lecornu, ha suspendido para obtener el apoyo del Partido Socialista en la aprobación de los presupuestos. Bertrand, apasionado del tema, cree que debe aportarse “flexibilidad”. “El problema de la reforma es que no puedes irte antes de los 64, habría que dar flexibilidad. Es un tema muy complicado y muchos políticos no ven que lo que buscan los ciudadanos es esa flexibilidad. Llevo estudiando el tema desde hace 22 años. Y lo que está claro es que no se puede guardar el equilibrio de la posguerra”.

El equilibrio, sin embargo, es una cuestión relativa. Especialmente en lo que respecta a las alianzas. Francia era uno de los pocos grandes países de Europa (junto a Alemania) cuyo centroderecha se mantenía alejado de la tentación de formar alianzas electorales con la extrema derecha. Hace dos años, sin embargo, comenzaron las fracturas y una parte de los Los Republicanos —su entonces presidente, Éric Ciotti— creó un nuevo partido para aliarse con Le Pen. Hoy, crecen las voces en la derecha gaullista para dar ese paso. “Combatiré siempre con todas mis fuerzas para que eso no ocurra. Mi ADN político consiste en mejorar la vida de la gente. El de los partidos extremos es aprovechar la cólera y el miedo. Si no hay problemas, no existen”, señaló Bertrand.

Amenazas desde el cielo

Problemas que existen y tienden a agravarse los tiene el ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, que lleva meses conviviendo con la violación de su espacio aéreo por parte de Putin con cazas y drones. Durante 12 minutos, dos cazas presumiblemente rusos desconectaron su sistema de comunicación. O eres tonto o ignorante. O quieres que te derriben. “Todos estamos en riesgo, sólo que los misiles tardan 20 minutos más en llegar a Barcelona”. “Hay que estar preparados. La provocación, analizar los límites, están siempre ahí. La guerra de Ucrania ha cambiado totalmente nuestra comprensión de los enfrentamientos”, desgranó Pevkur, informa Miguel Ángel García Vega.

En el turno de la voz y la palabra de Alemania, Wolfgang Schmidt, ex ministro alemán de Asuntos Especiales, recuerda que su país ha financiado con 100.000 millones de euros a las Fuerzas Armadas, además de cambiar la Constitución para eliminar el límite de la deuda. Eso sí, el canciller alemán Olaf Scholz, dejó claro en Berlín que no cambiaría su postura sobre los misiles Taurus. Aunque los ucranianos, con la formación y los materiales necesarios, pueden construir misiles que se adentren 1.000 kilómetros en territorio ruso.

Pero el tiempo, sobre todo cuando cae el invierno, resulta crucial. Se han cometido errores: la guerra comenzó en 2014, e incluso antes del intento de ocupación, Rusia estaba tratando de desestabilizar Ucrania. Había combates y escaramuzas todas las semanas. Pero como bien dijo el responsable alemán, no hay un solo elemento que lo resuelva. El problema es que esta subida repercute en el déficit germano, cuya economía no acaba de arrancar. Smith, quien fuera ministro de finanzas bajo el mandato de Scholz —quien previamente también ejerció como ministro en el Gobierno de la canciller Ángela Merkel—, el problema es la asignación presupuestaria. Los americanos los solucionan tirando “de la tarjeta de crédito”. “La percepción de la guerra híbrida”, indicó Wolfgang Smith, está presente con drones, ataques informáticos. Pero los germanos siguen obsesionados por la partida de ingresos.

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