Deporte dentro y fuera del centro educativo
Un 70% de los niños españoles no realiza la cantidad de actividad física necesaria para mantener un estado saludable
Un informe del año 2020 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños y adolescentes practiquen al menos una hora al día de actividad física moderada o vigorosa, como puede ser correr, saltar o bailar. Un tiempo breve, pero que no es alcanzado por la mayoría de los niños españoles. Así lo recuerda Julio Álvarez Pitti, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP) e investigador en CiberObn del Instituto de Salud Carlos III, quien explica que según los últimos datos publicados sobre los hábitos de actividad física de los...
Un informe del año 2020 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños y adolescentes practiquen al menos una hora al día de actividad física moderada o vigorosa, como puede ser correr, saltar o bailar. Un tiempo breve, pero que no es alcanzado por la mayoría de los niños españoles. Así lo recuerda Julio Álvarez Pitti, coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (CPS-AEP) e investigador en CiberObn del Instituto de Salud Carlos III, quien explica que según los últimos datos publicados sobre los hábitos de actividad física de los niños españoles de 8 a 16 años, el porcentaje de población infantil y adolescente que alcanza ese tiempo mínimo de actividad física diaria recomendada no llega al 30%. Es decir, que un 70% de los niños españoles no realiza la cantidad de actividad física que se ha visto que es necesaria para mantener un buen estado de salud; cifra que asciende al 77% en el caso de los adolescentes. Lo extremadamente preocupante para el investigador es su aumento: “Cuando se compara este resultado con el obtenido por los mismos investigadores en el año 2019, se observa que el porcentaje de niños y adolescentes que no cumple con las recomendaciones ha aumentado en estos tres años, pasando de un 64% en el año 2019 al 70% en 2022″.
La epidemia del sedentarismo
Julio Álvarez Pitti incide en que la conducta sedentaria ha reducido de forma extraordinaria el gasto energético diario de niños y adolescentes: ha disminuido en unas 600 kcal en los últimos 50 años. Esto es debido a una reducción importante de su movimiento: dispositivos digitales, escaleras eléctricas, ascensores, puertas giratorias automáticas, ocupaciones que se desarrollan sentado, horas de ocio consumidas viendo televisión, internet, etcétera. “El sedentarismo se ha convertido en una epidemia entre los niños y adolescentes en el mundo y en España”, señala. En nuestro país, según el estudio ANIBES Sedentarismo en niños y adolescentes españoles, publicado en el año 2016, el 48,4% de los participantes entre 9 y 17 años pasaba más de dos horas al día delante de una pantalla y el 84% durante los fines de semana. Las consecuencias de esta realidad, según Álvarez, es que en los niños y adolescentes un mayor sedentarismo se asocia principalmente con mayor adiposidad, peor salud cardiometabólica y menor duración del sueño. “Es hora entonces de ponernos a trabajar para evitar que la pandemia de inactividad y de obesidad que sufrimos todos como sociedad, pero en particular los más pequeños, deje de crecer”, sostiene.
¿Es suficiente con la educación física que se imparte en los colegios e institutos? Para Álvarez Pitti no es fácil responder a esta pregunta, ya que la actividad física que practica un niño o adolescente durante el tiempo que está en el colegio depende de muchos factores. “Por un lado hay factores individuales: niños que disfrutan de la actividad física, así que aprovechan cualquier momento para hacerlo; otros se limitan a lo necesario y solo se mueven en las clases de educación física. Por otro lado están las condiciones estructurales: qué instalaciones tenga el colegio o el número de horas de educación física”.
Motivación por género y edad
La actividad física, además de escasa, disminuye en los niveles de educación secundaria y Bachillerato respecto a primaria. Así lo refleja un estudio publicado recientemente en la revista científica European Journal of Pediatrics. Las razones, según Daniel Bores, profesor del área de Educación Física y Deportiva de la URJC y uno de los autores de la investigación, son que los adolescentes aluden a una mayor carga de trabajo (deberes y exámenes) al pasar a secundaria y cuentan con un menor soporte familiar en cuanto a logística (los padres van abandonando la práctica de llevar y traer a sus hijos a entrenar y a los partidos). También se produce un efecto en cadena: otros compañeros abandonan y se pierde el interés. Además, comienzan las comparaciones y muchos consideran que no son suficientemente buenos como otros para ese deporte.
La investigación también revela que hay una mayor tasa de abandono de actividad física entre las chicas que entre los chicos. Según Bores, ellas presentan unos niveles de motivación intrínseca menores que los chicos. “Aquellos alumnos que presentan una motivación intrínseca para la práctica de actividad física (aquella que impulsa a la realización de actividad física por ser buena en sí misma, por el propio disfrute y por los resultados beneficiosos en todos los aspectos) prolongan su vida deportiva más allá que quienes están movidos por una motivación extrínseca, que se basa en la búsqueda de recompensas. Al desaparecer estas recompensas, desaparece la práctica. Por esto creemos que es necesario reforzar la motivación intrínseca antes de la transición a la escuela secundaria, poniendo atención a las preferencias de las mujeres”, explica.
Pasar a la acción
El Consejo General de la Educación Física y Deportiva reclama desde 2017 “una educación física de calidad”, para lo que ven necesaria una carga lectiva mínima de tres horas de educación física a la semana para lograr las mejoras en la competencia corporal y la salud de niños y adolescentes. Sin embargo, esa carga lectiva no es obligatoria, sino que depende de cada comunidad autónoma y del centro escolar. Con el objetivo de promocionar la actividad física en el entorno escolar, en el Plan estratégico nacional para la reducción de la obesidad infantil (2022-2030), presentado en junio de 2022, hay un apartado que establece medidas dirigidas a promocionar la actividad física en el centro escolar, como la mejora de las infraestructuras y el aumento de su accesibilidad el mayor tiempo posible (incluso fuera del horario escolar), el incremento de las horas de educación física obligatorias o la incentivación del transporte activo al colegio. “Las medidas ya están propuestas basándose en la evidencia científica, ahora es tiempo de pasar a la acción e implementarlas”, dice Julio Álvarez.