Del minimalismo a la explosión de carácter: la nueva tendencia en la decoración del cuarto de baño
Toques de madera, destellos dorados, inspiración ‘vintage’, plantas, cuadros, alfombras y demás detalles inesperados se alían para convertir un espacio tradicionalmente aséptico en otro mucho más personal
Las revistas de decoración en lengua inglesa lo solían llamar clinical bathroom, y ahora parece estar a punto de desaparecer de todas ellas. El término hace referencia a los cuartos de baño despejados, con tendencia al color blanco y a las paletas neutras. Así han sido las tendencias que, en los últimos años, se han posicionado como hegemónicas. Tendencias que interpretaban este espacio del hogar bajo la idea de un entorno de estética aséptica, minimalista incluso, libre de detalle...
Las revistas de decoración en lengua inglesa lo solían llamar clinical bathroom, y ahora parece estar a punto de desaparecer de todas ellas. El término hace referencia a los cuartos de baño despejados, con tendencia al color blanco y a las paletas neutras. Así han sido las tendencias que, en los últimos años, se han posicionado como hegemónicas. Tendencias que interpretaban este espacio del hogar bajo la idea de un entorno de estética aséptica, minimalista incluso, libre de detalles decorativos superfluos o demasiado personales. Por eso no deja de resultar sorprendente asistir al retroceso de este tipo de interiorismo y observar que, más allá de la anécdota, las revistas de decoración, los perfiles de Instagram de estudios de interiorismo e inspiración decorativa se llenan ahora de fotografías cargadas de personalidad.
Un viraje hacia colores más vivos, una relevancia renovada de las plantas, las piezas de arte, los objetos decorativos especiales y los detalles vintage toma el control de un espacio que, hasta hace bien poco, aspiraba a ser lo menos expresivo posible. Estas son las claves que definen la nueva apuesta por los cuartos de baño maximalistas y de carácter vitaminado.
El regreso de la bañera
La norma ha sido la de aspirar a un cuarto de baño protagonizado por un espacio de ducha diáfano, casi a nivel del suelo, poco delimitado. Sin embargo, en este nuevo paradigma estético la bañera tradicional vuelve a cobrar protagonismo. Y cuanto más recuerden sus formas a las líneas curvas de las bañeras vintage, mejor.
Es por eso que se vuelven a encontrar como una expresión de interiorismo de lujo las bañeras de roll top, es decir, con bordes sobresalientes y redondeados, incluso con patas. ¿Y qué pasa con la siempre rápida y pragmática ducha? Pues cada vez se ve más la posibilidad de instalarla en la propia bañera, como se hacía hasta hace poco, junto a una pantalla transparente o una cortina de ducha. El énfasis en los productos de aseo como las bombas y las sales han planteado el tiempo de baño como uno momento de bienestar y autocuidado, y esto empieza a reflejarse en su decoración.
Toques de madera
Parece que tanto las tendencias de interiorismo más populares como el sentido común dictan evitar la madera para un espacio como el cuarto de baño, en el que el contacto con el agua y el vapor está asegurado. Es sabido que la humedad podría estropear las superficies de este tipo de material. Por eso la creciente tendencia a encontrar boiserie en las publicaciones de inspiración decorativa sigue resultando llamativo. Esta técnica consiste en el embellecimiento de paredes mediante la colocación de paneles de madera, normalmente decorados con molduras o algún motivo. “Si se trata y se instala adecuadamente, puede resultar duradero”, asegura el diseñador de interiores Luke Arthur Wells para EKKB Magazine como consejo para evitar los ya mencionados baños clínicos. “Aporta la calidez y textura de la que normalmente el cuarto de baño carece mediante el uso de frisos y molduras”.
Tonos oscuros
Las paletas oscuras, y en concreto, el color negro, se abren paso cada vez con mayor presencia entre las tendencias en decoración como el cromatismo protagonista. Especialmente en cocinas y cuartos de baño, dependencias de la casa en las que tradicionalmente han reinado los tonos claros, suaves o incluso las paletas pastel.
“El cliente ha sido educado en el gusto por los materiales naturales y un estilo moderno, industrial”, contaba la interiorista de lujo Roselind Wilson para el mismo medio de tendencias en decoración. “Tenemos la oportunidad de traer calidez y un aspecto más acogedor a lo que normalmente se presenta como un espacio duro y neutral, gracias a las baldosas de travertino gris o Pietra d’Avola, maderas de roble o nogal y grifería de efecto envejecido”.
Grifos dorados de aspecto ‘vintage’
Un repaso rápido a los perfiles de Instagram de revistas de decoración o de estudios de interiorismo confirma la nueva predilección por la grifería de aspecto envejecido y formas vintage, especialmente por los acabados dorados. Nina Watson, interiorista en Apartment Therapy, explicó a sus seguidores en Instagram cómo se había decidido por una bañera de roll top con patas y grifería dorada de estilo vintage de Burlington, cuyo exterior encargó pintar en color negro, y a la que instaló una pantalla transparente, sintetizando al mismo tiempo las tendencias en bañeras predominantes en el momento.
Plantas, cuadros, alfombras y otros detalles inesperados
Puede que esta corriente decorativa no sea del gusto de los más leales seguidores de los mandamientos de la gurú del orden Marie Kondo, que dejó bien claro a través de su método que todo lo que no transmitiese alegría era prescindible. Los cuartos de baño se convierten en espacios más personales, expresivos en materia de carácter, en la medida que dejan permear las notas de color y la intención decorativa en los detalles. Por ejemplo, la presencia de las plantas de interior (de por sí muy en boga entre las tendencias de interiorismo), que toman el espacio del cuarto de baño, conquistando rincones como la ducha o las proximidades de los espejos. Una manera de alegrar y hacer acogedor el espacio que, de hecho, puede ser adecuado para la planta gracias a la humedad del ambiente —siempre que tenga garantizada su dosis de luz natural—.
Los cuadros, normalmente ausentes, llegan ahora a trepar por sus paredes, acabando con la sensación de estar ante un espacio diáfano y despejado. El baño se convierte en la inesperada ubicación para piezas de arte, y también para otras decoraciones sorprendentes, como las alfombras.
Es cierto que siempre hubo alfombras en los servicios, pero normalmente eran pequeños recuadros en tonos neutros, puede que incluso de una textura de rizo similar al del juego de toallas. Sin embargo, ahora encontramos alfombras con trenzados y dibujos especiales, de factura artesanal e inspiración vintage e incluso persa, en definitiva, alfombras que esperaríamos encontrar en otros espacios de la casa cubriendo el suelo del cuarto de baño.