‘Beige flags’, las señales que indican que eres una persona demasiado aburrida con la que tener una cita
Después de las líneas rojas, la última tendencia de TikTok es determinar todos esos clichés tediosos que convierten un perfil cualquiera en una aplicación para ligar en alguien con quien no quieres hacer ‘match’
En la película de 1993 Atrapado en el tiempo, un cínico meteorólogo interpretado por Bill Murray despertaba en el pueblo de Punxsutawney, en Pensilvania (EE UU), durante las celebraciones del Día de la Marmota, en un ciclo temporal que le obligaba a repetir el mismo día una y otra vez, con pequeñas variaciones en función de su propio comportamiento, hasta dar con las causas que le tenían retenido en ese bucle para, al fin, romperlo. Cualquier persona que pase el suficiente tiempo en cualquier aplicación de ligar, puede sentirse como Bill Murray reviviendo uno de sus terribles amaneceres...
En la película de 1993 Atrapado en el tiempo, un cínico meteorólogo interpretado por Bill Murray despertaba en el pueblo de Punxsutawney, en Pensilvania (EE UU), durante las celebraciones del Día de la Marmota, en un ciclo temporal que le obligaba a repetir el mismo día una y otra vez, con pequeñas variaciones en función de su propio comportamiento, hasta dar con las causas que le tenían retenido en ese bucle para, al fin, romperlo. Cualquier persona que pase el suficiente tiempo en cualquier aplicación de ligar, puede sentirse como Bill Murray reviviendo uno de sus terribles amaneceres: swipe a un lado, swipe a otro y entre swipe y swipe las mismas fotografías (una persona en un gimnasio con ropa deportiva, una persona en un lugar exótico sosteniendo un animal exótico, una persona sonriente en una terraza sosteniendo una copa de vino, una persona que cree que está mostrando su lado humanitario, pero en realidad está siendo racista, posando con menores de edad negros en algún lugar de Cabo Verde) y los mismos comentarios (”Work hard, party hard”, “Si vas a casa de alguien y esa persona no tiene libros, no te la f****”, “¿Eres concebollista o sincebollista?”).
Observando todos estos perfiles clónicos, quien esté en busca de amor, de sexo o de algún tipo de emoción que le aleje de la pulsión de muerte, puede sentir cierto desasosiego ante tanta repetición y lugar común, como si en vez de hombres y mujeres estuviera viendo una serie de fotocopias de otras fotocopias y, con toda probabilidad, se le quiten de golpe las ganas de romper el hielo en unos holaquetales con cualquiera de estos perfiles. Lo que ha sucedido entre swipe y swipe, además de un profundo sentimiento de decepción, es que la persona acaba de detectar unas cuantas beige flags o banderas beige. Es en este preciso instante, al tomar conciencia del término, cuando el sucedáneo de Bill Murray puede romper el bucle temporal.
Acuñado en TikTok por la usuaria Caitlin MacPhail, y extendido ya por todo internet, una beige flag o bandera beige describe todas esas señales que indican que una persona es poco interesante o, directamente, soporífera. El término es una extensión del concepto red flag (bandera roja o línea roja), que describe todas aquellas señales que se dan al inicio de una relación romántica que pueden advertirnos que no nos estamos encaminando hacia una relación sana, sino hacia una relación tóxica. En español, diríamos que es todo aquello que “chirría” cuando nada debería chirriar. Algunos ejemplos de red flags pueden ser los intentos de control, las mentiras o, de forma más sencilla, que alguien trate mal a los camareros. Una persona beige es aquella que utiliza en una conversación todos aquellos vicios del lenguaje (“El desayuno es la comida más importante del día”, “la natación es el deporte más completo”) y parece no expresar ninguna idea u opinión propia, incluidas aquellas bromas que puedan parecer originales, pero que están sacadas de internet. Sus gustos son comunes y generalistas y, por tanto, seguros. En una persona así nada chirría especialmente, pero tampoco emociona.
“Hay un montón de información sobre red flags en aplicaciones de ligar por todo internet en estos momentos, pero me gustaría hablar de algo que creo que tiene más prevalencia y que he bautizado como beige flags: señales que indican que eres, probablemente, muy aburrido”, explica MacPhail en el popular vídeo en el que introdujo el término, que ya acumula más de medio millón de reproducciones en TikTok. En él expone numerosos ejemplos. “Lo primero es tener en tu perfil tu opinión sobre el cilantro, sobre si la pizza debería llevar o no piña o sobre si el chocolate debería guardarse en el armario o en el frigorífico... a nadie le importa”, explica. Una analogía a la española podría ser abrir conversación con la tediosa discusión de si la tortilla sabe mejor con cebolla o sin cebolla o mencionar que la cerveza Cruzcampo es agua como si nadie hubiese hecho ese comentario nunca. “Lo siguiente es hacer alguna referencia a una comedia extremadamente popular: si dices que estás buscando a la Pam para mi Jim, voy a asumir que no tienes ningún tipo de profundidad”, continúa MacPhail, refiriéndose a dos personajes de la versión estadounidense de la serie The Office, que valdría con otras comedias como Friends, Cómo conocí a vuestra madre o The Big Bang Theory.
En internet, el concepto se ha expandido y ya tiene vida propia. A la pregunta de esta periodista “¿Cuál sería para ti la mayor beige flag?”, Sergio, de 25 años, responde: “Que esté muy interesado en las cervezas artesanales o en el universo Marvel, bostezo solo de pensarlo”. Sandra, de 28 años, alude a una descripción de Tinder que ha leído más de cinco veces: “Si adivinas cuánto mido te invito a una cerveza”. Lydia, de 33 años: “Que me hablen sobre su viaje a Tailandia o a la India para encontrarse a sí mismos y, de ahí, me cuenten cómo descubrieron la meditación y les cambió la vida”. Andrea, de 32 años, menciona como su beige flag a “la gente que se tatúa wanderlust porque fue a Tailandia un año”. Se podría afirmar que Tailandia es, en cuanto a aplicaciones para citas, un destino beige. “Los que usan emojis para describir su personalidad: 👨⚕️✈️🏀🍜”, afirma Ricardo, de 29 años, “y, en general, la gente que va a una cita y dice cosas tan abstractas como que le gusta la música. Una vez quedé con un muermo que me dijo directamente: ‘Me gusta el humor”. “Para mí hay muchas”, explica Daniel, de 45 años, “pero la que engloba a todas es cuando estás hablando con alguien para conocerte un poco y si te sales de cualquier cosa que no sea mainstream (cine, música, series, conciertos) te responden: ‘Uy, eso es muy de modernos’. También tiene la variante de: ‘Ay, sí, recomiéndame cosas, que a mí me gusta todo”. “Que su película favorita sea El paciente inglés, Una mente maravillosa o Gladiator”, añade Omar, de 46 años. Cada persona puede marcar sus propias líneas beige, pero todas tienen en común ser gustos u opiniones generalizados, vagos y que denotan escasa profundidad.
En el libro Dataclismo: Amor, sexo, raza e identidad; lo que nuestra vida online cuenta de nosotros (Aguilar, 2016), su autor Christian Rudder, uno de los cofundadores de la plataforma de citas OkCupid y encargado durante años de gestionar la ingente cantidad de datos de la aplicación, revelaba algunos de los mayores secretos sobre por qué algunos perfiles generaban muchísimo más interés que otros. Dejando a un lado la apariencia física —según el propio autor, el privilegio de la gente muy bella en este tipo de aplicaciones es innegable—, afirmaba que, al final, la data interna apuntaba a que las madres tenían razón: “Sé tú mismo” o, en palabras de Rudder, “realmente intentar encajar y parecerse al resto es contraproducente”.
En definitiva, es mejor ser original, distinto y destacar todos aquellos rasgos que hacen a una persona única. El problema, quizás, está en determinar si la gente beige es consciente del tono con el que se está presentando al mundo.