Londres acoge un edén mallorquín en el festival de flores más prestigioso del mundo
Las paisajistas radicadas en Mallorca Tania K.Wilson y Johanna Norlin han sido seleccionadas para exhibir en Chelsea Flower Show, la feria de diseño de jardines más importante a nivel internacional
El amor, las ganas de cambio y el deseo de trabajar en el mundo de la jardinería unió a las paisajistas Tania K. Wilson, estadounidense, y Johanna Norlin, sueca, que buscaban un empleo más creativo para huir de sus respectivas profesiones. Norlin trabajaba en marketing para empresas de Suecia y Reino Unido, mientras que Wilson estaba inmersa en el mundo de la alta costura en Nueva York. Pero sus caminos se cruzaron hace un año en Palma, donde desde entonces ambas trabajan en su propio estudio de paisajismo, llamado ...
El amor, las ganas de cambio y el deseo de trabajar en el mundo de la jardinería unió a las paisajistas Tania K. Wilson, estadounidense, y Johanna Norlin, sueca, que buscaban un empleo más creativo para huir de sus respectivas profesiones. Norlin trabajaba en marketing para empresas de Suecia y Reino Unido, mientras que Wilson estaba inmersa en el mundo de la alta costura en Nueva York. Pero sus caminos se cruzaron hace un año en Palma, donde desde entonces ambas trabajan en su propio estudio de paisajismo, llamado Mallorca Garden Design. Ahora ambas ven que el trabajo de estos meses ha dado sus frutos. Su propuesta ha sido seleccionada para exhibirse en el prestigioso Chelsea Flower Show, el mayor escaparate mundial de jardinería, que se celebrará este año entre el 24 y 28 de mayo en Londres, Reino Unido.
Se trata de las únicas participantes con estudio en España que expondrán este año en la muestra, en la que predominan los diseñadores ingleses, pero en la que anualmente se seleccionan trabajos de paisajistas de otras partes del mundo, como Japón o Estados Unidos. Una exhibición organizada por la Real Sociedad de Horticultura británica, considerado el mayor evento floral del mundo y que cada año congrega a multitud de profesionales que se mezclan con los famosos que asisten para dar mayor importancia al evento. A Mediterranean Reflection (Una reflexión mediterránea) es el nombre que las dos paisajistas han elegido para su propuesta, un diseño de 12 metros cuadrados enmarcado dentro de la categoría de jardines de maceta. Con ella pretenden transmitir su “interpretación de Mallorca”, para la que han ideado un montaje que incluye tres especies de plantas endémicas de la isla: arbutus unedo, chamaerops humilis y rosmarinus prostratus.
El trabajo de las paisajistas ha sido un éxito. Tanto que se les ha concedido la medalla de plata; han quedado segundas en la categoría de Jardín de maceta, como reconoce la Real Sociedad deHorticultura británica.
“La intención es recrear un paraíso mediterráneo para que la gente descubra el placer de la naturaleza en Mallorca. El conjunto está formado por una mezcla de naturaleza y objetos artísticos, como un banco de madera o partes de piedra”, explica Wilson en conversación telefónica desde Chelsea. El diseño de la instalación es curvo, con la intención de evocar las olas del mar y cuenta con una pantalla de tela junto a la pared de piedra para crear un juego de sombras cuando las plantas se iluminan de noche.
El conjunto también incluye un banco de roca de granito y roble junto a una piscina de granito reflectante. “Cada elemento está concebido para representar una cualidad del Mediterráneo, como la pared trasera, que recuerda a los acantilados erosionados por el salitre, o las jardineras de color tierra como representación de los suelos más habituales en la isla”, señala Norlin.
Las diseñadoras han apostado por la sostenibilidad y han encargado a artesanos de Reino Unido la construcción de los elementos que dan el punto artístico al conjunto. “Ha sido un proceso muy complicado porque con la pandemia tampoco hemos tenido la oportunidad de viajar continuamente. Las reuniones las hemos ido haciendo por Zoom, mostrando fotografías o vídeos de lo que queríamos, pero estamos bastante orgullosas de cómo ha quedado el resultado final”, explica Wilson. La paisajista afirma que también han trabajado con un vivero de la zona que hace proyectos por todo el mundo y tiene contacto con varios planteles españoles para poder contar con una selección de las plantas adecuadas para el diseño que han concebido.
Llevan seis meses inmersas en este proyecto en el que empezaron a trabajar en la idea para presentar la candidatura, que fue admitida el pasado mes de enero. Es un camino largo, ambas presentaron la propuesta para optar a competir en la categoría de jardín de maceta, lo que implicaba exponer la idea con varios planos sobre el diseño, el listado de plantas, un resumen del coste y del lugar en el que se puede instalar. Explican que uno de los elementos importantes para la creación del jardín es contar con buenos patrocinadores y después tienen poco más de una semana para replicar en las instalaciones de la muestra el proyecto seleccionado, que posteriormente es sometido al escrutinio del jurado. Cada año una media de 169.000 personas visitan el Chelsea Flower Show, que se organiza desde 1913 la última semana de mayo.
Las diseñadoras esperan que su participación implique un impulso al trabajo que desarrollan en su estudio de Mallorca, donde se dedican al diseño contemporáneo de jardines tanto residenciales como comerciales, de azoteas y terrazas. Les gustaría continuar haciendo proyectos en otros países, incluso con clientes comerciales y fundaciones de arte, sobre todo cuando la instalación requiera un nivel de arte o interpretación creativa. “Ahora mismo trabajamos con muchos extranjeros, pero también con clientes mallorquines. Normalmente, lo que piden es un jardín bonito, pero que no requiera mucho mantenimiento”, cuenta Wilson. Su socia Norlin lo ratifica y añade: “Un jardín en el Mediterráneo, en Mallorca, necesita mucho mantenimiento todo el año, y es muy diferente a uno en Inglaterra. Crear un espacio que no necesite ninguno es imposible, porque todos los jardines necesitan cuidado”.