El éxito es, para el flamenco sevillano Diego Amador, el abrazo que le da el público cuando aparece en el escenario. "Cuando el público te da ese apoyo con su aplauso, los premios mejores son esos". Para el power trío barcelonés Big Menu es que alguien vaya a un concierto con amigos y salgan satisfechos. “Hinchado de música”, comenta José Benítez, batería de la banda. El pasado 18 de septiembre, se puede decir que ambos triunfaron. En el hall de Lemon Rock, un concurrido hostal y restaurante del centro de Granada, se congregaron amigos y seguidores de los músicos y les brindaron el mayor abrazo posible. Los aplausos resonaban por la corrala que se alza desde la entrada, que hacía de escenario aquella noche. Y muchos que habían acudido para acompañar a amigos, se convirtieron. “He venido con dos amigos y están encantados”, comentaba una asistente.
Durante la velada sonaron piezas de Amador junto a su banda y de Big Menu. También la colaboración que aquella noche los unía a todos: una canción, con letra del poeta Benjamín Prado y música de Amador y Big Menu. “En los versos he querido reflejar esos placeres que son para una inmensa minoría, para esa gente que quiere probar cosas nuevas, que quiere ir por otros caminos”, argumenta Prado sobre esta composición que forma parte del proyecto, en colaboración con Cervezas 1906, Historias para una inmensa minoría, la segunda experiencia tras la creación de un poema a partir de una receta del chef vasco Diego Guerrero.
La canción, titulada Inmensa minoría, suena a, como describe Prado, “fusión de la fusión”. Diego Amador aporta el flamenco y el jazz, Big Menu el hip hop y el funky. “El resultado es un tanguillo con letra de flamenco que con la instrumentación hemos llevado a otros lugares”, describe Amador.