El primer jugador francés que llegó a España fue Raymond Kopa. En la década de 1950 el fútbol no era ni de cerca el deporte más popular en Francia. Con sus recortes, con su alegría para jugar, Kopa acercó el fútbol a una cultura sofisticada, más acostumbrada a celebrar el arte, la literatura, la libertad, que el deporte. Fue el creador del fútbol champagne, el fútbol con burbujas, el fútbol digno de ser festejado. Se sumó al Real Madrid en 1956 y ganó tres Copas de Europa seguidas, con compañeros de la talla de Alfredo di Stéfano o Paco Gento. Sin saberlo, el escurridizo y técnico Kopa había comenzado a esculpir el estilo de futbolista francés que triunfaría en España durante los siguientes 70 años: Zidane, Henry, Benzema, Griezmann… 153 jugadores de ese país han pasado por la élite del fútbol español. Francia ha sido el mayor proveedor europeo de LaLiga Santander en sus más de 90 años de historia. Solo Argentina, Brasil y Uruguay han aportado más talento a la competición que los últimos campeones del mundo.
La llegada de los franceses a España ha alcanzado niveles récord tras la conquista del Mundial de 2018. Esta última temporada 21 compitieron en LaLiga Santander frente a los 12 de la 2010/2011. En la 2019/2020 llegaron a ser 24, más que nunca. Según el CIES Football Observatory, Francia es el segundo país que más jugadores exporta a todo el planeta, solo por detrás de Brasil y por delante de Argentina. ¿Qué clase de jugadores franceses viene a España? Los que, como Kopa, han tratado bien a la pelota. Florent Torchut, corresponsal de L’Equipe en Barcelona desde hace cinco años, apunta: “Los que vienen al FC Barcelona tienen virtudes más técnicas. Umtiti, por ejemplo, llegó al club, entre otras cosas, por la salida de balón que le aporta al equipo”.
El Barça fichó a Samuel Umtiti en 2016, después de que el defensa central fuera subcampeón de Europa con su selección. En 2018 ganó también la Copa del Mundo en Rusia junto a Varane (Real Madrid), Griezmann (entonces en el Atlético de Madrid, ahora en el FC Barcelona), Dembélé (FC Barcelona), Lemar (Atlético de Madrid), N’Zonzi (Sevilla FC) y Lucas Hernández (que en ese momento jugaba en el Atlético de Madrid). Casi un tercio de aquella selección jugaba en la LaLiga Santander.
La cifra se repite ahora de cara a la siguiente Eurocopa. De los 26 convocados por el entrenador Didier Deschamps siete son futbolistas de LaLiga Santander (Varane, Lenglet, Koundé, Lemar, Griezmann, Dembélé y Benzema) y tres han pasado por las filas de alguno de sus equipos (Lucas Hernández, Digné y Ben Yedder). 10 de 26.
La técnica, Lyon y la joie de vivre
Umtiti se formó en la academia del Olympique de Lyon, una de las canteras más prolíficas de Europa. De allí salieron otras joyas francesas que han triunfado en España, como Ludovic Giuly, uno de los primeros galos exitosos en el Camp Nou, protagonista de un tridente inolvidable para los culés junto a Ronaldinho y Eto’o, campeones de Europa en 2006; el delantero del Real Madrid Karim Benzema, ganador de tres campeonatos ligueros y de cuatro Copas de Europa; el mediapunta del Real Betis Nabil Fekir o el centrocampista del Granada CF Maxime Gonalons, que lograron llevar a sus respectivos equipos hasta competiciones europeas.
Jean-François Vullez, director de la cantera lionesa desde 2017 y empleado del club desde 2011, resume el ADN de la institución: “Somos una capital regional, una ciudad llena de innovación, colmada de industrias. Un lugar que aprecia la alta gastronomía, el espectáculo, el buen vivir. Nuestro juego tiene que identificarse con eso”. En un fútbol que ha obtenido grandes resultados gracias a la fortaleza física de sus protagonistas, la academia del Lyon parece el punto de encuentro perfecto entre Francia y LaLiga Santander.
Vullez coordina una academia de vanguardia que cuenta con alrededor de 400 jóvenes de entre siete y 20 años (250 hombres y 150 mujeres). “Nuestro jugador es capaz de adaptarse. Los entrenadores deciden el sistema en el que van a jugar en función de las características de los futbolistas. No tenemos el mismo sistema de juego en todas nuestras categorías porque sabemos que tendremos entrenadores en el primer equipo que cambiarán a menudo. Hoy en día, los entrenadores pueden iniciar el juego en un sistema, atacar de una forma, defender de otra… Debemos formar jugadores adaptables, inteligentes y conscientes de los espacios”. El estilo español, muy técnico e inteligente, dice, se adapta perfectamente a su cultura de juego.
Para nutrir las filas de la academia, el Olympique de Lyon cuenta con una red de ojeadores que se enfocan, sobre todo, en una treintena de clubes, 200 kilómetros a la redonda del río Ródano. “Queremos que los jóvenes de nuestra región entren a la academia lo más temprano posible. Así podemos garantizarles los valores y las bases cognitivas y técnicas que los llevarán al máximo nivel”, explica Vullez, que antes de sumarse al club en 2011, había pasado por la dirección técnica de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), de la cual depende, entre otros, el prestigioso centro de formación de jugadores de Clairefontaine, fundado en 1988 en las afueras de París.
Un modelo que cambió la historia
Clairefontaine fue concebido en 1976 por el entonces presidente de la FFF, Fernand Sastre, quien no alcanzaría a ver su proyecto terminado. La federación extendió más tarde el modelo que ya cuenta con alrededor de 40 centros de formación distribuidos por todo el país. En Clairefontaine vivieron y se formaron estrellas como Thierry Henry o Kylian Mbappé. Es también el centro de entrenamiento de las selecciones nacionales.
“El resultado se vio, en realidad, diez años después cuando los jugadores jóvenes explotaron”, apunta Torchut, de L’Equipe. Concretamente el 12 de julio de 1998, en París, y ante el país más ganador de todos, Brasil. Fue 3 a 0. De la mano de Zinedine Zidane, Francia levantó su primera Copa del Mundo con una selección que historiadores y sociólogos describen como una fotografía de la clase trabajadora francesa por la mezcla de orígenes presente en su plantilla. Un equipo que finalmente conectó con todo el país. La historia del fútbol francés está marcada por la influencia de otros países: los padres polacos de Kopa, los abuelos italianos de Platini, la familia argelina de Zidane…
París y la banlieue
Uno de los lugares donde más se mezclan las raíces de la población francesa es la periferia de las grandes ciudades. “La banlieue”, interviene Luis Ferrer, argentino y asesor de la dirección deportiva del Paris Saint-Germain de 2009 a 2019. Con 20 años de experiencia en el terreno, Ferrer, que ahora tiene su propia empresa para impulsar la carrera de los futbolistas (LF360), es uno de los hombres que más sabe acerca de las entrañas del fútbol francés en la actualidad. “Salen de los suburbios, pero llegan rápidamente a centros de formación muy desarrollados, que están por toda Francia. Burdeos, Lyon, Mónaco... Los clubes cuentan con un presupuesto muy alto para invertir en sus escuelas. A los chicos no les falta nada”, indica.
Ferrer fue uno de los grandes responsables de la estrategia que convenció al delantero Kylian Mbappé para fichar por el PSG. “No inventamos nada. Con Unai Emery [ahora entrenador del Villarreal CF], Antero Henrique [exdirector deportivo del PSG] y el presidente Nasser Al-Khelaifi le dijimos que él iba a ser protagonista, que iba a jugar, que si quería irse al Real Madrid confirmara primero su nivel en su país y que llegara a España por la puerta grande”, revela. Torchut añade: “Para el futbolista francés, llegar a un grande de LaLiga Santander es una especie de coronación”.
Mbappé surgió de la banlieue, de Bondy, un municipio de la región de Île-de-France, la zona más densamente poblada del país. “Las afueras de París, Rosario y São Paulo están entre los cinco lugares que más futbolistas producen en el mundo”, afirma Ferrer. En Francia, aclara, cada municipio, con ayuda de los gobiernos locales, pudo construir un campito de césped sintético para que los jóvenes comiencen a jugar al fútbol. “Fue el reemplazo a las humildes canchas de cemento de las cités, debajo de los grandes bloques de edificios de la periferia”, dice. Los grandes clubes están alerta de lo que pueda suceder allí. De hecho, jugadores de LaLiga Santander como Dembélé o Umtiti también han surgido de la banlieue.
Quizás el mayor punto de encuentro entre el fútbol francés y el español lo ilustre el delantero del FC Barcelona Antoine Griezmann. Oriundo de Lyon, llegó a la Real Sociedad a los 13 años y allí se formó. “Decían que era bajito, que era más débil que el futbolista francés tradicional y por eso se vino a España”, dice Torchut, sobre el atacante, campeón del mundo en 2018. El tiempo demostró otra cosa. Lyon se juntó con San Sebastián y “así se creó uno de los jugadores con mejor técnica” que Torchut ha visto en su vida.
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