La progresión de la Primera Iberdrola no se detiene. Tras lograr la temporada pasada un récord internacional absoluto de asistencia en un partido femenino entre clubes, la competición arranca este sábado con la intención de superar los 60.739 espectadores que llenaron el estadio Wanda Metropolitano. La incorporación de 48 nuevas futbolistas extranjeras elevará el número de estrellas internacionales a un número récord. El centenar de nuevos fichajes, 16 de ellos de jugadoras que disputaron el pasado Mundial de Francia, supondrá un salto de nivel en la calidad de las plantillas de 16 equipos más reforzados que nunca. Y gracias a la venta por primera vez en la historia de los derechos de televisión de unos partidos seguidos por una creciente masa de aficionados se ha dado un salto hacia una capacidad económica superior. Estos son los alicientes del torneo que afronta su curso más trascendente y competitivo, camino de posicionarse como una referencia mundial del balompié. “Cada temporada es más competitiva que la anterior y esperamos que este año continúe la tendencia, con más nivel deportivo y más espectáculo”, apunta Pedro Malabia, director de Fútbol Femenino de LaLiga.
1. Récord de futbolistas internacionales
Una prueba de la evolución de la máxima categoría es su creciente capacidad para atraer talento más allá de sus fronteras. Esta temporada suma 106 futbolistas extranjeras, frente a las 93 y las 71 de los cursos 2018/2019 y 2017/2018, y todos los equipos menos tres –Athletic Club, Real Sociedad y el Deportivo Abanca– han hecho incorporaciones con este perfil. Ya en 2018 España fue uno de los cinco países que más fichajes de jugadoras internacionales realizó junto con Suecia, Estados Unidos, Noruega y Colombia, según un informe publicado por la FIFA.
La Primera Iberdrola atrae representantes a grandes potencias futbolísticas como Holanda, Brasil, Argentina, Japón o Suecia. Sumando los fichajes a los nombres ya conocidos, el torneo ha conseguido formar una constelación de estrellas global, en la que figuras tan relevantes como Lieke Martens (FC Barcelona), Ludmila Da Silva (Atlético de Madrid Femenino), Estefanía Banini (Levante UD), Yoko Tanaka (Sporting de Huelva) o Sofia Jakobsson (CD Tacón). Su presencia supone un salto de nivel en el juego y a la vez en la visibilidad de una competición en pleno desarrollo: “Nos abren las puertas a nuevos mercados. El aficionado local que sigue a una jugadora es probable que se interese por dónde juega. Todo talento que se incorpore es un signo de que la competición está creciendo”, argumenta Malabia.
La captación de activos, sin embargo, también se da en otra dirección: en el viaje de vuelta de profesionales que antes buscaban otras opciones fuera. Una de ellas es Virginia Torrecilla, que este año regresa a la Primera Iberdrola de la mano del Atlético después de abandonar en 2015 el FC Barcelona para iniciar una nueva aventura futbolística con el Montpellier HSC francés. Para el director de Fútbol Femenino de LaLiga, el ejemplo de Torrecilla es un síntoma de que las cosas están cambiando a mejor: “Desde hace cuatro años todas las jugadoras tienen contrato, los salarios están aumentando, las condiciones de entrenamiento mejoran y también las de desplazamiento, ahora se viaja más en tren o en avión ahorrando las horas en bus. Las condiciones han mejorado y van a seguir mejorando”, concluye el representante de LaLiga, que intuye una relación causa-efecto entre los avances en la profesionalización y la llegada de mejores futbolistas.
2. A más audiencia, mayor capacidad económica
El desarrollo de la Primera Iberdrola también va viento en popa en lo económico. En este apartado, la nueva temporada presenta una gran novedad: por primera vez en la historia se vendieron los derechos audiovisuales de la competición, que fueron adquiridos en marzo por Mediapro. El acuerdo con la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) se cerró en nueve millones de euros para los próximos tres cursos, a razón de tres millones por año, y contempla como mínimo la retransmisión de tres partidos cada jornada, uno de ellos en abierto. Para el presidente de la ACFF, Rubén Alcaine, se trata de un “un paso fundamental”: “Es la respuesta al trabajo de la asociación y los clubes que han conseguido poner en valor un producto en el que hemos creído desde hace décadas”, asegura el representante de un organismo del que forman parte 13 de los 16 equipos que participan en el torneo.
Alcaine opina que el crecimiento de los ingresos repercute de forma inequívocamente positiva a las futbolistas. “El salto económico que han dado los clubes es evidente. Sumado esto a su apuesta firme por aumentar los medios técnicos es lo que ha permitido mejorar el nivel de las jugadoras y sus condiciones, que no tienen nada que ver con hace diez o quince años”. Un argumento en el que coincide Malabia: “La monetización de los derechos televisivos se traduce en mayores recursos que los clubes pueden destinar a mejorar las condiciones de las jugadoras, tanto económicas como de entrenamiento”.
Entre las temporadas 2016/2017 y la 2017/2018, la audiencia del fútbol femenino aumentó un 39%, de acuerdo con datos de Mediapro. Una creciente atracción que también se mide en las redes sociales, donde la Primera Iberdrola acumula más de 100.000 seguidores entre plataformas como Twitter, Facebook e Instagram. La visibilidad ha sido clave para que los patrocinadores se animen a invertir en una competición que cada vez tiene más capacidad económica. “Antes costaba muchos acuerdos de patrocino a nivel local y ahora lo tienen mucho más fácil. Es un escenario distinto en el que las marcas quieren asociarse con los clubes tanto a nivel colectivo como a nivel individual”, explica Alcaine.
3. Un centenar de fichajes para una liga más reñida que nunca
En la Primera Iberdrola nadie se quiere quedar atrás. Con un total de 104 incorporaciones, no hay ningún equipo que se haya quedado sin fichar este verano. Desde el equipo más modesto a los que están acostumbrados a ocupar las posiciones más altas de la tabla han sacado partido a un mercado muy internacional, con casi la mitad de futbolistas nacidas en regiones tan diversas como América, Asia o África. Un esfuerzo común a todos los clubes que responde a una sensación compartida: se enfrentan a la edición más reñida de la historia.
El Sporting de Huelva se salvó por poco la campaña pasada, gracias al golaveraje particular frente al penúltimo de la clasificación. Este año ha sido la entidad que se ha reforzado más, con 12 fichas nuevas: “Las exigencias son cada vez mayores. La progresión ha sido muy rápida y el nivel de las jugadoras es altísimo”, justifica su vicepresidente, Francisco Javier López Rey, que defiende los cambios en la plantilla con miras a “lograr la permanencia lo antes posible”. Por su parte, en el RCD Espanyol, que se ha reforzado con hasta seis nuevos nombres, dicen contar con un plantel “más sólido” para afrontar una competición que se prevé “dura”, asegura Lauren Florido, su coordinador de fútbol femenino: “Desde hace dos años vivimos un boom. La exigencia está más alta que nunca”, comenta.
El año pasado, 27 puntos separaron al campeón del tercero, el Levante UD, y 36 respecto al Real Betis Féminas, que terminó en la sexta plaza. Por ello, uno de los grandes retos del torneo es que la carrera por el título no sea cosa solo del FC Barcelona y el Atlético de Madrid, pero no solo el único. El director de Fútbol Femenino de LaLiga pone en relevancia las otras pugnas, como evitar el descenso o clasificarse para competiciones europeas, que se prevén muy emocionantes. “Como todas las ligas hay desigualdades, pero a nivel global el nivel competitivo ha aumentado y va a seguir aumentando”, augura. “Será una competición tremendamente fuerte y que dará mucho que hablar. Seguramente esta edición será la más disputada”, pronostica el presidente de la ACFF.
4. Estadios cada vez más grandes
A más interés, más audiencia y más afición, la Primera Iberdrola ha encontrado una respuesta: recintos más grandes. Vista la sed de fútbol femenino de élite que se está despertando entre los aficionados al balompié, cada vez más campos de los clubes de LaLiga Santander y LaLiga Smartbank abren sus puertas para albergar encuentros de la Primera Iberdrola. La temporada pasada lo hicieron hasta en nueve ocasiones, teniendo este fenómeno su máxima expresión en el duelo entre el Atlético de Madrid y el FC Barcelona de la jornada 24. La contienda decisiva por el liderato de la competición logró congregar a más de 60.000 personas en el Wanda Metropolitano, la masa de aficionados más grande de la historia en un partido femenino de clubes.
La tendencia parece que ha llegado para quedarse. Este curso, el Sporting de Huelva ha firmado un acuerdo con el Recreativo de Huelva para la cesión durante las dos próximas temporadas de las instalaciones de la Ciudad Deportiva y del Nuevo Colombino, un estadio con capacidad para 21.670 espectadores. La intención es jugar allí todos los partidos, mientras no se solapen con los del residente habitual, explica López Rey: “Estamos muy satisfechos. Para nosotros supone dar un salto, un paso muy importante a nivel de relevancia y de presencia”.
El RCD Espanyol también ha anunciado que cambiará durante esta campaña la Ciudad Deportiva Dani Jarque para disputar un mínimo dos partidos en un campo que multiplica casi por treinta su aforo, el RCDE Stadium. La temporada pasada la apertura del coliseo fue todo un éxito: 20.615 hinchas acudieron al reclamo de un interesante RCD Espanyol – Atlético de Madrid, la quita mayor entrada del año. “Hay que felicitar a los clubes porque se han atrevido a abrir grandes instalaciones con un alto coste logístico y una operativa compleja”, afirma el director de Fútbol Femenino de LaLiga.
5. Muchas estrellas mundialistas a seguir
La Copa del Mundo disputada este verano en Francia fue la mayor prueba del buen momento que vive la Primera Iberdrola. Una de cada diez de las 552 jugadoras que participaron en el Mundial compitió la última temporada en España. Con 52 futbolistas, el país fue el que más talento aportó solo por detrás de Estados Unidos, con 73 profesionales, y el FC Barcelona el club que más convocadas tuvo del mundo, con 15 internacionales.
Por ello, no es de extrañar que después de uno de los eventos futbolísticos más seguidos del verano algunas grandes figuras acabaran recalando en la Primera Iberdrola. Es el caso de Sari van Veenendaal, premiada con el Guante de Oro como la mejor guardameta de la cita mundialista, que ha cambiado la portería del Arsenal FC inglés por la del Atlético de Madrid; la mediocampista sueca Kosovare Asllani, que viene del Linköpings FC para incorporarse al CD Tacón o la experimentada central brasileña Monica Hickmann, que tras jugar en el Atlético de Madrid Femenino y desarrollar una larga trayectoria en países como Austria, Brasil, Estados Unidos y Australia ha recalado en las filas del Madrid CFF.
Asimismo, aprovechando la palestra excepcional que supuso una competición seguida por millones de personas en todo el mundo, otras mundialistas aprovecharon para mudar de colores dentro de la Primera Iberdrola. El caso más sonado, quizá, es el de la española Jennifer Hermoso, que regresa a las filas barcelonistas tras su última etapa como colchonera. Pero también hay otros como el de Toni Duggan, que ha hecho un viaje inverso al de Hermoso, o el de la goleadora chilena Yanara Aedo, que se ha mudado del Valencia Féminas CF al Sevilla FC.
En total, entre unas y otras, suman 16 figuras que después de la Copa del Mundo han cambiado de camiseta.
6. Más cantera: las niñas ya sueñan con ser futbolistas
Un año más, el fútbol femenino sigue alimentando sus perspectivas de futuro de la mejor manera: ampliando su cantera. En 2018, hubo 65.091 mujeres federadas para la práctica del deporte rey. Esto supone casi un 8% más que el año anterior (60.329) y un 120% más respecto a 2008 (29.528). Además, en los últimos doce meses, el crecimiento de las licencias federativas ha triplicado el de las masculinas.
Los tiempos han cambiado y parece que la posibilidad de verse el día de mañana como profesional ya no es una aspiración que solo cultivan los niños. De hecho, según una encuesta anual elaborada por la compañía de trabajo temporal Adecco, las niñas españolas situaron por primera vez en 2019 el sueño de ser futbolista entre las cinco profesiones más deseadas al llegar a la edad adulta. “Antes siempre llevaban la camiseta de Messi o de Ramos. Ahora ves cada vez más niñas con camisetas de sus ídolos femeninos. Al final cuanto más referentes tengas, cuanto más lo veas en la televisión, eso es decisivo para lanzarte a practicar fútbol”, explica Alcaine, para el que la exposición mediática y la inversión en recursos para las categorías inferiores son dos elementos básicos para prolongar la explosión del fútbol femenino. “Al final es una rueda. A más visibilidad, más afición y más recursos. Y a más recursos, mejores jugadoras”, zanja el coordinador del fútbol femenino del RCD Espanyol.
Fotos de la presentación en cabecera: LaLiga.
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