En las mías pone El futuro es vuestro”, dice Víctor. “Yo tengo Que nada te detenga”, asegura Borja. “Mi mensaje es No hay nada imposible”, cuenta Raúl. Los jugadores de LaLiga Genuine suelen recordar al instante los lemas que llevan impresos sus nuevas botas. También se acuerdan, todavía emocionados, de cómo las recibieron: “Nos hicieron un regalo muy bonito. Íbamos a entrar al vestuario antes del último partido de liga y nos dijeron que esperásemos, que había que limpiarlo. Cuando pasamos teníamos una bolsa con nuestro nombre, y al abrirlas vimos las botas, cada una con un mensaje distinto de aficionados. “Fue un detallazo”, narra Víctor Fernández, capitán del RCD Espanyol Special, “el que vigila a los polluelos”, como dice él. Las Botas de los Deseos es la última iniciativa de LaLiga Genuine, un proyecto pionero que arrancó hace un año y medio para visibilizar e integrar a personas con discapacidad intelectual a través del fútbol. Javier Tebas, presidente de LaLiga, relata cómo surgió la idea: “Nace de Rubén y Álvaro, los hoy capitanes del Nàstic Genuine. Sus ganas e ilusión me cautivaron y tuve claro que debíamos crear una competición en la que las auténticas estrellas fueran ellos”.
La competición de la primera temporada de LaLiga Genuine se ha dividido en cuatro fases. Fue en Navidad, terminada la inicial, cuando arrancó el plan de Las Botas de los Deseos. “Desde LaLiga creamos una felicitación Navideña mediante la que invitamos a los usuarios de redes sociales a mandar palabras de apoyo y ánimo a los jugadores de LaLiga Genuine bajo un mismo hashtag, #HappyGenuine. Recibimos más de 1.000 mensajes tanto de personas anónimas como de jugadores y exjugadores de primer nivel y por ello, decidimos dar un paso más”, relata Olga de la Fuente, directora de la Fundación de LaLiga. Gracias a la colaboración de Nike consiguieron 500 pares de botas para los jugadores y jugadoras de los 18 equipos participantes y decidieron grabar en ellas los mensajes de apoyo recibidos. Se las entregaron en Vigo, donde se celebraba la última fase de LaLiga Genuine, el pasado 27 de mayo. “He estado en los vestuarios viendo cómo se los daban y puedo decir que fue maravilloso”, asegura De la Fuente.
Para ellos también. Víctor Fernández tiene 36 años y esas botas fueron la guinda de todo lo que le está aportando el fútbol: “No nos lo creíamos”. Piensa muy bien las palabras, aunque a veces le cueste encontrarlas. Como capitán del Espanyol (le encanta la foto en la que sale besando el escudo en su brazalete) levantó el trofeo de campeones del torneo: “Ha sido increíble. Es un orgullo vestir la camiseta de mi club de toda la vida. Los viajes que hemos hecho, los amigos que tengo en mi equipo y en los demás, las sorpresas y el apoyo que hemos vivido en el campo y en las redes. Es todo inolvidable”.
Víctor es un gran ejemplo de cómo el fútbol puede funcionar como palanca de transformación en la vida de los jugadores. “Mi hijo ha pegado un cambio brutal. Ha madurado. Ha hecho buenos amigos. Está más alegre y tiene más confianza. Ha mejorado su imagen. Es más puntual. Está pletórico. Es como si nos hubiese tocado la lotería”, sostiene sonriente Pilar Estopiña, la madre de Víctor, que solo regaña a su hijo por seguir llevando tantos piercings. El capitán perico es un líder absoluto para sus compañeros. “Es un crack. Yo he dormido con él en la habitación y es un fenómeno. Se preocupa por nosotros”, destaca Borja Cabezas, delantero del Espanyol de 25 años. Víctor tiene microcefalia y un problema en la muñeca. Su discapacidad es del 33%, el mínimo para participar en LaLiga Genuine y también para recibir ayudas y prestaciones. “El fútbol me hace ver que siempre puedes mejorar. Aprendo muchos valores. Sobre todo me ha hecho respetar más a todo el mundo, a mi equipo y a los rivales”, destaca. Xavi Tendero es, además de su entrenador en el Espanyol, su jefe en el taller TEB de Barcelona: “Su evolución es espectacular. Antes era bastante conflictivo en el trato. Pero ahora es un ejemplo para todos, en el trabajo y en el equipo. El deporte ayuda a poner el foco en las capacidades, no en la discapacidad. Y él las ha desarrollado muchísimo. Ahora se le ve mucho más centrado que cuando llegó”.
Víctor y el resto de jugadores son conscientes del escaparate que supone LaLiga. “Alucinaba cuando la gente se quería hacer fotos con nosotros”, expresa Borja Cabezas. El éxito y el crecimiento del fútbol español y su expansión como marca por todo el planeta va acompañado de un importante compromiso social que se refleja en cada momento vivido en LaLiga Genuine. Es más que fútbol: es un proyecto de ciudadanía. Sentirse apreciados en una campaña como la de Las Botas de los Deseos, en la que han colaborado activamente leyendas del fútbol como Fernando Sanz, Ismael Urzaiz, Milinko Pantic o Rubén de la Red, potencia esa percepción de igualdad y visibiliza sus historias, sus problemas y progresos. “Con las botas yo era como un niño con los regalos de los Reyes. Me las tuve que poner ese mismo día”, asegura Borja, que comparte una foto en la que está mirando a De la Red: “Salgo con una cara… se me caía la baba”, bromea.
Se ríen. Juegan. Disfrutan. Viajan. Hacen amigos. Pero no solo es eso. “A lo largo de la liga los jugadores han evolucionado muchísimo, en lo deportivo y en lo personal. Para ellos es muy importante. Aprenden compañerismo, deportividad, respeto, igualdad, esfuerzo”, señala Manel Algeciras, entrenador del Espanyol, con más de 30 años de experiencia en el deporte para personas con discapacidad. “El fútbol es la excusa para trabajar un montón de cosas. La empatía, la autonomía, la educación, la puntualidad. Les ayuda a superarse y a sentirse como uno más. Porque son un equipo más”, afirma Sonia Alcón, entrenadora del Villarreal CF.
El futuro os pertenece
Que nada te detenga
Regatea a la adversidad
No hay nada imposible
A comerte el mundo
Ganar, ganar y ganar
Yo juego en otra liga
El caso de Víctor es el de todos los jugadores y jugadoras de LaLiga Genuine. A Raúl de la Peña, centrocampista del Rayo Vallecano de 27 años, le daba miedo volar, y eso que su padre, Enrique, es piloto de helicóptero: “No conseguía que se subiese a un avión ni con psicólogos. Pues gracias a LaLiga lo ha conseguido”. “Al bajar lo paso un poco mal pero luego quiero repetir porque el fútbol y mis amigos me lo compensan todo”, confiesa Raúl, que viene de marcar cinco goles en un amistoso y no deja de sonreír un minuto. Estudia para terminar el bachillerato y sacarse el título de entrenador, como su compañero Vicente que, a pesar de tener daño cerebral adquirido, ha podido dirigir a sus amigos por primera vez en Vigo tras sacarse el título de técnico superior en animación de actividades físicas y deportivas (TAFAD) y el de entrenador. Tiene solo 23 años.
El fútbol ayuda a poner el foco en las capacidades, no en la discapacidad
Xavi Tendero, entrenador del RCD Espanyol Special.
Oriol Mezquita tiene 18 años y juega en el Villarreal CF, el equipo de su vida, donde le entrenan su primo, Sergi Campos, y Sonia Alcón. “Ha sido un tiempo en el que ha entendido el fútbol y la importancia de tener compañeros”, explica Campos. “Ha aprendido a no ser impulsivo, a esforzarse, a gestionar sus emociones”, cuenta Alcón, que subraya que los técnicos están en permanente contacto con su familia y con su colegio. Borja Cabezas trabaja como jardinero en Santa Coloma de Gramenet, es sociable, alegre, curioso, y el deporte es para él una práctica esencial en el día a día: “Hago natación, bicicleta, subo a la montaña. Para mí es vital. Me ayuda a estar tranquilo y centrado. En el fútbol puedo aprovechar mis mejores cualidades. Cuando entro en el campo no paro, soy muy rápido y busco todos los espacios. Y, además, he hecho amigos y he conocido a personas con un gran corazón”.
Con su comportamiento y su progresión los deportistas de LaLiga Genuine están sirviendo como modelo dentro y fuera del campo. “Es LaLiga de los valores del deporte, la inclusión, la ilusión, el respeto y la deportividad, en definitiva, el ejemplo que buscamos instaurar en el fútbol profesional español. Porque esta calidad humana es la que queremos seguir transmitiendo a la sociedad, a los clubes de LaLiga, a sus jugadores y a los aficionados”, manifiesta Javier Tebas, que ha estado presente en las cuatro fases del torneo durante esta temporada. El sistema de competición de LaLiga Genuine fomenta la deportividad y el compañerismo. Además del ganador hay otro trofeo que se otorga al campeón del juego limpio, una faceta en la que estos deportistas tienen mucho que enseñar. “Merece la pena verlo solo por el comportamiento de todos los equipos. Cómo se ayudaban. Cómo bajaban el pistón cuando veían que el rival estaba ya cansado. El ambiente con la afición. Nuestros jugadores compartieron el trofeo, sin decirles nada, para que los demás se hicieran fotos con él”, desgrana Manel Algeciras.
Iniciativas como Las Botas de los Deseos, unidas al apoyo de los clubes en redes sociales, a la implicación ciudadana y a otras acciones lanzadas desde LaLiga y su Fundación han propiciado que se dé a conocer un proyecto pionero en el mundo. No hay otra liga de fútbol a nivel internacional que organice en su propio seno una competición para personas con discapacidad. “El balance es extremadamente satisfactorio, ha salido bien desde el primer momento. Con esta ilusión, este buen rollo y estas personas no podía salir mal. Ahora vamos a reunirnos con los equipos de LaLiga Santander y LaLiga 1|2|3 para pensar en la temporada que viene”, analiza Olga de la Fuente desde la Fundación. “Vamos a continuar trabajando en esta línea y poniendo recursos para que las estrellas de LaLiga Genuine sigan brillando. Tengo claro que en esta liga ganamos todos”, concluye Javier Tebas.
Tras la experiencia de este año, todos los jugadores están impacientes por arrancar una nueva temporada. Ahora el futuro es suyo.
Vídeo: LaLiga. Fotografías: LaLiga y RCD Espanyol.
Esta noticia, patrocinada por LaLiga, ha sido elaborada por un colaborador de EL PAÍS.
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