El Baix Llobregat navega hacia la reconversión de su industria y la digitalización de sus cultivos
Los 30 pueblos que conforman esta comarca barcelonesa han marcado una hoja de ruta para afianzarse de nuevo como un polo económico nacional: liderar la actividad industrial sostenible, digitalizar el sector agroalimentario e implantar la logística 4.0. Para ello, la Administración pública, el tejido empresarial y entidades como Correos han puesto en marcha varios proyectos para generar empleo y mejorar el día a día de sus vecinos
La comarca del Baix Llobregat, famosa en el pasado por su industria automovilística, se encuentra ahora sumergida en la búsqueda de un ascensor que afiance de nuevo su posicionamiento empresarial a nivel nacional. Y parece que lo está consiguiendo. Los últimos datos del Consell del Baix Llobregat, el órgano dedicado a administrar ciertos servicios a los 30 municipios que componen la comarca, señalan que es la que tiene mejores índices de recuperación tras la pandemia (con un crecimiento del 3% en puestos de trabajo respecto a 2019) y la cuarta más competitiva de Cataluña. Su hoja de ruta: liderar la actividad industrial sostenible, digitalizar el sector agroalimentario e implantar la logística 4.0 con los últimos avances tecnológicos en toda la cadena de suministro y en el día a día de sus vecinos.
“Hace unos años le vimos las orejas al lobo y, con la importancia que tiene la industria en nuestra comarca, no nos queríamos quedar atrás en la transformación que está viviendo este sector hacia la sostenibilidad”, comenta Eva Martínez, presidenta del Consell. Una de las apuestas de esta entidad para lograr esa meta es la plataforma Transforma Indústria, creada por la Aeball (Associació Empresarial del Baix Llobregat) para impulsar la transición ecológica de los sectores automovilístico y metalúrgico, entre otros. El proyecto, que verá la luz el próximo año, contará con más de 170 millones de euros provenientes de fondos europeos. La colaboración entre la Administración y las empresas también se materializa en otros de los focos que más inversiones está recibiendo la comarca: la logística. Por ejemplo, Correos, junto al Gobierno provincial trabaja en dos vertientes: en la micrologística, llevando servicios básicos a las zonas despobladas, y sirviendo como nexo entre las pequeñas empresas y sus clientes o la Administración pública.
Ese potencial logístico ha llevado a muchos inversores a levantar naves de almacenaje y distribución de mercancías en la zona. Como explica María López, experta en esta actividad y responsable de la Gerencia de Servicios y Productos de Correos en la provincia de Barcelona: “El Baix de Llobregat es una zona muy bien comunicada. El aeropuerto de Barcelona está en El Prat [uno de los municipios comarcales] y el puerto está a 20 minutos en coche [desde San Feliu de Llobregat, la capital de la comarca]”. A ello se suman la C-32 (antigua A-16), la A-2, la AP-7 y la N-340, entre otras. El resultado es que, desde Sant Feliu, Barcelona está a 17 kilómetros, Tarragona a 97 y el nodo logístico de Zaragoza, a 298 kilómetros. Esta vertebración, que sitúa a la comarca como una de las zonas comerciales e industriales mejor comunicadas de Cataluña, ha sido el motor para que en la última década grandes compañías, nacionales e internacionales, se hayan instalado en sus polígonos, construidos a orillas de sus carreteras. Un ejemplo: el pasado año, una multinacional farmacéutica americana compró casi 26.000 m² de suelo y la AMM (la Asociación Médica Mundial), otros 15.500 m² para distribuir desde allí sus mercancías. Fue una de las inversiones inmologísticas más potentes de 2019, según datos de la consultora inmobiliaria CBRE. Hecho que, a su vez, ha provocado un aumento de puestos de trabajo y, consecuentemente, de la población.
Pero el reto ahora, subraya el Consell, no solo es mantener el número de empresas y de residentes, sino también impulsar la transición verde de los espacios industriales. “La idea es construir y convertir los polígonos en sostenibles. Que dispongan de cargadores [para coches eléctricos] para que también mejore este tipo de movilidad”, detalla la presidenta del Consell. Explica Martínez que la entidad ya está en contacto con Wallbox, compañía proveedora de gestión de energía y carga de vehículos eléctricos, para poner en marcha esta reconversión. Junto a la sostenibilidad, la Diputación de Barcelona también está trabajando para impulsar la digitalización empresarial a través del programa Trabajo, talento y tecnología, con un presupuesto de 10 millones de euros repartidos en 67 proyectos de transformación digital. Estos se llevarán a cabo en 300 municipios barceloneses, muchos de ellos del Baix Llobregat. Uno de los pilares de esta iniciativa consiste en promover la logística 4.0 a través de programas de formación de nuevos trabajadores y de planes para integrar la inteligencia artificial en empresas del sector.
Impulsar la economía desde los pueblos
Pese a la alta densidad de población (1.717,4 habitantes por km², de las más altas de Cataluña), existen varios pueblos en la comarca con menos de 5.000 vecinos y que han visto cómo ciertos servicios básicos (financieros, de movilidad, administrativos, etcétera) han ido desapareciendo de la localidad. Para paliar esta situación y evitar un importante desfase en el crecimiento de los distintos núcleos habitados, Correos ha enfocado uno de sus proyectos de desarrollo rural para proporcionar estas prestaciones a los vecinos y a las pequeñas empresas que lo necesiten.
“Todo está más digitalizado y el ciudadano muchas veces no puede ponerse en contacto con la Administración [para realizar trámites] porque tiene que solicitar cita previa; eso demanda largos tiempos de espera o desplazamientos si vives en un municipio pequeño. Ahora, en las oficinas ofrecemos ORVE. El usuario o la empresa viene, digitalizamos sus documentos y los enviamos de forma digitalizada a la Administración, explica María López desde Correos. A esta iniciativa se le suma el proyecto de instalar cajeros automáticos en zonas donde han cerrado sucursales bancarias y el apoyo a los emprendedores a vender sus productos por internet.
“Es una logística de servicios”, remarca López. A los cajeros y Correos Market –el market place del operador logístico para productores locales del operador logístico–, en el Baix Llobregat se ha sumado, además, un proyecto piloto en el que los carteros rurales, durante su jornada de reparto, acercan servicios básicos a la puerta de casa: pago de recibos bancarios, venta de sobres, sellos, entradas, billetes de tren, embalajes e incluso entrega de dinero en metálico de las cuentas de ahorro de los clientes. La iniciativa parece haber sido un éxito: “Es una manera de facilitar el día a día de la gente mayor y de las pequeñas empresas de la zona”, apunta López.
Digitalizar los cultivos para fortalecer el campo
Otro de los motores históricos de la comarca ha sido el sector agroalimentario (actualmente 10.000 millones de euros anuales de facturación) en toda la cadena de valor, según datos del Consell del Baix Llobregat), una actividad económica que en los últimos años ha visto cómo su valor ha decrecido. No obstante, en el último lustro, se están abriendo paso varias iniciativas que prometen ampliar el mercado de los productos del campo del Llobregat e incrementar las posibilidades de negocio. Uno de los ejemplos es la empresa WAAIT, ubicada en Abrera (12.334 habitantes, según el INE), que ha desarrollado un dispositivo electrónico que, instalado en las máquinas pulverizadoras, mide y dosifica la cantidad de productos sanitarios que un agricultor necesita emplear, según el tamaño de su parcela. Esas dosis óptimas son calculadas por la aplicación DOSAVIÑA, desarrollada por agronomos expertos de Universitat Politécnica de Catalunya.
Por un lado, permite una gestión más eficiente de estos recursos y, por otro, ayuda a que el cultivo sea más sostenible. Esta máquina, además, monitoriza y recopila datos en tiempo real de la pulverización del campo (recorrido, producto aplicado, incidencias en el proceso) para, posteriormente, almacenarlos en una base de datos que el propietario puede consultar. El éxito ha sido tan grande que este año han exportado su idea a Sudáfrica.
Otro de los proyectos es la inauguración de un hub alimentario, impulsado por la Diputación de Barcelona, que concentrará parte la producción de seis municipios: Abrera, Collbató, Esparreguera, Olesa de Montserrat, Sant Esteve Sesrovires y Sant Andreu de la Barca. El primer paso, que contará con un presupuesto de 300.000 euros, será construir una infraestructura para captar aguar y abastecer los cultivos, y otra para gestionar los residuos.