El retroceso que no nos merecemos
El PP de Madrid ha decidido ser cómplice de la estrategia de Vox: sembrar miedo, desinformar y recortar derechos
Lo ocurrido en el último pleno del Ayuntamiento de Madrid fue un ataque frontal a la libertad de las mujeres, avalado por el PP al dictado de la ultraderecha. El gobierno de Almeida ha decidido dar un pas...
Lo ocurrido en el último pleno del Ayuntamiento de Madrid fue un ataque frontal a la libertad de las mujeres, avalado por el PP al dictado de la ultraderecha. El gobierno de Almeida ha decidido dar un paso atrás en los derechos de las mujeres al aprobar una iniciativa que obliga a los centros municipales a informar sobre un supuesto “síndrome posaborto”, una figura que no existe en ningún manual médico y que no reconoce la ciencia.
No estamos ante un mero trámite administrativo. Tampoco se trata de “solo dar información”. Se trata de una maniobra política que busca culpabilizar y estigmatizar a las mujeres que ejercen un derecho reconocido en nuestro ordenamiento jurídico: la interrupción voluntaria del embarazo.
El aborto no es un capricho ni una frivolidad. Es una decisión difícil y personal, que requiere acompañamiento respetuoso, seguridad sanitaria y apoyo emocional cuando sea necesario. Nadie niega que puede ser un proceso doloroso para algunas mujeres, como cualquier otra experiencia vital compleja. Pero transformar esas vivencias diversas en un “síndrome” inexistente es un ejercicio de manipulación política.
La ciencia es clara: no existe el “síndrome posaborto”. Lo han dicho psicólogos, asociaciones, psiquiatras y organismos internacionales. Lo que sí existen son contextos de vulnerabilidad, de desigualdad, de falta de apoyo social o económico que hacen que las mujeres vivan con más dificultad esa decisión. Si de verdad queremos protegerlas, deberíamos reforzar los recursos públicos, no intoxicar con discursos que las culpabiliza.
El PP de Madrid ha decidido ser cómplice de la estrategia de Vox: sembrar miedo, desinformar y recortar derechos. No es la primera vez que lo hacen. Lo preocupante es que ahora lo hacen desde la institución que debería garantizar la igualdad y la libertad de las mujeres. Lo inaceptable es que ahora lo hacen con derechos conquistados hace más de 40 años.
Con esta iniciativa, nuestros centros de igualdad, de salud o de servicios sociales se ven “obligados” a difundir mensajes sin respaldo científico. Las y los trabajadores públicos se verán obligados a dar información falsa, y las mujeres que acudan a esos espacios lo harán con la sombra del juicio moral encima. ¿De verdad este es el Madrid que queremos?
El alcalde Almeida ha utilizado de nuevo la retórica, diciendo que solo se trata de “informar”, para justificar la iniciativa en un intento de contrarrestar el ruido que ha generado. Pero informar no es mentir. Informar no es utilizar el dolor de unas pocas para condicionar la vida de todas. Informar es dar datos veraces, basados en la evidencia, y acompañar con respeto. Y eso es exactamente lo contrario de lo que se aprobó ayer.
Desde el Grupo Municipal Socialista hemos sido muy claros: rechazamos esta iniciativa y vamos a trabajar para que se retire, porque además de ser un retroceso de un derecho que ha costado mucho conseguir, pone en riesgo la neutralidad de los servicios públicos de esta ciudad.
Este es un asunto de derechos, de salud y de respeto a las mujeres. Lo que ayer aprobó el PP con Vox es un ataque directo a nuestra libertad y un intento de devolvernos a tiempos del NODO en blanco y negro que creíamos superados.
Quiero dirigirme a todas las madrileñas: no estáis solas. El aborto es un derecho reconocido y protegido. Quienes intentan culpabilizaros están en contra de vuestra libertad, pero no representan a la mayoría social de esta ciudad. Madrid es una ciudad feminista. Y no vamos a permitir que la conviertan en un laboratorio ideológico de recortes de nuestros derechos.
Este no es un debate del pasado, es una batalla del presente. Cada derecho arrebatado pone en peligro a las generaciones futuras. Y por eso, frente a quienes quieren devolvernos a la culpa y al silencio, responderemos con más libertad, más igualdad y más feminismo.
Como mujer, como socialista y feminista seguiré defendiendo con todas mis fuerzas que ninguna madrileña sea juzgada ni señalada por tomar una decisión íntima y personal. La política municipal debe estar al servicio de la ciudadanía, no de las obsesiones ideológicas de unos pocos.
Madrid merece ser una ciudad donde las mujeres vivan libres y seguras, no una ciudad donde se las culpabilice por decidir sobre su propio cuerpo. Y en esa batalla, que nadie lo dude, siempre estaré en primera línea.
Reyes Maroto es portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.