El nuevo Parque “elevado” de Ventas y su dudoso beneficio ecológico, ya dispara los precios de la vivienda en la zona

Sobre la plataforma que cubrirá un tramo de la M-30, se plantarán 591 árboles, algo que, dice Almeida, es ejemplo de su “compromiso” con “una ciudad más verde”, aún cuando se han perdido 78.000 árboles desde que está en el cargo

Vista de la M-30 desde la pasarela peatonal Ramon de Aguinaga hacia el puente de Ventas, donde se construirá la nueva plataforma.D.G.

A través del cristal de la ventana que da a la calle de Alcalá se ven los anuncios de las viviendas en venta. La más económica ronda los 130.000 euros y tiene una sola habitación. “Si quieres comprar, empieza a buscar ya, porque los precios se están disparando”, dice una agente inmobiliaria nada más entrar a la oficina ubicada en el barrio de Ventas. Explica que “el soterramiento” de la M-30 cerca del puente de Ventas que ha anunciado el Ayuntamiento de Madrid recientemente está provocando que el valor de la vivienda suba rápidamente y que se acorte la diferencia de “60.000 o 70.000 euros” que hay entre este barrio, en el distrito de Ciudad Lineal, y el de Fuente del Berro, en Salamanca, separados por esa vía de circunvalación que es la M-30, que funciona como frontera física y social entre la almendra central y el resto de la ciudad. La distancia entre ambos barrios se terminará de acortar cuando en mayo de 2027 se inaugure el nuevo Parque Ventas, una especie de parque elevado en una plataforma de 179 metros de longitud en medio de la carretera, sobre la cual habrá zonas verdes y peatonales. Las inmobiliarias y los propietarios ya están haciendo cuentas de las ganancias que podrán sacar de este “proyecto estrella” del alcalde José Luis Martínez Almeida, pero los vecinos dudan de que ellos también puedan ver beneficios. Los precios subirán y el ruido y la contaminación del tráfico no disminuirá porque la obra, en realidad, no es un soterramiento.

Almeida prometió en la campaña electoral previa a su segunda legislatura culminar en los próximos cuatro años varios de sus proyectos estrellas, que van desde el soterramiento de la A-5 y el de la Castellana Norte, hasta el cubrimiento de un tramo de la M-30, 300 metros al sur del puente de Ventas. El objetivo de este último proyecto, según dijo el ayuntamiento, es mejorar la conexión entre ambos distritos, aún cuando a 40 metros al sur de donde estará ubicado el Parque Ventas está la pasarela peatonal Ramón de Aguinaga y otra a 200 metros más allá, además de que el puente de Ventas también se puede cruzar a pie. Para vecinos, ecologistas y la oposición, los más de 70 millones que se invertirán en este proyecto no serán más que “un lavado de cara para ocultar la M-30″, cuyos problemas más acuciantes son precisamente el ruido y la contaminación.

El alcalde ha defendido este proyecto ―y los otros dos― como muestra de su “compromiso” con los madrileños “para que cada día disfruten de una ciudad más verde”, a la vez que recogía este miércoles el premio de Ciudad Arbórea del Mundo que entrega la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Arbor Day. Es el sexto año consecutivo que Madrid recibe este reconocimiento por sus zonas verdes y su arbolado, que suma 5.7 millones de ejemplares. Los ecologistas ya han matizado en años anteriores que la mayoría de esos árboles se encuentran en la Casa de Campo y el Monte de El Pardo, porque los existentes en el entorno urbano se calculaban el año pasado en torno a los 663.000. Además, según las propias estadísticas del Ayuntamiento en 2023, a falta de que se actualicen con datos de 2024, desde que Almeida es alcalde se han perdido más de 78.000 árboles en las calles y parques de Madrid.

Con las obras de la plaza de Santa Ana a sus espaldas, Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, criticaba la medalla que “recibía ufano” el alcalde, en el mismo lugar donde se habían talado “25 árboles de gran porte y con muchos años”, algo que su formación llevará ante el Defensor del Pueblo. Los vecinos de Santa Ana no so los únicos que conocen “la motosierra” de Almeida, sino que los de Atocha, Delicias o Madrid Río también han sufrido las consecuencias de sus políticas, que le han valido el calificativo de “arboricida”. El proyecto, que estará listo para mayo de 2027, ha cambiado respecto al que presentó Almeida hace dos años. En mayo de 2023, el alcalde prometía cubrir esta parte de la M-30 con una plataforma de 300 metros de longitud que nacía desde el mismo puente de Ventas. Poco más de un año después, la plataforma se había recortado a 179 metros de longitud y estaba separada del puente por unos 150 metros.

Diferencias entre el primer proyecto presentado por el Ayuntamiento de Madrid y el más reciente.PP MADRID (PP MADRID)

“Es algo que nadie ha pedido”, sentencia José Luis Diez, portavoz de Ecologistas en Acción, una de las organizaciones que integran la Plataforma de Afectados M30, creada por vecinos en contra de las obras poco beneficiosas sobre esta autovía. Almeida ha vendido el Parque Ventas como una gran zona verde de 16.370 metros cuadrados donde se plantarán 591 árboles y más de 48.000 arbustos; sin embargo, Diez señala que desde el punto de vista medioambiental no aporta mucho. “Es un proyecto casi de estética”, aclara. Para la construcción del Parque Ventas, denuncian los ecologistas, se talarán al menos 54 árboles a ambos lados de la M-30, muchos de ellos maduros y de gran porte; sin embargo, el ayuntamiento aclara que ese es solo el inventario del arbolado en la zona de actuación y aseguran que del lado de Fuente del Berro “no se talará ningún ejemplar porque el trazado y cimentación de las pasarelas peatonales se supeditará a la ubicación de dichos árboles”. “Únicamente se tendrá que apear algún chopo de los que hay en el lado de Ciudad Lineal, varios de los cuales está en mal estado. En ningún caso se va a talar más de medio centenar de arboles”, explican desde el gobierno de la ciudad.

Los ecologistas dicen que los 591 que se plantarán encima no mitigan el daño, y es que, aún más allá, dudan de que sea posible colocar tantos ejemplares en esa superficie y de sus capacidades para sobrevivir en un terreno poco profundo ―1,25 metros según marca el anteproyecto, aunque el ayuntamiento ha asegurado que tendrá 1,5 metros, el mínimo necesario para que crezcan las raíces correctamente―. Además, los árboles que se plantarán serán pinos, que según Diez tienen el problema de que “en los días calurosos no dan frescor”, por lo que cree que el parque será menos atractivo en verano. En cuestión de ruido, tampoco mejorará. Como la plataforma estará suspendida sobre pilotes, los laterales quedarán abiertos, por donde seguirá colándose el ruido constante de la M-30, una autovía por la que pasa más de un millón de coches al día, según los datos del consistorio.

Agustín Hernández, arquitecto y catedrático de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid ve a este proyecto como “una especie de terraza” más bien. “No hay un análisis complejo de por qué se realiza allí”, destaca el arquitecto. “Es una operación que no surge de un proyecto integral de ciudad, sino de un interés en crear grandes inversiones”. El presupuesto inicial para las obras de Ventas alcanzaba los 88 millones de euros, aunque finalmente se ha adjudicado por poco más de 70.

Plano del nuevo Parque Ventas presentado por el Ayuntamiento de Madrid, donde se muestran los ocho accesos peatonales que conectarán con el parque Quinta Fuente del Berro y la calle de Antonio Pirala.Ayuntamiento de Madrid

Miguel Montejo, concejal de Más Madrid, llama a la obra “un despropósito total”, que costará “muchos millones, mucho gasto y será poco útil”. “Poner una selva de árboles en esa plataforma es un sarcasmo contra la ciudadanía, cuando Almeida se está dedicando a talar árboles a diestro y siniestro”. Y señala: “Es un nuevo sinsentido de Almeida, que prefiere gastar casi 88 millones de euros (presupuestados en el anteproyecto) en una obra sobre la M-30 entre los distritos de Salamanca y Ciudad Lineal, que no tiene ninguna demanda vecinal, mientras que olvida y mete en un cajón el mandato del pleno de Cibeles el proyecto de eliminar el scalextric entre Retiro y Puente de Vallecas, reclamado desde hace años por las vecinas y vecinos”.


La calle de Antonio Pirala, en el barrio Ventas, de Ciudad Lineal.D.G.

“Aquí pasará como pasó en Madrid Río”, dice Cándido, un vecino que va caminando por la calle. “Ahora allí los pisos cuestan mogollón”. Darío, que prefirió no dar su apellido, tiene alquilado un pequeño local donde tiene una cerrajería-zapatería en la calle de Ricardo Ortiz. Cuenta que él mismo vivía en un piso cerca del Manzanares cuando se estaba haciendo el soterramiento. “Cuando terminaron, los precios subieron tanto que ya no pude vivir más en esa zona”, asegura.


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