Adif y Renfe concluyen la extracción del tren volcado en el túnel Atocha-Chamartín tras un mes de trabajos nocturnos

Las empresas del Ministerio de Transportes han tenido la ayuda del fabricante del modelo siniestrado, Alstom, y de la especialista en residuos metálicos Gescrap

Un operario trabaja en el corte por piezas del tren Avant S114 siniestrado el pasado 19 de octubre en el túnel Atoch-Chamartín, en Madrid.Cedida por el Ministerio de Transportes

El gestor de la infraestructura ferroviaria Adif y el operador público Renfe han dado por finalizados los trabajos que comenzaron el 5 de noviembre para sacar por piezas el tren siniestrado en el túnel que enlaza las estaciones de Atocha y Chamartín, ...

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El gestor de la infraestructura ferroviaria Adif y el operador público Renfe han dado por finalizados los trabajos que comenzaron el 5 de noviembre para sacar por piezas el tren siniestrado en el túnel que enlaza las estaciones de Atocha y Chamartín, bajo el subsuelo de Madrid. El descarrilamiento se produjo el 19 de octubre, cuando el convoy se dirigía remolcado y sin viajeros hacia los talleres de Fuencarral. El vuelco, tras el desacople de la máquina tractora, provocó momentos de alta tensión en el centro de control de Adif y un fin de semana de crisis en la red de alta velocidad.

Las vías están despejadas después de un mes en que los equipos han actuado entre las 00.30 de la noche y las 4.30 de la madrugada, franja que suele aprovecharse para labores de mantenimiento. Las empresas dependientes del Ministerio de Transportes han requerido la ayuda del fabricante del modelo accidentado, Alstom, y de la empresa especializada en la gestión de residuos metálicos Gescrap.

El tráfico de alta velocidad no se ha visto afectado en este tiempo, en el que el Avant S114, formado por cuatro coches, ha sido cortado en piezas ante la imposibilidad de utilizar grúas en el interior del túnel. Los restos útiles van a utilizarse como recambios, mientras que hay toneladas de material para el reciclaje. El ministerio que lidera Óscar Puente ha reiterado esta tarde la complejidad de los trabajos, que ha calificado de “hito técnico”.

Las compañías implicadas han explicado que durante la primera hora de cada jornada, de 00.30 a 1.30 horas, los operarios retiraban las lonas protectoras y colocaban en posición las máquinas de corte. Durante la siguiente hora, hasta las 2.30, se procedía a diseccionar el vehículo. Y en una tercera fase, jornada tras jornada, se sacaban del túnel las piezas obtenidas para su depósito en los talleres de Renfe en Fuencarral. La última hora de trabajo se destinaba a limpiar la vía y colocar de nuevo las lonas protectoras para que pudiera reabrirse la infraestructura. Entre el siniestro y la finalización por parte de los equipos de limpieza han pasado 51 días.

Curva del túnel Atocha-Chamartín en que tuvo lugar el descarrilamiento del tren de Renfe.Cedida por el Ministerio de Transportes

Uno de los momentos críticos, relata Transportes, fue el de la retirada del cuarto coche íntegro en la noche del 30 de noviembre al 1 de diciembre. Este vagón, que fue el único que permaneció en pie tras el accidente, salió de una pieza impulsado por una locomotora y con una segunda detrás para asegurar su estabilidad. Santiago Facenda, técnico de la brigada de socorro de Renfe, explica que “tuvo que cambiarse in situ un bogie del coche, por otro de los volcados, y encajarlo con la caja suspendida y en plena curva”.

El túnel de alta velocidad Atocha-Chamartín está ahora despejado y preparado para operar con doble vía. El paso subterráneo de 7.300 metros, uno de los tres que atraviesa Madrid para el servicio ferroviario, es esencial para la comunicación de los grandes corredores de alta velocidad. El descarrilamiento del Avant S114 de Renfe se produjo sin dejar víctimas y las causas están bajo investigación de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF).


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