Tequeños, ostras y Luis Miguel: los latinos ricos transforman la hostelería en Madrid

Las botellas de ron y tequila reposan sobre la gran cola blanca del piano que entretiene a los clientes con complejo de cantantes. Frente al imponente instrumento, un hombre trata de entonar la letra de Lady Madrid, de Pereza: una canción que ha animado en España decenas de karaokes durante décadas. Sin embargo, esta noche muchos de los asistentes aprovechan el momento para ir a por otra copa a la barra del bar. “¿Cómo se llama esta canción?”, se escucha preguntar a un hombre que saca el móvil para que Shazam le dé la respuesta. El encargado del entretenimiento del lugar, al ver que su público no reacciona ante los grandes clásicos españoles, decide cambiar de tercio. El siguiente tema es uno de los grandes éxitos del cantante mexicano Luis Miguel. La gente enloquece. Los clientes sacan sus móviles, empiezan a grabar y cantan a coro: “Cuando calienta el sol aquí en la playa”.

El piano bar se encuentra en el bar Castellana 8. El local abrió sus puertas hace tan solo unos meses y se ha convertido en el lugar de moda en el corazón del Paseo de la Castellana. “Nos hemos dado cuenta de que nuestro público ha cambiado mucho y de que ahora gran parte de nuestros clientes son latinos. Aquí los que han reservado todas las mesas durante el verano con botellas han sido los mexicanos”, cuenta uno de los socios del sitio, Nacho Horcajada.

El empresario está convencido de que la alta burguesía hispana está transformando la hostelería en Madrid. “Tenemos que adaptarnos a este nuevo público para seguir creciendo. Lo hemos hablado últimamente con la gente del sector”, asegura. En el caso de Castellana 8, esto ha significado meter ostras en la carta, la opción de que se puedan comprar botellas y no solo cócteles e incluir en el repertorio del piano bar más canciones populares en Latinoamérica.

La razón de esta evolución en la hostelería se debe a la migración que ha llegado en los últimos años y se ha asentado en Madrid. Los nacidos en Hispanoamérica eran a principio de 2022 el 58% de los inmigrantes en la Comunidad de Madrid (816.000 habitantes nacidos en países de la América hispanohablante de un total de 1,4 millones), mientras que en enero de 2015 representaban un 49%, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.

Que los latinoamericanos migren no es noticia. Siempre lo han hecho. No obstante, en los últimos años, el perfil de aquellos que deciden hacerlo ha cambiado. En muchos casos, ya no se trata de una migración por necesidad o supervivencia, sino que se trata de personas que, sin vivir mal en el país de origen, buscan una calidad de vida aún superior. El director del Centro de investigación y estudios sobre conflictos armados, violencia armada y desarrollo en Colombia, Jorge Restrepo, explica que hoy migran, sobre todo, personas de clase media o alta. En concreto, comenta, lo hacen cada vez más hombres y mujeres con estudios superiores entre los 25 y 35 años que viajan para hacer una maestría en el exterior y se quedan trabajando. “Para muchos, España, y sobre todo Madrid, se ha convertido en el lugar elegido por las redes de apoyo, el idioma y la facilidad para invertir que da el Gobierno de la Comunidad”, afirma. Una muestra de esto es que la mayoría de los estudiantes extranjeros de la Universidad del Instituto de Empresa, una de las más caras de España, son colombianos.

Muchos de estos hispanos han decidido emprender en Madrid, y esto ha cambiado la cara de muchos de los locales de hostelería del centro. Solo el pasado año, se abrieron en la región 440 establecimientos, de los cuales 272 restaurantes, 113 bares y 55 cafeterías, según datos de la Asociación Empresarial de Hostelería. Y aunque no se puede saber cuántos de estos son de latinoamericanos, basta con sentarse en alguna de sus mesas para ver cómo ha cambiado la oferta gastronómica.

Paco Cruz, más conocido como TheFood Manager en redes sociales, se dedica a rentabilizar restaurantes. Ha sido testigo de esta transformación: “A nivel gastronómico, yo no daba un duro por los tequeños [palito de queso típico de la gastronomía venezolana], y ahora lo ves en todas partes. Ha sido una colonización empresarial, y han sabido posicionarse muy bien. Ha sido asombroso”. Para Cruz, la migración venezolana ha supuesto un antes y un después en Madrid. “Ellos han activado el tejido empresarial en la ciudad. Han venido a buscarse la vida, como por ejemplo los dueños de la cadena de hamburguesas Goiko, y lo han petado. Es brutal la cantidad de emprendedores que hay y lo que han peleado por hacerse un hueco”, afirma.

Esto, según el experto, ha provocado un estrés en Madrid como ciudad hostelera. “Los precios de los alquileres se han disparado, y muchos de los empresarios han gastado sin pensar. Esto ha generado una burbuja”. La asociación hostelera explica que la hostelería madrileña está evolucionando, y hay un cambio en la tipología de negocios y en el perfil de los nuevos emprendedores que buscan la innovación y la sostenibilidad.

Según los hosteleros, esto no ha hecho más que empezar. “Lo fundamental es que nuestro sector se adapte, evolucione, se profesionalice y pueda hacer frente a este importante crecimiento para poder satisfacer las elevadas expectativas que estamos generando en el ámbito turístico y gastronómico”, recalcan desde la asociación.

Nuevas aperturas de locales latinos conquistan Madrid

La periodista Alba Lucía Reyes, de 48 años, lleva 23 viviendo en España y decidió el año pasado, de la mano de la también comunicadora Alejandra Meléndez, fundar su propia agencia de comunicación llamada Doble A Comunicación. Se trata de una agencia especializada en empresarios latinoamericanos que están llegando a la capital. “Empezamos a ver cómo se estaba transformando el sector de la hostelería y vimos la oportunidad de poder ayudarles a desembarcar”, cuenta.

Solo en septiembre ha habido tres grandes aperturas de locales latinos que, asegura, serán un éxito. La social, un local de comida colombiana con música y entretenimiento; Juan Valdez, la marca más reconocida de café colombiano, acaba de abrir su primer local a pie de calle en el Paseo de la Castellana, y la marca de hamburguesas Home Burger, que planea conquistar el corazón del barrio Salamanca. “Su prioridad es apostar primero por el público latino que los conoce y así darse a conocer ante los madrileños”, afirma Reyes, que está segura de que han sido este tipo de emprendedores los que han puesto de moda, salir para vivir experiencias y probar cosas nuevas.

La marca de café de Juan Valdez lleva 10 años en España. Se podía encontrar en pequeños quioscos y en algunos centros comerciales, sin embargo, no ha sido hasta este año que han apostado por un crecimiento más agresivo en la capital. “Abrimos Juan Valdez en el Paseo de la Castellana con un local a pie de calle de 130 metros cuadrados”, relatan desde la empresa. Esto supone una gran apuesta para la compañía, que busca llevar el café de Colombia a todos los madrileños. “Escogimos España porque es la entrada de Europa, y somos conscientes de la migración hispana que tiene la capital”, asegura su portavoz.

Para Reyes, el perfil del migrante ha cambiado. “La gente ahora valora más la calidad de vida que el nivel de vida que pueden tener en Colombia. Vienen a montar negocios y crear empleo”. Esta población hispana está siendo muy bien recibida por el Gobierno, a quien le interesa que establezcan su residencia en el país y contribuyan a la economía.

Por otra parte, acaba de desembarcar en la capital Lulo, una agencia especializada en poner en valor en España la gastronomía latinoamericana. “Estuve viajando por Latinoamérica cuatro años y muchas veces los chefs de allí me pedían que los conectara con España. Al final, descubrí que la única manera de hacerlo era traerlos aquí. Ahí surgió la idea de crear la agencia”, asegura su fundadora, Lucía Díaz. En el último fin de semana, Lulo ha organizado dos eventos en la Gran Vía con los mejores chefs de Colombia y España para mostrar la transformación que está viviendo la gastronomía en Madrid.