Una clínica estética escondida en una peluquería de Usera

La policía desmantela un centro clandestino enfocado en la comunidad china

Un coche de la Policía Municipal de Madrid, en una imagen de archivo.Jan Woitas (picture alliance via Getty)

La Policía Municipal de Madrid entró el viernes pasado en una peluquería de Usera y se encontró el local lleno de gente, la gran mayoría asiática. El letrero del local, los carteles pegados en los escaparates y hasta los productos médicos que se utilizaban estaban escritos en chino. El bajo del local, a la altura de la calle, parecía una peluquería, pero, en la entreplanta, se hacían tratamientos estéticos clandestinos sin las mínimas condiciones higiénicas, dijo la policía. Tras la puerta del fondo, los agentes que desmantelaron el centro en la calle Dolores Barranco de Usera encontraron camillas para los pacientes sin ventilación y más de 400 productos cosméticos y medicamentos de origen chino sin certificación de la Unión Europea. Además, las trabajadoras del centro tampoco tenían ningún tipo de contrato, contaron a los agentes.

La intervención policial se produjo pocos días después de que entrara en vigor la modificación de un decreto sobre medicina estética para limitar a los médicos con especialidad en cirugía plástica la posibilidad de practicar operaciones quirúrgicas. El conocido como ‘decreto Sara’, en referencia a Sara Gómez, la mujer de Murcia que murió tras someterse a una liposucción, trata de controlar una práctica cada vez más extendida en Madrid donde la cirugía estética low cost se practica en barrios tan diversos como Usera o Malasaña o en lugares tan diversos como una falsa peluquería o entre amigas en el salón de una casa.

La semana pasada este periódico incluyó el testimonio de un enfermero que participaba en las fiestas del botox, donde por 225 euros, durante una sesión de sábado por la tarde en casa de unos amigos, es posible lograr un pinchazo rejuvenecedor en lugar de pagar los casi 400 que cuesta en una clínica homologada.

Para el doctor Óscar Junco, especialista en cirugía plástica y medicina estética, en estos últimos años “Hemos pasado de ir detrás de la gente para convencerla de que no espere a llegar a los sesenta años para hacerse una intervención estética a ver cómo se la realizan chicas y chicos de 18 o 20 años que ni siquiera la necesitan”, explica en entrevista telefónica. Los datos confirman que entre los retoques más solicitados están los labios, el pecho o el relleno de cejas, sobre todo entre los más jóvenes que piden parecerse a filtros de Instagram o TikTok. El aumento de labios en una de las técnicas de clínica estética más demandadas.

Este verano, la Policía trató de detener sin éxito a la ‘reina de la cirugía plástica’, una mujer venezolana sin título oficial para ejercer en España que estuvo realizando intervenciones en una clínica de Madrid tras ser denunciada por una de sus pacientes que tuvo que ser hospitalizada en dos ocasiones tras pasar por el quirófano de esta doctora que abandonó el país el pasado 28 de junio. Tras presentar la denuncia se descubrió que junto a ella había otras pacientes a las que les quedaron secuelas. Tras el desmantelamiento, de la clínica de Usera se sabe que al auge de las intervenciones estéticas impulsado por la migración y los gustos latinos, se le ha sumado también la comunidad asiática. El pasado mes de noviembre, en una operación similar, la Policía Nacional detuvo a dos hermanos de nacionalidad china por regentar una clínica estética clandestina también ubicada en Usera. En la operación fueron detenidos un hombre y una mujer de 34 y 32 años de nacionalidad china. La investigación comenzó tres meses antes, cuando se recibió la denuncia de una mujer que denunció haber sufrido lesiones a raíz de un tratamiento. “La gente banaliza la medicina estética, aunque tiene más respeto a la cirugía estética. Se ha perdido el miedo a la medicina estética y se ha democratizado demasiado. Piensan que como no es tan caro como antes lo pueden hacer en cualquier sitio”, explica el doctor Junco, que lleva más de veinte años en el oficio.

Entre los españoles, según una encuesta realizada por la Asociación Española de Medicina Estética, cuatro de cada 10 españoles se ha hecho un retoque estético, aunque el 60% reconoce que lo haría si no fuesen tan costosos. Además, antes eran las mujeres las principales demandantes de este tipo de tratamientos, pero cada vez son más los hombres que se suman a esta tendencia.

El cambio de ley para impedir que ningún doctor no titulado en cirugía estética pueda hacer este tipo de intervenciones. A partir de ahora, solo serán admitidos estos centros si “es responsable de realizar tratamientos quirúrgicos, con finalidad de mejora estética corporal, facial o capilar” únicamente “un médico con la especialidad en cirugía plástica, estética y reparadora u otra especialidad quirúrgica o médico-quirúrgica en el ámbito y competencias indicadas en el programa oficial de su especialidad”. Los médicos con la especialidad de cirugía plástica llevaban años reclamando las competencias en exclusiva, y celebraron como un triunfo la orden del Ministerio de Sanidad. La ministra Mónica García, ha defendido que con la medida, “avanzamos a un sistema sanitario más seguro, evitando el intrusismo y protegiendo a los pacientes”.

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