Macrooperación policial contra los narcopisos de un clan de la droga en Madrid y Toledo
La mayor parte del dispositivo se despliega en el barrio de Lucero, donde este lunes un hombre murió en un portal por una supuesta sobredosis
Casi 300 agentes de la Policía Nacional se han desplegado este viernes en diversos puntos de Madrid y Toledo en una macrooperación contra los narcopisos controlados por el clan de los Jiménez. El principal foco del despliegue es el barrio de Lucero, en Madrid, pero el operativo también se ha extendido a otros distritos de la capital y a Casarrubios del Monte (Toledo). En el dispositivo se han llevado a cabo numerosas entradas y registros, así como varias detenciones, aunque la Policía todavía no ha facilitado un número exacto porque la operación sigue en marcha. Este lunes, el barrio de Lucero se convirtió en un foco de tensión después de que se hallara el cadáver de un hombre en uno de los portales en los que hay narcopisos, presuntamente fallecido por sobredosis.
El dispositivo se ha desplegado principalmente en la calle Cullera y su entorno. Se trata de una zona con muchos espacios intrabloques y calles serpenteantes en las que se ubican muchas casas que pertenecieron en su día al Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima). Hace años que los vecinos vienen denunciando la situación de inseguridad e insalubridad que se vive en la zona como consecuencia del tráfico de estupefacientes, principalmente heroína. Desde hace meses, varios residentes acuden puntualmente a las reuniones de la Junta de Distrito con carteles en los que reclaman medidas para acabar con el fenómeno de los narcopisos.
“Hemos ido a todos lados, hablado con la policía, con el ayuntamiento, nos hemos organizado, nos hemos manifestado, hemos acudido como asociación vecinal a la Junta de Distrito, nos hemos encarado con los drogodependientes y con miembros del clan que ha okupado esos pisos, poniendo en riesgo nuestra vida, recibiendo amenazas por su todas las partes, nos han robado, salimos y entramos en nuestras casas y nuestros portales con miedo, los hemos tenido que llenar de rejas”, apuntaban varios vecinos a EL PAÍS hace tres meses.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha definido la operación como “muy importante” y ha explicado que llevaba gestándose “muchos meses”, pero que por el momento la investigación permanece bajo secreto de sumario. La videalcaldesa y concejala delegada de Seguridad y Emergencias de Madrid, Inmaculada Sanz, ha puntualizado que era necesario actuar en la zona y ha recordado que el Ayuntamiento aprobó recientemente la instalación de cámaras de vigilancia 24 horas en diferentes puntos del distrito.
El máximo punto de tensión se dio este lunes, cuando el Samur certificó la muerte de un hombre que había acudido presuntamente a uno de estos narcopisos a por su dosis y falleció de una sobredosis, según los primeros indicios. Poco después, familiares de la víctima acudieron al lugar y se enfrentaron con los inquilinos de los bloques en los que adquirió la droga. En la discusión ambas familias se profirieron insultos y amenazas, según relataron testigos presenciales a Europa Press.
“Se sabe que se utilizan pisos propios y ocupados de esos portales para el almacenamiento y venta al menudeo de drogas (trapicheo). La intimidación a los vecinos y vecinas de la zona y en especial de dos portales no ha dejado de producirse, llegándose a situaciones estremecedoras y a un deterioro físico de portales, ascensores y escaleras que dificultan el acceso de servicios esenciales, impiden la normal convivencia y prácticamente imposibilitan la viabilidad económica de las Comunidades de Propietarios”, describieron los miembros de la Asociación de Lucero en un comunicado emitido en mayo.
Ya en 2020 la zona fue objeto de otra macrooperación contra el narcotráfico. En aquella ocasión se desmantelaron 10 puntos de venta de droga y fueron detenidas una treintena de personas.