Un criador de serpientes, en estado muy grave tras ser mordido por una víbora mortal en Valdemorillo

Un hombre de 60 años se encuentra hospitalizado en estado muy grave tras ser mordido por una víbora mortal en el municipio madrileño de Valdemorillo. La víctima ha sido atendida por los sanitarios del Summa sobre las diez de la mañana de este miércoles en su casa, en la calle de la Rotonda del Carrión número 7, según detalla un portavoz de Emergencias 112 Comunidad de Madrid. La víbora no se ha adentrado sigilosamente en su casa procedente del campo ni el ataque se ha producido en un paraje rústico de esta localidad de más de 13.000 habitantes de la cuenca de Guadarrama, sino que el hombre “se dedica a criar víboras”, según ha revelado a este diario Patricia Blanco, jefa de guardia del Summa 112.

El hombre ha sufrido “un shock” debido al veneno de la serpiente, que no ha sido anafiláctico o alérgico como se había informado en un principio. Los sanitarios lo han estabilizado y lo han trasladado en helicóptero en estado “muy muy grave” al hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, donde ha quedado ingresado. Hasta allí, el Summa, que custodia y administra los antídotos, ha trasladado el remedio, que le ha sido administrado rápidamente y con buena respuesta. “Lo he os cogido a tiempo”, se felicita Blanco.

Las víboras forman parte de la familia de los vipéridos y son famosas por su veneno, el más potente de los animales presentes en Europa. Son muy venenosas y se caracterizan por su par de colmillos largos y huecos situados en la parte delantera de la mandíbula superior, que se repliegan contra el paladar cuando la boca está cerrada y que se ponen a la velocidad del rayo en posición de atacar a la presa cuando se abre. Dada la largura de sus colmillos, estas serpientes atacan proyectándolos hacia delante y clavándolos de un golpe a sus víctimas, a diferencia de las demás serpientes, que atacan mordiendo.

Entre las 99 especies reconocidas de víboras que existen, en España habitan tan solo tres, la víbora áspid, la hocicuda o latastei y la de Seoane. Y, de estas tres, la más peligrosa y venenosa es la áspid, que puede llegar a medir 75 centímetros. Con todo, el veneno de estas tres especies, aunque peligroso, no es mortal. En Madrid, de forma común solo se encuentra la latastei entre los nueve tipos de serpiente que hay en la región. “Pero la que le ha mordido no era una especie endémica, sino más peligrosa y más venenosa, mortal, la víbora bothrops, procedente de México”, ha precisado Blanco. Sobre si la víctima criaba este ejemplar de una especie exótica de forma ilegal, la jefa de guardia ha señalado que el hombre no tenía antídoto y que, de ser legal, “debería tenerlo”. Preguntado al respecto, la Guardia Civil se ha limitado a contestar que la investigación está en curso.

En sus seis años como jefa de guardia, Blanco solo recuerda dos mordeduras de víbora en Madrid. En todo el país, alrededor de 130 personas acaban al año en el hospital por culpa de una serpiente y las muertes son poco frecuentes. Entre 1997 y 2009, se registraron solo 17 fallecimientos, casi todos ellos porque se tardó demasiado en aplicar el tratamiento, un antídoto concreto para cada tipo de veneno.

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