Polémica en el Ramiro de Maeztu: Ayuso pone las instalaciones del centro público al servicio de un nuevo colegio internacional

Educación impulsa la primera escuela acreditada para hijos de funcionarios de la Unión Europea, que tendrá profesorado y jefatura de estudios diferenciada

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, participa este viernes en la conmemoración del XXV aniversario del Museo Arqueológico y Paleontológico Regional de Alcalá de Henares. Junto a ella, Enrique Baquedano, director del museo.FERNANDO VILLAR (EFE)

La Comunidad de Madrid albergará desde el próximo curso una Escuela Europea Acreditada (EEA), que proporcionará una oferta educativa homogénea y equiparable para los hijos de funcionarios de la Unión Europea. Sin embargo, el centro no tendrá instalaciones propias. Será un colegio dentro de otro colegio: el plan es que los nuevos alumnos y profesores usen los edificios del Ramiro de Maeztu. Desde que se conoce el proyecto, la inquietud cunde por los pasillos de una institución referente de la educación pública de Madrid...

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La Comunidad de Madrid albergará desde el próximo curso una Escuela Europea Acreditada (EEA), que proporcionará una oferta educativa homogénea y equiparable para los hijos de funcionarios de la Unión Europea. Sin embargo, el centro no tendrá instalaciones propias. Será un colegio dentro de otro colegio: el plan es que los nuevos alumnos y profesores usen los edificios del Ramiro de Maeztu. Desde que se conoce el proyecto, la inquietud cunde por los pasillos de una institución referente de la educación pública de Madrid. Donde la consejería de Educación ve una oportunidad de enriquecimiento para los alumnos, la plataforma SOS Ramiro denuncia que la llegada del nuevo centro va a suponer “la segregación del alumnado” y “mermar los espacios, recursos y capacidades” del original. De hecho, los representantes en el Consejo Escolar de las familias y del AMPA han trasladado oficialmente su desacuerdo con la “opacidad” con la que ha procedido la Comunidad, y su malestar porque no se haya contado con su opinión.

Todo comienza con una comunicación enviada por el colegio a las familias. “Para nuestros alumnos, la EEA supondrá convivir con compañeros de otros países y conocer otras culturas”, defiende el texto sobre la decisión de ofrecer en el Ramiro de Maeztu el currículum europeo desde los 7 a los 18 años, finalizando con el Bachillerato Europeo, que permite el acceso a universidades en toda la Unión. “Para el centro, adquirir una dimensión europea, basada en la multiculturalidad y disfrutar de una mejora de las instalaciones”, sigue sobre la iniciativa, que comenzará el próximo curso con clases en primero y segundo de Primaria y primero de Secundaria de Escuelas Europeas (equivalente a 6º de Primaria), y se irá ampliando en cursos sucesivos, incluyendo Infantil desde el curso 2025-2026. “El funcionamiento del centro no cambiará con la EEA, manteniéndose el número de unidades, alumnos, profesores, etc...”

Esa argumentación, sin embargo, viene acompañada de datos que inquietan a más de una familia. La llegada de los nuevos alumnos, se detalla, obligará a reorganizar espacios de la última planta del pabellón A y a crear aulas polivalentes, que “serán de uso común”: la idea es empezar por crear al menos seis aulas de Primaria, y adecuar espacios interiores y exteriores, según consta en un contrato público de noviembre de 2023. Además, los profesores, maestros funcionarios habilitados en lengua inglesa, contarán con una Jefatura de Estudios diferenciada. Y el nuevo centro dentro del Ramiro estará abierto a alumnos que no sean hijos del personal de instituciones de la UE, aunque no se detalla cuál será el procedimiento de inscripción.

“El colegio está masificado y no entran más alumnos”, reaccionó al anuncio la plataforma SOS Ramiro a través de un comunicado. “Se pretenden emplear los espacios comunes (bibliotecas, salas de uso deportivo, otras aulas polivalentes) para albergar a estos estudiantes”, siguió. “Esta medida va a suponer la segregación del alumnado, estando, por un lado, los alumnos de la pública, y, por otro, los hijos de los funcionarios de la UE y de otros organismos internacionales que tendrán sus propias aulas, sus propios profesores y su propia jefatura de estudios”, añadió. “Nos transforman el Ramiro y, poco a poco, lo van a privatizar, puesto que los alumnos que quieran entrar en las escuelas europeas que no tengan el perfil de hijos de funcionarios de la UE tendrán que pagar previsiblemente unas tasas elevadas”.

No obstante, la Comunidad de Madrid subrayó durante un consejo escolar extraordinario celebrado el martes en el Ramiro que el carácter de la nueva escuela será público y gratuito. La estimación para el próximo curso, se dijo en esa cita, “es la de empezar con un número reducido de alumnos”. En otoño se hará una auditoría que decidirá si la nueva escuela adquiere el estatus europeo que pretende.

La FAPA Francisco Giner de los Ríos sigue muy de cerca la situación. “Nos falta información, pero estamos muy pendientes”, asevera su presidenta, Mari Carmen Morrillas tras la suspensión, este viernes, de la comisión de dictámenes convocada en el Consejo Escolar para informar de este asunto. Lo que sí tiene claro Morrillas es que el Ramiro de Maeztu “es un centro público donde se da una enseñanza de carácter gratuito y así debe seguir siendo”. Teme, además, por “la convivencia de dos sistemas de educación distintos”, en referencia al modelo europeo y al español.

Sin embargo, la Comunidad de Madrid, promotora del proyecto, solo ve ventajas en la apertura de un colegio nuevo dentro del Ramiro. “En este recurso, que se ubicará en el centro público Ramiro de Maeztu y funcionará como una sección más dentro de sus instalaciones, se podrá matricular cualquier alumno, si bien tendrán prioridad estos escolares procedentes de la UE”, explican en la consejería de Educación. “Todos los estudiantes del Ramiro de Maeztu convivirán como alumnos de un mismo espacio educativo, realizando actividades conjuntas, también extraescolares, favoreciendo, con ello, el enriquecimiento cultural recíproco en un contexto multilingüe y multicultural”, apuntan. Y añaden: “Será una sección dentro del centro público, como las que ya hay de inglés, alemán o bachillerato internacional en el Ramiro”.

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