El Gobierno de Ayuso reprocha a los rectores de las universidades que protesten por Gaza y no por la ley de amnistía
La presidenta ve “insensato e injusto” que el Gobierno de España quiera reconocer ahora el Estado palestino, y se muestra contraria a las movilizaciones estudiantiles: “Vamos a empezar a señalar al negocio israelí para perseguirlo”
Un día después de que la conferencia de rectores de las universidades españolas (CRUE) comunicara que romperán acuerdos y convenios con las instituciones israelíes que no apoyen la paz y el cumplimiento del derecho internacional en Palestina, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha expresado este viernes un rechazo frontal a la propuesta. Así, el consejero de Educación, Emilio Viciana, ha enviado una comunicación a los dirigen...
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Un día después de que la conferencia de rectores de las universidades españolas (CRUE) comunicara que romperán acuerdos y convenios con las instituciones israelíes que no apoyen la paz y el cumplimiento del derecho internacional en Palestina, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha expresado este viernes un rechazo frontal a la propuesta. Así, el consejero de Educación, Emilio Viciana, ha enviado una comunicación a los dirigentes universitarios en la que califica su compromiso de “acto de censura y control ideológico”; lamenta que protesten por Gaza y no por la ley de amnistía; y pregunta: “¿Se hizo [lo mismo] con las instituciones palestinas a raíz de los atentados de Hamás?”. Un planteamiento que resume el posicionamiento abiertamente proisraelí de la administración madrileña, cuya presidenta ha tildado este viernes de “insensato e injusto” que el Gobierno de España quiera reconocer al Estado palestino tras los ataques del 7 de octubre, y se ha mostrado contraria a las movilizaciones estudiantiles: “Vamos a empezar a señalar al negocio israelí para perseguirlo”.
Más de 34.000 personas han muerto en Gaza, y más de 75.000 han resultado heridas, desde octubre, cuando Israel inició una ofensiva militar para responder a los atentados de Hamás, en los que fueron asesinadas más 1.200 personas y se tomaron cientos de rehenes. El jueves, la CRUE, que reúne a 77 universidades públicas y privadas (no todas), hizo suyo el “sentir” de sus campus y “la reivindicación que desde ellos se está extendiendo”. Es decir, apoyó las acampadas ―todas en campus públicos― que comenzaron este lunes en Valencia y que se han extendido a otros centros de Madrid, Andalucía, Cataluña, País Vasco y Navarra. También anunció el acuerdo para romper relaciones con las instituciones israelíes que no apoyen la paz, un compromiso que no es vinculante para los integrantes del foro, y que ha provocado este viernes la protesta por escrito del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
En ella, Viciana manifiesta su “sorpresa” y “extrañeza” porque los rectores no se manifestaran en los últimos meses “ante asuntos que les resultan mucho más cercanos y que sí le pudieran resultar más comprometidos, como las amenazas al Estado de derecho y la separación de poderes aquí, en España, al hilo de la ley de amnistía”.
Esa mención a la norma patrocinada por el gobierno de Pedro Sánchez está en el corazón de una comunicación centrada principalmente en la crítica a que las universidades españolas se hayan abierto a romper acuerdos y convenios con las instituciones israelíes que no apoyen la paz y el cumplimiento del derecho internacional en Palestina.
“Lo que como consejero no puedo dejar de advertir es la quiebra de la seguridad jurídica y el acto de censura y control ideológico, incluso de falta de humanidad, que supone la amenaza de la CRUE”, argumenta Viciana en su misiva. “Atenta contra la seguridad jurídica, porque se refiere a acuerdos que son meramente académicos; y atenta contra la libertad de expresión y conciencia, porque las ideas políticas de los científicos e investigadores no deberían ser parte de dichos acuerdos; (...) y es un acto de inhumanidad porque no es justo ni proporcional exigirle a nadie que vaya contra su propio país cuando está en guerra”, sigue. “Es inconstitucional privar a alguien de su salario, de una subvención o negarle un convenio, por razones ideológicas”, advierte, para subrayar que “hay límites”.
Y afirma: “Por eso mi consejería se compromete a respetar todos los acuerdos firmados por la Comunidad de Madrid, y a amparar a los docentes, investigadores y personal laboral de instituciones académicas israelíes que se vean afectados por estas medidas que anuncia la CRUE y que exceden con mucho sus competencias y lo que la razón aconseja y el Derecho permite”.
Viciana está siendo la punta de lanza de Ayuso frente a las movilizaciones universitarias a favor de la paz en Palestina y contra los ataques del ejército israelí contra los civiles de la franja.
El consejero ya pidió dejar la política fuera de la universidad cuando los estudiantes madrileños empezaron a organizar acampadas con las que visibilizar sus protestas, por ejemplo en la Complutense. Este mismo jueves, en la Asamblea regional, Viciana defendió ese posicionamiento en un debate parlamentario. Y ahora envía esta carta en la que equipara los atentados terroristas del 7 de octubre con los ataques que sostiene desde entonces el ejército israelí contra los civiles palestinos.
Sin embargo, al timón de esa estrategia está la propia Ayuso. La presidenta regional se ha mostrado abiertamente proisraelí desde hace años e incluso visitó Jerusalén en un viaje oficial. Con el estallido del conflicto actual, su posición se ha endurecido: fue de la única dirigente popular que mostró tibieza ante la solución de los dos estados que asumió el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo. Y este viernes ha opinado que “en nuestros campus no se puede dar esa politización”.
“No podemos utilizar el campus para expulsar a nadie, vamos a pasar de señalar con la estrella de David a empezar a señalar el negocio israelí para perseguirlo”, ha dicho la presidenta regional. “Como está haciendo el Gobierno, me parece totalmente insensato e injusto intentar hablar ahora de la cuestión del Estado palestino, a lo que nadie se niega ―yo tampoco― pero justificando o como premio después de los atentados más graves que se recuerdan contra el pueblo judío”, ha seguido durante una intervención en Girona, hasta donde se ha desplazado para hacer campaña por el PP en las elecciones catalanas.
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