Más lentas y abarrotadas: así se sancionó al Metro de Madrid por el servicio de las líneas 8 y 10B
La compañía tuvo que pagar en 2020 y 2021 multas por incumplimientos de los tiempos de espera y grado de ocupación que recoge el contrato programa
Metro de Madrid pagó dos multas que suman 16.340 euros por incumplir sus compromisos de frecuencia de trenes y espacio para los pasajeros en las líneas 8 y 10b en 2020 y 2021, según información obtenida por EL PAÍS en aplicación de la ley de transparencia. Esas sanciones se derivan del contrato programa firmado por la empresa con el consorcio regional de transportes, que obliga a cumplir en un mínimo del 93% (para el conjunto de la red) y del 90% (para cada una de las líneas) los compromisos de ...
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Metro de Madrid pagó dos multas que suman 16.340 euros por incumplir sus compromisos de frecuencia de trenes y espacio para los pasajeros en las líneas 8 y 10b en 2020 y 2021, según información obtenida por EL PAÍS en aplicación de la ley de transparencia. Esas sanciones se derivan del contrato programa firmado por la empresa con el consorcio regional de transportes, que obliga a cumplir en un mínimo del 93% (para el conjunto de la red) y del 90% (para cada una de las líneas) los compromisos de tiempo de espera para los viajeros y grado de ocupación de los trenes. Como los parámetros que deciden las sanciones se miden mes a mes, e incluyen el requisito de que el incumplimiento se reitere en tres meses consecutivos, hay días en los que los trenes pueden tardar mucho más de lo estipulado, y jornadas en las que los vagones pueden llegar abarrotados, sin que haya multa.
“El motivo fundamental de los incumplimientos de los tiempos en las líneas 8 y 10B fueron las limitaciones temporales de velocidad que se impusieron a los trenes que circulaban por estas líneas como consecuencia de los trabajos de mantenimiento y renovación que había que efectuar en las vías”, explica un portavoz de la compañía. “Estos trabajos de mantenimiento, necesarios para el buen funcionamiento de la red, se realizan en horario nocturno para evitar la suspensión de servicio”, abunda el representante de la empresa pública; “pero implican que, durante el horario de circulación de trenes, en algunos tramos se tenga que reducir la velocidad, lo que pueden provocar en algunos casos tiempos de espera mayores de lo habitual”. Y añade: “En concreto, los trabajos que se realizaron fueron, en la línea 8, la renovación de un aparato de vía situado en la estación T4, y en la línea 10B, la renovación de apoyos de la superestructura de vía”.
Por ejemplo, ese último trabajo causó que la línea quedara inutilizada durante cuatro horas el 1 de diciembre de 2021, y entre las estaciones de Plaza de España y Colonia Jardín, por falta de suministro eléctrico, lo que provocó las protestas de los usuarios, a los que no se ofreció alternativa.
¿Cómo se arbitran las penalidades que afronta Metro? La Comunidad de Madrid, a través del consorcio regional de transportes, financiará en 2024 al Metro con 572,8 millones de euros. A cambio de ese dinero, y en aplicación del contrato programa que une a ambas partes, exige el cumplimiento de unos criterios de puntualidad y ocupación que garanticen la calidad del servicio.
En la hora punta de la mañana, estos compromisos se concretan en esperas máximas de 4m30s en las líneas céntricas (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10), y de 6 minutos en las periféricas (7b, 10b, L12), además de en cuatro viajeros por metro cuadrado.
Para la hora punta de la tarde, el contrato programa fija una espera máxima de 5 minutos para las líneas céntricas, y de 7m30s para las líneas periféricas, además de un máximo de 3,5 viajeros por metro cuadrado. La penalización máxima aplicable corresponde al 3% de los ingresos devengados en función de la facturación del periodo de aplicación. En todo caso, el acuerdo recoge causas eximentes, como que los incumplimientos se produzcan por suspensiones o paradas de equipos e instalaciones, por causas ajenas a Metro, por huelgas, por acciones de mejora de la red, o por motivos de seguridad.
La compañía explica que los incumplimientos que han provocado las sanciones “superan por poco el punto porcentual de media”. Y detalla: “En el año 2021, la desviación de la línea 8 fue de 1,3%, la de la 10b, de 2,1%. En 2022, la línea 8 se desvió un 0,6% y la 10b, un 1%”.
Como los parámetros que deciden las sanciones se miden mes a mes, e incluyen el requisito de que el incumplimiento se reitere en tres meses consecutivos, hay días en los que los trenes pueden tardar mucho más de lo estipulado, y jornadas en las que los vagones pueden llegar abarrotados, sin que haya multa. De hecho, en 2023, Metro de Madrid tuvo 24.206 incidencias que supusieron retrasos, de las cuales casi el 90% fueron causadas por la falta de maquinistas, según las tablas de operaciones diarias a las que ha tenido acceso EL PAÍS. A diario se produjeron 59 retrasos por falta de conductores.
Las incidencias se concentran en los primeros compases de la hora punta matutina (de 7.30 a 9.30) y del mediodía (14.00 a 16.00). La peor hora de la semana son las dos de la tarde de los viernes. En estos días la hora punta de la tarde se adelanta porque mucha gente sale antes del trabajo, las tablas de servicio prevén un refuerzo con más trenes, pero no hay personal para conducirlos, según explica un empleado, conocedor de los turnos de los maquinistas.
Las incidencias también se acumulan durante las aperturas del metro los fines de semana a las seis de la mañana, posiblemente por las libranzas de la plantilla. Lo mismo ocurre en el periodo del año en el que se concentran las vacaciones de los maquinistas, agosto, otro momento de tensión para el sistema, pero no el único del año: también lo es el momento en que Madrid recibe más visitantes, la campaña navideña.
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