Un tubo de ensayo ultra llamado Valdemorillo
La censura de una obra de teatro, la promoción de un boxeador que formó parte de las listas del PP, dejar sin sueldo a la oposición o retirar las banderas LGTBI son algunos de los cambios que agitan este pueblo de la sierra madrileña tras la alianza entre el PP y Vox
Desde que en las elecciones del 28 de Mayo, Vox logró 907 votos en Valdemorillo, muchas cosas han cambiado en esta localidad de 15.000 habitantes de la sierra Norte de Madrid. Aunque el alcalde Santiago Villena repite al frente del ayuntamiento, los tres concejales obtenidos por Vox le han permitido cerrar un acuerdo de gobierno con el Partido Popular que consolida una may...
Desde que en las elecciones del 28 de Mayo, Vox logró 907 votos en Valdemorillo, muchas cosas han cambiado en esta localidad de 15.000 habitantes de la sierra Norte de Madrid. Aunque el alcalde Santiago Villena repite al frente del ayuntamiento, los tres concejales obtenidos por Vox le han permitido cerrar un acuerdo de gobierno con el Partido Popular que consolida una mayoría absoluta para los próximos cuatro años. Y Vox ha comenzado a cobrarse los apoyos.
Solo unos días después de que el nuevo equipo de gobierno sellara su acuerdo el 17 de junio, el bloque verdiazul dejó sin sueldo a toda la oposición que desde ese mismo día ya no percibe los casi mil euros mensuales con 14 pagas y alta en la Seguridad Social que recibían en concepto de salario. Los ocho miembros de la oposición pasarán desde ahora a recibir 500 euros por asistencia a 11 plenos y sin Seguridad Social, confirmó el concejal socialista Enrique Plato.
En las últimas elecciones municipales en Valdemorillo votaron 6.725 vecinos. El actual alcalde obtuvo un gran resultado al pasar de 1.095 votos a 1.850. El PSOE se quedó prácticamente igual al lograr la mitad, 907 votos y Vox obtuvo 175 sufragios más, al pasar de 732 a 907. Con este resultado el portavoz de Vox, Jorge Mirat se convirtió en segundo teniente de alcalde y se hizo con el control de las carteras de Urbanizaciones, Urbanismo, Movilidad, Servicios Sociales y Familia, Cultura y Turismo mientras que el PP conserva las de Hacienda, Seguridad, Medio Ambiente, Recursos Humanos, Atención al Ciudadano, Economía, Juventud y Deportes.
Sin embargo, el dinero que se ahorrará el Ayuntamiento no irá a las arcas municipales, sino que servirá para engordar el salario del portavoz de Vox, que según las cuentas aprobadas pasará de ganar 15.000 euros brutos anuales a 32.000. De igual forma, la política de austeridad esgrimida tampoco aplica a los famosos “chiringuitos”, que a partir de ahora tendrán otro nombre. Donde antes había una cartera de Igualdad ahora se llama de Natalidad y Familia y donde había un equipo de gobierno con seis personas, ahora hay nueve.
Otro cambio notable llegó el pasado fin de semana con la retirada para colocar la bandera arcoíris en el Ayuntamiento. Años atrás, este mismo alcalde que hoy recibe enfadado a EL PAÍS ante “el acoso mediático” al que está siendo sometido, colgó en el balcón de su propio despacho la bandera durante el día del Orgullo. Eran tiempos en los que gobernaba con Ciudadanos hasta que estos fueron borrados del mapa y con ellos las banderas LGTBIQ. El nuevo acuerdo entre el PP y Vox ha borrado de un plumazo este tipo de gestos, reconoce un miembro de la oposición que pidió explicaciones al alcalde.
Sin embargo, las polémicas más intensas que acechan al nuevo alcalde tienen que ver con dos asuntos. Uno del que habla media España y otro del que habla medio pueblo. El primero fue la cancelación de la obra Orlando de Virginia Wolf, un clásico de la literatura del siglo XX donde se trata el feminismo y la transexualidad. El productor teatral Pablo Huetos denunció en una carta pública un veto ideológico que alcalde Villena rechaza airadamente. Villena considera que se trata de un “recorte presupuestario” y que “se ha convertido en un escándalo de alcance nacional una anécdota menor”. “Es falso que haya veto ideológico”, insiste. Para el alcalde, Valdemorillo es víctima de una embestida mediática que ha convertido su pueblo en “tubo de ensayo” de una discusión relacionada con las elecciones generales.
Casi todos los ojos se pusieron entonces en la concejala de Vox que controla Turismo y cultura en Valdemorillo, Victoria Amparo Gil. Las fuentes consultadas entre la oposición y funcionarios que trabajan con ella señalan, no obstante, que se trata de “una buena persona que no se enteró de lo sucedido”. Estas mismas fuentes señalan que Gil llegó al cargo por su conocimiento de la sierra y sus buenas intenciones para promocionar el turismo de rutas y senderismo en torno a Valdemorillo. Atrincherada en su despacho de la Casa de la cultura, la concejala rechazó dar su versión a este periódico cuando estalló la polémica por indicaciones de sus superiores. Fuentes de la oposición señalan que la decisión de suspender la obra recae en Mirat, portavoz de Vox en el Ayuntamiento y el hombre que mueve los hilos de Vox en Valdemorillo. En el interior del Ayuntamiento, no obstante, ha comenzado una caza de brujas para encontrar a la funcionaria que llamó a Huetos para decirle que eso de que una mujer se convierta en hombre, “no gustaba al nuevo equipo de gobierno”.
El segundo tema, el que sale continuamente entre los vecinos en las conversaciones en el bar o en la plaza tiene que ver con la recogida de basuras que ha dejado montañas de residuos a lo largo del municipio por un problema con los cubos de basura comprados dos meses antes de las elecciones municipales, y que tienen un tamaño diferente al que pueden recoger los camiones. Mientras la basura se acumula en algunos puntos del pueblo, y la indignación entre los vecinos crece, su alcalde luce agobiado al ver como el nombre de su pueblo ocupa los titulares de la prensa nacional por un caso de censura.
Aunque algunas cosas han cambiado en Valdemorillo otras siguen igual. La austeridad y los recortes en su gestión que, según el alcalde, hace inviable representar la obra de Virginia Woolf no impidió que el día 24, con motivo de la fiesta de San Juan, se celebrara una paella masiva para todo el pueblo con arroz y refrescos gratis para todo el mundo. Una semana después, el primero de julio, el ayuntamiento promocionaba una pelea de boxeo “para todos los públicos” de Ali Modian, alias El Príncipe, un boxeador local que había formado parte de las listas del Partido Popular. Fue el pago de favores a quien había hecho campaña en las últimas elecciones para atraer las simpatías de la comunidad marroquí. En el nuevo Valdemorillo hasta la victoria sobre el ring y los golpes recibidos por El Príncipe tienen un tufo verdiazul.
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