Madrid registra en 2022 el número más alto de muertes laborales en 11 años
El año pasado perdieron la vida en la región 95 trabajadores debido a un repunte en los fallecimientos por ictus, infartos y otros riesgos relacionados con el trabajo
La región de Madrid registró 95 muertes laborales en 2022, el año más fatídico desde 2011 cuando murieron 96 trabajadores. En parte, la culpa es de un repunte en los fallecimientos por patologías no traumáticas (en las que no hay un desencadenante físico, por ejemplo ictus o infartos). La tendencia al ascenso en la mortalidad, que también se observa a nivel estatal, preocupa a los sindicatos UGT y CCOO, que han publicado este viernes su informe anual sobre siniestralidad laboral en la región.
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La región de Madrid registró 95 muertes laborales en 2022, el año más fatídico desde 2011 cuando murieron 96 trabajadores. En parte, la culpa es de un repunte en los fallecimientos por patologías no traumáticas (en las que no hay un desencadenante físico, por ejemplo ictus o infartos). La tendencia al ascenso en la mortalidad, que también se observa a nivel estatal, preocupa a los sindicatos UGT y CCOO, que han publicado este viernes su informe anual sobre siniestralidad laboral en la región.
Los sindicatos alertan de que la mortalidad por patologías no traumáticas aumenta a causa de los riesgos psicosociales (el estrés, la falta de descanso, el acoso...). Piden que se actualice la ley estatal de Prevención de Riesgos Laborales, de 1995, para que se evalúen y corrijan de manera más correcta esos peligros. Las patologías no traumáticas fueron la causa del 37,9% de las muertes laborales en 2019 y han pasado a representar el 41,1%. “Tenemos la consigna de que todos los accidentes laborales son evitables, pero eso requiere tener una cultura preventiva en las empresas”, le dice a este periódico la secretaria general de UGT-Madrid, Marina Prieto.
Desde que acabó el boom de la construcción, Madrid ha presumido de su baja siniestralidad. Suele tener los datos más bajos de España en accidentes en el trabajo, aunque eso en parte es debido a la mayor presencia de oficinas y del sector servicios. Los años de la fiebre constructora fueron negros en Madrid y España. Según los registros del Ministerio de Trabajo, la Comunidad registró 266 muertes en 2004. Los decesos cayeron progresivamente conforme se acentuó la crisis y disminuyó la actividad. En 2019, justo antes del parón de la pandemia, murieron en Madrid 66 trabajadores; en 2020 fueron 58; en 2021, 79 y en 2022, 95.
España también vivió su peor año en 2022 desde la resaca de la era del ladrillo. El año pasado murieron 826 personas, una cifra superior a los 757 fallecidos de 2010. Justo antes de la pandemia, en 2019, habían perdido la vida 729 trabajadores.
El informe de los sindicatos se publica con ocasión del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Se conoce una semana después del incendio en el restaurante italiano Burro Canaglia Bar&Resto, donde murieron dos personas, una de ellas un trabajador de 25 años que llevaba solo una semana en el puesto. Además, la semana pasada perdieron la vida dos trabajadores en la obra de una casa en el municipio de Galapagar. Con estas muertes, los decesos mortales en la región ascienden a 19 este año.
En 2022, del total de accidentes mortales, 68 se produjeron en jornada de trabajo (39 se debieron a patologías no traumáticas, 13 a accidentes de tráfico, nueve por quedar atrapado, seis a una caída, tres por choque contra objeto, dos por contacto con temperaturas, uno por ahogamiento en líquidos, uno por agresión de seres vivos y uno por sobreesfuerzo físico). A estos hay que sumarles 20 in itinere (18 en tráfico y 2 por patología no traumática).
Una de esas muertes, la del barrendero José Antonio González, causó una gran conmoción. Murió en julio por un golpe de calor. Su hijo pidió a EL PAÍS mejorar las condiciones de todo el colectivo: “Es inhumano trabajar a 42 grados, sin sombra y con esa ropa”.
La secretaria general de CCOO Madrid, Paloma López, dice que parte de la responsabilidad recae en las empresas y parte en las administraciones. “Hay que dotar a la Administración de mayores medios materiales y más plantilla para llevar a cabo esta actuación de control y vigilancia”, afirma.
Caen los accidentes
Una buena noticia es que se aprecia una caída en el número de accidentes que causaron baja. En 2022 fueron 89.431 y en 2019 (mejor año reciente comparable) fueron 93.451. Con todo, los sindicatos alertan de que no es reconocido por los sanitarios el origen laboral de muchas enfermedades, lo que hace que pasen como enfermedades comunes. El número de partes de enfermedades profesionales comunicados en la Comunidad se ha reducido desde el 2019, pasando de 1.614 a 911 partes (un 43% menos en tres años).
Madrid presenta un 76% menos de enfermedades laborales que la media nacional y probablemente se debe a un subregistro, según los sindicatos. Dicen que en Madrid no existe un sistema de notificación coordinado con otras administraciones y además se debe formar a los sanitarios en el diagnóstico de sospecha de la enfermedad profesional.
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