El ‘Imserso’ de alto nivel con el sello de la Comunidad de Madrid: viajes paradisíacos, no siempre al mejor precio
El Gobierno de Ayuso reviste de programa social unos paquetes turísticos para mayores de 55 años que en ocasiones son más caros que los ofrecidos al público general por las agencias de viaje
Ha llovido bastante desde que hace casi 40 años muchos jubilados españoles descubrieron el mar gracias a los viajes del Imserso, un plan de turismo social que todavía hoy se limita a destinos nacionales y a precios económicos (entre 230 y 810 euros por pareja). Ahora, hay administraciones públicas en España ―como la Comunidad de Madrid― que promueven cruceros por las islas griegas (por 2.600 euros en pareja) y safaris en Kenia (a un precio de 4.225 la pareja).
Este programa madrileño n...
Ha llovido bastante desde que hace casi 40 años muchos jubilados españoles descubrieron el mar gracias a los viajes del Imserso, un plan de turismo social que todavía hoy se limita a destinos nacionales y a precios económicos (entre 230 y 810 euros por pareja). Ahora, hay administraciones públicas en España ―como la Comunidad de Madrid― que promueven cruceros por las islas griegas (por 2.600 euros en pareja) y safaris en Kenia (a un precio de 4.225 la pareja).
Este programa madrileño no tiene nada que ver con el del Gobierno central, que se orienta a destinos nacionales para apoyar a la industria turística y ofrece precios subvencionados por la Seguridad Social. El plan del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso se llama Rutas Culturales y data de 2005, aunque la oferta ha crecido mucho desde entonces. También su publicidad. Hace un mes, la consejera de Familia y Políticas Sociales, Concepción Dancausa, presentó los paquetes turísticos para 2023, elaborados por siete de las principales agencias de viaje españoles.
Se trata de más de 300.000 plazas en más de 1.000 destinos distintos, con novedades como Filipinas, Malasia o Senegal. Es verdad que hay viajes para todos los bolsillos (desde 500 euros en pareja para estancias de cuatro días en la Península), pero las autoridades madrileñas no ponen ni un solo euro de subvención. Y, como ha comprobado EL PAÍS, los mayores madrileños que optan por esas ofertas con sello de la Comunidad de Madrid pagan en ocasiones precios más altos que los que puede obtener un ciudadano cualquiera en una agencia de viajes. Todo ello, por paquetes que llevan la marca de la región y son vendidos como una política social.
Dancausa destacó en la presentación, el 31 de enero, que lo más importante del programa son sus beneficios para los mayores: “Son un instrumento muy valioso para evitar la soledad de las personas y para promover el envejecimiento activo”, dijo. “Hay que animar a los mayores porque tienen no solo el aval de la Comunidad de Madrid, sino también el de todas las empresas que participan”. Hablaba delante de un cartel con la foto de un hombre maduro con gafas de sol y un sombrero. Como novedad, dijo, este año han bajado el listón para participar de 60 a 55 años: “Vamos ampliando para que cada vez más personas puedan disfrutar”.
La ventaja por primera vez en esta edición será que 350 “cuidadores no profesionales” de personas mayores en situación de dependencia podrán viajar gratis a los destinos nacionales, un coste que asumirán las empresas, pero todavía la semana pasada seguían esperando directrices autonómicas para saber quién debe beneficiarse de esa bonificación, según fuentes del programa. En cuanto al resto de los viajeros, pueden encontrarse con ofertas que no son ofertas: viajes al mismo precio o superior al que paga un ciudadano cualquiera en las oficinas o en la web de estas agencias.
Los paquetes son diseñados por las agencias de viaje en formato de catálogo descargable en PDF que la Comunidad de Madrid cuelga en su web, dentro del apartado de asuntos sociales. Los madrileños interesados también pueden acceder a ese menú en las oficinas de estas agencias o en sus webs, donde son diferenciados del resto por unas etiquetas del tipo “viajes CAM” (Comunidad de Madrid). Pero, en realidad, en muchos circuitos no existe beneficio para el comprador con respecto a los paquetes que no son CAM.
Por ejemplo, una pareja puede contratar en el catálogo para la Comunidad de Madrid de Halcón Viajes el paquete Madeira Funchal de ocho días partiendo el 28 de junio desde Madrid por 2.500 euros (con estancia en un hotel de cuatro estrellas en Funchal, el Windsor, con pensión completa y guías). Sin embargo, en la web de Halcón Viajes se ofrece al público general el paquete Descubre Madeira, de ocho días, partiendo el 28 de junio desde Madrid, por el que pagará 2.179 euros, con estancia en un hotel de cuatro estrellas en Funchal, el Allegro Madeira, con pensión completa y guías. Es decir, el viaje diseñado para la Comunidad de Madrid es 321 euros más caro.
En ocasiones, se pueden encontrar paquetes muy parecidos a los del catálogo de la Comunidad por un precio muy inferior. Así, una pareja puede irse con la opción de la CAM a La Habana, Varadero y Cienfuegos el 14 de junio por siete noches en hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas con pensión completa por 3.130 euros, según el catálogo de Halcón Viajes. Pero si esa pareja busca opciones en esa misma agencia, puede viajar el mismo día por las mismas noches y en hoteles de cuatro y cinco estrellas con pensión completa en La Habana y Varadero por solo 2.494 euros, es decir, ahorrándose 636 euros. Halcón Viajes no ha contestado a varios requerimientos de este periódico.
Otros casos son viajes casi idénticos con un añadido que hace mucho más cara la opción para los mayores madrileños: la agencia Viajes Cibeles ofrece en su catálogo para la Comunidad de Madrid al precio de 2.600 euros para una pareja un crucero de ocho días por las islas griegas con pensión completa y seguro de viaje en camarote interior saliendo de Madrid el 17 de septiembre. Ese mismo crucero lo vendía la semana pasada esa agencia en su web o en oficina por 2.356 euros. Si uno llamaba directamente a la compañía del barco, Costa Cruceros, podía contratar el pack por 2.168 euros a condición de hacerse miembro de Costa Club de manera gratuita (eso sí, el viaje con la Comunidad incluye guía por las tres visitas urbanas).
El problema de los catálogos de la Comunidad es que tienen precios cerrados, mientras que las tarifas dirigidas al público general fluctúan dependiendo de la demanda. Eso puede favorecer a los mayores madrileños en temporada alta, pero los perjudica en la baja. José Ignacio Herranz, director de Viajes Cibeles, asegura que, a pesar de todo, la mayoría de los compradores del programa autonómico salen beneficiados. “En un 80% de los casos conviene comprar los paquetes de la Comunidad y, quizás en un 20%, pues a lo mejor no”, reconoce. Es verdad que hay paquetes en Rutas Culturales que sí tienen precios inferiores al mercado, pero discriminar entre las ofertas de verdad y las engañosas es una tarea que deben hacer los madrileños compradores. Les toca arremangarse y contrastar precios.
Las Rutas Culturales son opciones caras porque la Comunidad ha pactado con las agencias que todos los circuitos incluyan extras costosos: guías, pensión completa u hoteles de cuatro estrellas. Se supone que la Comunidad exige que ningún viaje supere el precio por persona de 1.750 euros (3.500 en pareja). Sin embargo, la mayoría de las ofertas tienen letra pequeña (suplementos para excursiones fuera de precio, extras de casi 500 euros para quienes viajen solos, propinas obligatorias, tasas turísticas o visados). Además, hay casos de agencias que ni siquiera respetan el precio base de 1.750 euros: Nautalia oferta en su web una “ruta CAM” de 11 días por Nepal por 2.350 euros por persona (4.700 euros en pareja), sin contar visados y propinas.
El programa se desarrolla como parte de un convenio con la Unión de Agencias de Viajes (Unav). Preguntado por los precios de las Rutas, un portavoz de la Consejería de Políticas Sociales se ha limitado a enviar a este periódico el convenio donde se recoge que la Comunidad exige unos “precios competitivos”. En un cuadro, aparece un rango de precios para cada tipo de destino. Dos representantes de la Consejería participan con representantes de las agencias en una comisión de seguimiento.
El presidente de Unav, José Luis Méndez, asegura que ofrecen “precios muy baratos” y que de media son “un 20% o 25% inferior al de mercado”. “Las agencias ganan menos, pero es que esto son temas sociales. No tienes un margen comercial como sí lo tienes con otros productos. Pero es que se trata de un programa social y hay determinadas personas que necesitan ayudas”.
Otras comunidades autónomas como Valencia o Andalucía ofertan viajes para mayores en destinos de su región con precios subvencionados. Un programa parecido al de la Comunidad de Madrid es Club de los 60, de Castilla y León.
“Trampa”
La filosofía de estos últimos es distinta al veterano programa estatal del Imserso. Esos viajes nacieron en 1985 como un servicio de la Seguridad Social, para el envejecimiento activo y para mantener el empleo en las regiones turísticas durante la temporada baja, por eso no operan entre julio y septiembre. Unas 900.000 personas se benefician anualmente de una subvención que en este momento promedia el 22% del paquete (72 millones de euros presupuestados para 2023). Además de aportar dinero público, el Imserso diseña la oferta y fija los precios finales que abonan los pensionistas, mientras que las comunidades se limitan a ejercer de intermediarios, dice el director del Imserso, Luis Barriga: “No entro en valorar otros programas. Lo nuestro es una política pública para las personas mayores, por su salud y frente a las soledades”.
Barriga dice que el mercado lleva años intentando conseguir más beneficio de esta actividad, algo que no está en los objetivos del Imserso. “Una demanda recurrente es que los pensionistas paguen más, o mucho más, en función de su renta. No lo contemplamos porque el disfrute de estos servicios se ejerce de manera igualitaria, como con otros derechos sociales, con independencia del distinto poder adquisitivo”, dice Barriga. “Todos se lo han ganado”.
Su antecesor en el cargo es Manuel Martínez, ahora alcalde del PSOE en Serón, un pueblo de Almería: “Lo que hace la Comunidad de Madrid no es un programa social, sino un programa para beneficiar a ese sector empresarial. Es mercado libre sin regulación alguna. Y si las agencias cobran a precios superiores a su oferta habitual, es directamente una trampa hecha con la complicidad de la Comunidad”.
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