Así se promociona el Madrid de Ayuso: 54.305 euros por una campaña y 13.310 para el cantante Vaquerizo

La campaña ‘Quédate con el mejor estilo del mundo’ generó una polémica de grandes proporciones en las redes sociales por el acento impostado y la descripción de Madrid como un lugar idílico, carente de problemas y lo frívolo del mensaje general

Mario Vaquerizo en la biblioteca de su casa de Madrid, en 2021. Foto: JAIME VILLANUEVA | Vídeo: EPV

20 de enero. Mario Vaquerizo, cantante y showman, se encuentra en Fitur con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “¿Te ha gustado? Muchas gracias por contar conmigo”, le dice él. “¡Me ha encantado! ¡Qué alegría!”, contesta ella. El objeto de la conversación es un polémico anuncio que financia el Gobierno regional con motivo de la feria del turismo. Bajo el lema “...

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20 de enero. Mario Vaquerizo, cantante y showman, se encuentra en Fitur con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. “¿Te ha gustado? Muchas gracias por contar conmigo”, le dice él. “¡Me ha encantado! ¡Qué alegría!”, contesta ella. El objeto de la conversación es un polémico anuncio que financia el Gobierno regional con motivo de la feria del turismo. Bajo el lema “Quédate con el mejor estilo del mundo” se fotografía un Madrid tan paradisíaco como artificial y lleno de tópicos forzados, que en seguida levanta ampollas en las redes sociales. Casi un mes después, ya se conoce la factura de la promoción. El vídeo ha costado 44.880 euros más IVA, y Vaquerizo ha cobrado 11.000 euros más IVA por su intervención, según información proporcionada por el Gobierno autonómico en aplicación de la ley de transparencia. Las dos tarifas se elevarían a los 54.305 euros y 13.310, respectivamente, una vez aplicado el gravamen al valor añadido, que no incluye la Administración en su respuesta.

“Para dibujar un cliché clasista de un Madrid que solo existe para unos pocos, la Comunidad de Madrid se gastó en contratar a Mario Vaquerizo casi lo mismo que lo que gana en un año uno de los muchos madrileños y madrileñas que cobran el salario mínimo”, lamenta Javier Padilla, de Más Madrid. Fue este diputado quien pidió los costes de la producción a través del portal de transparencia. “Es una cantidad desmesurada para frivolizar sobre un Madrid que afortunadamente es mucho más que lo que ese vídeo dice”.

La publicación de la grabación generó una polémica de grandes proporciones. Las redes sociales se llenaron de mensajes de protesta ante el acento impostado, la descripción de Madrid como un lugar idílico, carente de problemas, y lo frívolo del mensaje general. Al poco, el asunto dio el salto a la televisión, pues el video promocional de Madrid se convirtió en un sketch del programa Polonia, de TV3, mofándose de su contenido. Una emisión que a su vez hizo que el tema llegara a la Asamblea de Madrid, donde Ayuso se vio obligada a dar explicaciones.

“Cuando ponemos en marcha vídeos promocionales para la Comunidad, ¿qué es lo que hacen? Estar en contra”, le espetó a principios de este mes la presidenta regional a la oposición. “Porque la gente disfruta, o porque se acercan a gobiernos que no son de la izquierda, ciudadanos conocidos que lo único que quieren es arropar a su propio Gobierno”, siguió. “¿Y entonces, ¿qué es lo que hacen?”, le volvió a preguntar a la bancada de la izquierda. “Listas negras de deportistas, listas negras de famosos…”, respondió ella misma. Y remató: “Los señores de la izquierda lo que querrían es que se vieran los barrios en los que ellos no viven. Pero sale el verdadero Madrid, el que nosotros estamos construyendo en positivo, frente al que ustedes desearían, que es el de la okupación, los manteros, la desolación y el desánimo”.

La grabación del vídeo requirió de la firma de cuatro contratos menores (uno para Vaquerizo, otro para la actriz protagonista, el del guion y el de la producción). Esa categoría permite adjudicar los trabajos a discreción de la Comunidad, es decir, a dedo, y sin que se convoque un concurso al que se presenten varias empresas para competir entre ellas con sus ofertas. Como resultado, la actriz María Bestard acabó cobrando 4.827,90 euros, casi tres veces menos que Vaquerizo, según adelanta el diario Público.

¿Es mucho o poco pagar más de 50.000 euros por un anuncio así? “¿Es caro? Sí. ¿Es un escándalo? Aunque probablemente se podría hacer más barato, no”, responde un experto en marketing que prefiere guardar el anonimato. “Las cifras no son una locura, pero apenas hay cambios de localización, hay imágenes de archivo o fáciles de grabar, no hay efectos…”

Lo que sí que ha habido son consecuencias: de nuevo, el Madrid de Ayuso ha quedado en el centro de la polémica.

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