Las ‘playas’ de Madrid Río ya están abiertas: fechas y horario

Las fuentes del parque del distrito de Arganzuela vuelven a funcionar tras dos años de parón por la pandemia

Un grupo de niños juegan en las 'playas' de Madrid Río, este viernes.Clara Brascia

Después de una semana con temperaturas moderadas, el verano ha llegado finalmente a la ciudad. Por suerte, existen opciones para combatir el calor, y los vecinos del distrito de Arganzuela ―así como todos los madrileños dispuestos a desplazarse un poquito más al sur― han vuelto a disfrutar de las playas de Madrid Río. Adultos, niños y adolescentes. Todo el mundo ha caído ante el encanto de un chorrito de agua fría durante ...

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Después de una semana con temperaturas moderadas, el verano ha llegado finalmente a la ciudad. Por suerte, existen opciones para combatir el calor, y los vecinos del distrito de Arganzuela ―así como todos los madrileños dispuestos a desplazarse un poquito más al sur― han vuelto a disfrutar de las playas de Madrid Río. Adultos, niños y adolescentes. Todo el mundo ha caído ante el encanto de un chorrito de agua fría durante una de las primeras tardes de verano meteorológico que ha alcanzado los 30°. El espacio ―que estuvo cerrado durante la pandemia para evitar aglomeraciones y contactos estrechos entre los usuarios de las fuentes― ha abierto este viernes por primera vez después de dos años, tal y como anunció el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento, Borja Carabante, en sus redes sociales el jueves.

Las playas de Madrid Río, como se conoce a las fuentes transitables de la zona, se encuentran en el homónimo parque al sur del distrito de Arganzuela (Avenida del Manzanares, 140). Se puede llegar con la línea 5 del Metro ―la verde, parando en Pirámides o Marqués de Vadillo—, o con el autobús 18. Estarán activas a lo largo del verano todos los días de la semana, a partir de las once de la mañana y hasta las nueve de la noche. El acceso es gratuito.

Con bañadores y zapatos de playa, los más pequeños corren sin frenos entre una fuente y otra, mientras los padres los vigilan bajo la sombra de los árboles. Algunos, que no han llegado preparados, se lanzan al agua con toda la ropa puesta. Hay incluso quien cruza la fuente de parte a parte en patinete, y quien empieza una batalla con globos y pistolas de agua.

Fedea Terbujas graba a su hijo Toni, de 4 años, mientras da la vuelta a uno de los tres espacios que forman las llamadas playas. “¡Solo me gusta la niebla!”, exclama emocionado el pequeño. Se refiere a cuando el agua sale vaporizado desde las bocas del suelo, creando un efecto similar a la niebla. “Solíamos venir antes de la pandemia, cuando vivíamos en Usera y mi hijo apenas caminaba”, recuerda Terbujas, que ahora vive en Marqués de Vadillo y tiene las fuentes a cinco minutos andando de su casa. “Además de agradable, es también una forma de compartir y hacer amistades”.

Mirte Terpstra, holandesa de 37 años, vive en Madrid desde 2006. Está sentada en el césped con su hija Chiara, de 4 años, que se acaba de bañar y se está secando con una toalla al sol. “Es una maravilla que lo hayan vuelto a abrir, para la gente del barrio es una salvación durante verano. Es bonito y gratis, no se puede pedir más”, explica.

Como ella piensa Juan Vidal, madrileño de 55 años, que acaba de llegar a las playas con sus dos nietos: Dylan, de siete años, y Andrés, de tres. Tras dejar las toallas y cubrirse cuerpo y cara con la crema solar, los niños se lanzan al agua con un grito de felicidad. “Durante la semana es un placer pasar un rato aquí. Incluso para quien no se baña es un verdadero refrigerio estar cerca del agua”, reconoce. Más complicado, explica, es encontrar un hueco donde sentarse en los fines de semana, cuando el parque se llena de familias y jóvenes que eligen el espacio alrededor de la playa para un picnic.

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